viernes, 23 de septiembre de 2016

PASAR LA PELOTA POLÍTICA.


 

                    Lo que la clase política se ve incapaz de resolver, le pasa a la ciudadanía “la pelota” para que sean  los que lo intenten solucionar a través de nuevas elecciones. Claro así sucede que la pelota va pasando de un “tejado” a otro sin demasiados cambios y lo que es mucho peor, sin llegar a algún tipo de solución. Ello tiene repercusiones claramente negativas en la economía y el bienestar social.

          En principio se podría pensar que son los políticos los que deben aportar soluciones a los diferentes problemas que pueda tener la ciudadanía. Cada uno lo hará en función de su ideología y sus propios criterios, pero no parece muy aceptable que se diga: “aquello que yo soy incapaz de solucionar, soluciónelo usted”. Cabría decirles incluso aquello de ¡para darme servicio y soluciones ya les pagamos!

          En mi opinión la salida pasa por dar cauce político e institucional a lo que es la voluntad popular. Las urnas  por un lado han puesto de manifiesto la necesidad de  un cambio en las formas de hacer política. Las elecciones no han respaldado la continuidad en las formas de actuación. Sin embargo tampoco apoyan la ruptura con el modelo anterior, por cuanto el PP sigue siendo el partido ampliamente mayoritario. Habrá que buscar que en ese mosaico político español cada partido tenga la representación que le dan las urnas sin fórmulas excluyentes y aceptando que no es posible imponer su proyecto político a los demás. Hace falta mirar más al ciudadano y menos al rival político de turno.

jueves, 15 de septiembre de 2016

BALSAS QUE SON PANTANOS.


 

        Ya se sabe que los pantanos tienen mala prensa, no en vano al dictador tenía como uno de sus apelativos el de “Paco pantanos”. Así fueron muchos los que  se hicieron durante el franquismo, pero también llegada la democracia se siguieron construyendo. Se fueron inundando muchas tierras y hubo personas que pagaron con sus vidas su oposición a esos proyectos. Se dice por ejemplo que la construcción del pantano de Riaño fue una compensación a una compañía eléctrica por el cierre de la central nuclear de Lemoniz tras el asesinato del ingeniero industrial José María Ryan. Era algo así como pagar el impuesto revolucionario o lo que es lo mismo la aceptación del chantaje por parte del Estado a una organización terrorista. Eso sí, en las espaldas de los leoneses.

          Ahora parece que el procedimiento es otro. Que no gustan los pantanos, pues les llamamos balsas. Así tenemos que alguna de las proyectadas en la Ribera del Órbigo es mayor que el pantano de Villameca (que tiene mayor capacidad).

          En la Región Leonesa hay multitud de pantanos mientras que en otros sitios o no hay ninguno o hay muy pocos. Sinceramente no creo que ello sea achacable exclusivamente a la caracterización geográfica de unos y otros territorios. La explicación estaría más en la caracterización social de la población. Es decir a menor oposición de la ciudadanía mayor tendencia a hacer en esa zona pantanos. Tal vez por ello mismo hay muchos más pantanos en zonas deprimidas económicamente.