martes, 20 de marzo de 2018

LAS CORTES LEONESAS.




            La verdad es que me resulta complicado entender algunas cosas. Así en cierta ocasión tuve la oportunidad de escuchar de  alguien que ha sido rector de la Universidad de León la referencia a “la obra de Gaudí en Castilla”. Lo hacía delante de Botines y en alusión al cargo de responsabilidad que tenía en la organización de las diferentes actividades e iniciativas que allí se hacen. Cuando le indico algo tan evidente como que Gaudí no tiene obra en Castilla, su réplica no tiene desperdicio. Justifica su afirmación con un argumento tan “riguroso y académico” como decir que “esa identidad de lo leonés con lo castellano a él no le molestaba por tener casa en Valladolid”. Uno pensaba que la universidad era otra cosa y no me deja de asombrar que ese sea el discurso de un ex rector.

            También he escuchado que mientras muchos luchamos por dar a conocer que “León es la Cuna del Parlamentarismo” y ello tenga el reconocimiento internacional de la Unesco, un profesor universitario “de casa” lo ponía en cuestión. No deja de ser curioso que alguno de esos profesores se atribuya ser “la historia” y se olvide de la Fundación Villalar en su crítica del uso que se hace de esa historia para acomodarla a los intereses del poder (con el dinero de todos).

            Las Cortes Leonesas de 1188 no es un acontecimiento puntual sino que responde a una trayectoria de contenido fundamentalmente político que se ha dado en el Reino de León. Si quiere ver monumentos a las hazañas del Cid Campeador váyase a Castilla, pero si busca la reivindicación de las Cortes como institución parlamentaria véngase a León.

            Cuando es Castilla la que ejerce la hegemonía en el mosaico peninsular ello supone que van ganando terreno las medidas centralizadoras. Así alguien tan poco sospechoso como la enciclopedia de Castilla y León de la editorial Ámbito afirma “Por su parte las Cortes muy vivas en el siglo XIV iniciaron en la centuria siguiente un rápido declive, hasta el punto que terminaron por asistir a sus reuniones sólo 17 ciudades” (pág. 78).

            Es decir, cuando el Reino de León deja de tener Cortes propias se inicia una decadencia de este organismo. Las Cortes Leonesas no desaparecen como “fusión de identidades”, como algunos nos han pretendido hacer creer, sino más bien por la falta de vigor de la propia institución de las Cortes y el aumento de las cuotas de poder centralizado.

   

domingo, 4 de marzo de 2018

¿UN FUTURO SIN RELACIÓN PERSONAL?


 

        La evolución social parece que va en la dirección a que se incremente la relación comercial con máquinas en sus diferentes formatos (vinculados principalmente a internet y a las aplicaciones del móvil). Diría que ese cambio se extiende por los diferentes sectores desde las gasolineras y los peajes hasta las tiendas y las sucursales financieras.

            En la compra diaria primero se sustituyó a la tienda tradicional por los supermercados y los Híper. Ahora el siguiente paso  que parece quiere dar Amazon es el de establecimientos de compra en los que también se eliminen los cajeros.

            En las entidades financieras el cambio está llevando a que la relación con el cliente se derive hacia aplicaciones informáticas de modo que ello permita el cierre de un gran número de sucursales.

            Sin afán de extenderme mucho más, podemos poner otros ejemplos como los que se dan en las gasolineras y los peajes.

            Todos ellos buscan como gran objetivo el reducir los costes y lo hacen buscando tanto menos personal como también menos instalaciones. Las consecuencias son que ese proceso ha ido acompañado de cierres de comercios y del paro (aunque a veces este sea encubierto por las llamadas “jubilaciones anticipadas” que se dan principalmente en el sector bancario).

            Por encima del precio, considero que el motor que lleva a los clientes a optar por esos canales de compra son tanto la comodidad como el acceso a la variedad de productos. Como contrapartida es la compra despersonalizada. A modo de símil es como aquel que va a una máquina de vending a tomarse un café frente aquel otro que acude a un bar y el camarero le dice “¿qué le pongo, lo de siempre?”.

            Adaptar el producto que se ofrece a lo que son las características de cada cliente es algo que se hace a través de esa relación personal. La información y el consejo en la compra puede ser fundamental para acertar en las decisiones. En ese sentido también será especialmente importante la confianza que podamos tener en la persona que nos da esos determinados consejos. La calidad en el servicio será un aspecto especialmente importante a tener en cuenta.