Lo primero que convendría aclarar es
que la propuesta de alguna formación política (como Ciudadanos) de suprimir las
Diputaciones, se refiere a “algunas” no a todas. Así se mantendrían las
Diputaciones Forales de Bizkaia, Álava… pero se suprimirían las de régimen
común como es el caso de las Diputaciones de León, Zamora o Salamanca. Tal vez
tendrían que explicar el motivo que les lleva a hacer esa distinción.
Para
dar “cobertura” a su posición política tratan de asociar las Diputaciones a
todos los males de enchufismos, corrupción… ¿De verdad alguien puede creer que
esto es algo privativo de las instituciones provinciales? ¿ Es serio pensar que
en las Diputaciones esas cuestiones se dan en mayor medida que en otras? ¿Hay algún
estudio que pueda certificar ese valor diferencial? En principio diría que hay
varias instituciones autonómicas cuyos cargos públicos están pendientes de
decisiones de los tribunales para juzgar sus conductas.
Si
nos fijamos en la provincia de León podemos ver que tan sólo observando sus
edificios se puede ver cuál es la institución con arraigo en la historia
leonesa (la Diputación en el Palacio de los Guzmanes) y donde se puede ver la
ostentación del “nuevo rico” (Edificio de la Junta en Eras de Renueva).
Suprimir
las Diputaciones para concentrar mayor poder en la Junta de Castilla y León, me
parece toda una aberración. Es dar mayores atribuciones a una institución que ha
operado desde su constitución en directa oposición a los intereses de los leoneses.
La evolución de la Región Leonesa desde que se nos ha incluido de forma
antidemocrática en el marco autonómico de Castilla y León ha sido nefasta. Los
cambios operados en los indicadores
demográficos o económicos son muy claros. Por poner un ejemplo muy reciente de
datos publicados por el INE en abril del 2018 tenemos que el porcentaje de
personas que trabajan (tasa de actividad) en las tres provincias de la Región
Leonesa es del 51,1% mientras en la Región Castellana es del 56,4%.
Considerando todas las provincias de la Comunidad Autónoma las tres provincias con menor tasa de
actividad son Salamanca (53,2%), León (50,1%) y Zamora (50,1%).