lunes, 10 de marzo de 2025

EL LEONESISMO EXISTE POR NO GOBERNAR YO.

 


            Dice el señor Miguel Tellado, portavoz del grupo parlamentario del PP, que entiende el leonesismo por cuanto “el abandono del Gobierno Sánchez a León es real y es normal que surjan estos movimientos”.  Oigan y lo ha dicho sin despeinarse (bueno igual por ser calvo). Ni siquiera su compañera de partido en León Ester Muñoz le ha corregido ( en ese caso al ser de “la iglesia” no se ha atrevido a corregirle”).

            Pero vamos a ver señor Tellado hay cosas que son objetivas y van más allá de la opinión que pueda tener cada uno. Es muy claro que la reivindicación leonesista viene de mucho antes a que Sánchez sea presidente del Gobierno de España. Lo ha sido con independencia del partido que haya ocupado esa presidencia, que unas veces fue Unión de Centro Democrático, otras veces el PP o el PSOE. También con independencia de quién fuera en cada momento el presidente.

            Es palmaria la utilización que usted quiere hacer del sentimiento favorable a una autonomía leonesa. Cualquier cosa le sirve para su objetivo de derribar al actual presidente del gobierno. Pero mire tiene muy complicado convencer de que con un gobierno del PP “no existirían esos movimientos” . No tiene credibilidad ni ante la ciudadanía ni tampoco entre  sus propios votantes y cargos públicos. Se olvida por ejemplo que es el PP el partido que ocupa la presidencia de la Junta de Castilla y León.  Que esa Junta se gasta el dinero de la ciudadanía en imponer sus propios fastos y que actúa de forma reiterada de modo discriminatorio con los leoneses.

            También sus palabras dejan muy claro que sabe muy poco de la propia historia de España y menos aún de la historia leonesa. Una cuarta parte del escudo de España corresponde al Reino de León. Esa cuarta parte reclama su derecho a ser reconocida como una de las regiones de España en igualdad con el resto. No es por tanto equiparable a las reivindicaciones que puedan tener un carácter “localista”.

            Pero mire señor Tellado en el fondo su argumento no es muy diferente al que utiliza el señor Cendón. En su caso viene a decir que la culpa de lo que pasa es de la Junta que preside el señor Mañueco y que las cosas cambiarían si el partido al que pertenece tuviese la presidencia de la Junta. Vamos lo mismo que Tellado y sólo cambia la perspectiva y los personajes. Uno y otro vienen a decir que “el leonesismo existe por no gobernar yo”. Pero lo único que ambos dejan claro es su intención de utilizar el leonesismo como ariete frente al adversario político.

            También en la Junta han existido gobiernos del PSOE en algún momento de la historia y no parece que eso haya cambiado mucho el devenir leonés.

            El problema tiene un carácter estructural y no coyuntural. No depende de quien ocupe el gobierno en España o en la Junta. Esto hace que concejales de todos los partidos y desde luego del PSOE y del PP se hayan posicionado por una autonomía leonesa, en oposición a lo que son las propias directrices de sus partidos. Que hay una mayoría ciudadana favorable a una autonomía leonesa es algo ya más que demostrado. A nivel social con muchas manifestaciones por ninguna favorable a la autonomía de Castilla y León. También a nivel institucional con varios pronunciamientos de la Diputación. Asimismo una mayoría de Ayuntamientos ha aprobado la moción leonesista (mientras que los que aprueban seguir en ese marco autonómico son absoluta minoría). Diría que a esos partidos ni siquiera les haría falta que asuman los planteamientos leonesistas, bastaría con que sean democráticos y respeten la voluntad popular.

            El intentar utilizar el leonesismo para su propio beneficio personal y político es bastante indignante. Es como decir lo que usted piense o los problemas que pueda tener a mí  me importan un bledo,  pero pueden serme útiles para desgastar a mi rival político. Triste forma de actuar.

            Uno piensa que tras la reivindicación leonesista hay también la de una España democrática y plural. La “España de la unidad en la pluralidad”, la de esa “otra España” muchas veces escondida y vilipendiada que va más allá de las grandes capitales. El nacionalismo es muchas veces una “lucha contra España” para lograr sus intereses. Sin embargo el himno de León dice “sin León no hubiera España”. Es ello una reivindicación tanto de España como del papel que le corresponde a la Región Leonesa en España. El confundir el leonesismo con esos movimientos nacionalistas  (como ha hecho la diputada del PP Ester Muñoz) es otro intento de confundir para así poder sacar beneficio propio. Bastante denigrante.

            El cambio que se propugna desde el leonesismo parte básicamente del reconocimiento de la identidad de la Región Leonesa. Son cambios estructurales y no pasan por un “quítate tu para que me pueda poner yo”. Es decir hay que primar los intereses de la ciudadanía a los puramente personales y de partido. Es dar primacía a los valores democráticos.

jueves, 6 de marzo de 2025

TU PAGAS, MI ADOCTRINAMIENTO (LA JUNTA).

 


            Uno de los factores que identifica a los regímenes no democráticos es el adoctrinamiento. Aquellos que ya sumamos una serie de años recordamos como en las aulas teníamos una asignatura que se llamaba Formación del Espíritu Nacional (FEN) que buscaba trasladar a los alumnos los criterios del régimen de Franco. Pero esta forma de actuar también se daba en otros países con el libro rojo de Mao o el “Mein Kampf” de Hitler. En algunos países islámicos hay una “policía de la moral” que vigila que todos y especialmente todas, deban cumplir su marco normativo.

            La Junta de Castilla y León sigue financiando la Fundación de Castilla y León (antes Fundación Villalar) que tiene como propósito contribuir a asentar la propia Junta en base a fomentar una supuesta identidad de Castilla y León. En sintonía con esos objetivos vuelve a insistir en celebrar la Fiesta de Villalar en los territorios leoneses pese al rechazo social más que evidente y la nula aceptación. Aquí no hay una división social, no es que unos quieran esa celebración y otros la rechacen. No, aquí la división es entre una oficialidad que impone unos actos y una sociedad que los rechaza.

            Claro, hay que tener en cuenta que esa sociedad leonesa que rechaza esos actos es también la que los paga. Recordamos que esa Fundación cada año recibe más de un millón de euros del erario público y como ya lleva muchos años funcionando podemos decir que el importe total recibido supone varias decenas de millones de euros que ha pagado la ciudadanía.

            No deja de ser significativo lo que fue un pronunciamiento del Ayuntamiento de Valladolid cuando trataba este tema de la Fundación. Así textualmente decía: “El Ayuntamiento de Valladolid insta a la Junta de Castilla y León a modificar algunos aspectos que viene aplicando desde los inicios de la Comunidad y que no han servido para superar localismos ni provincianismo ni para fabricar sentimiento de pertenencia a la Comunidad…”. Con ese discurso los partidos políticos con representación en ese Ayuntamiento demandaban la capitalidad de la actual autonomía para Valladolid.

Me parce muy relevante esa declaración. Admite por un lado que se trata de “fabricar” lo que no existe ni ha existido desde la constitución de esta autonomía (el sentimiento de pertenencia a esa Comunidad). Que esa “fabricación de sentimiento de identidad” se sustenta con el dinero público. Son muchísimos recursos  los que se destinan a “fabricar ese sentimiento”. Además, esa declaración constata que ese mucho dinero que se ha gastado no ha servido para cumplir sus objetivos. Es decir, ha sido un gasto inútil.

            El que esa demanda de “fabricar sentimiento de Comunidad” se haga desde el Ayuntamiento de Valladolid indica muy claramente a quién beneficia esa “acción”. Todo lo que contribuya a aumentar “la producción de ese sentimiento” será “bendecido” por las arcas de la Junta con independencia de la veracidad o no de lo que se pueda decir. Si algo se aparta de “la línea de producción” entonces serán “localismos” y “provincianismos” a “superar”. Diría que muy en línea con el modelo político de la España franquista.

            Nótese que los que hablan de “fabricar sentimientos de identidad” son concejales de Valladolid. También son ellos los que nos dicen que se ha fracasado en ese intento. Bueno pues seguimos en lo mismo gastando el dinero en adoctrinar, en fabricar esos sentimientos que no existen. Claro lo que se gasta en una cosa no se gasta en otra y luego falta dinero para los parques de bomberos o para cubrir la atención sanitaria. Pero nada, tranquilos que hay fiesta de Villalar.

            Hay que tener en cuenta que esta Comunidad la forman dos regiones la Región Leonesa y la Región Castellana. Esto es algo que reconoce por ejemplo el partido socialista. Así los concejales socialistas en Valladolid en esa misma resolución afirman: “es erróneo, de partida, el hablar de Castilla y León como una única región”. Bueno pues si esto es así, habría que tener actos diferenciados por cada una de esas regiones con fechas distintas y sin que ello suponga ningún tipo de incremento en los presupuestos. Pero la política de la Junta no es esa y persigue año tras año el ahogar los sentimientos diferenciados de identidad de los leoneses y tratarnos como una especie de “Castilla del Norte” frente a la del sur de Castilla La Mancha.

            Hay que distinguir entre “legalidad” y “legitimidad”. Las dictaduras pueden ser “legales” por cuanto cumplen sus normas, pero no por ello son “legítimas”. Cuando se trata de imponer los sentimientos a golpe de talonario público, los que lo hacen no pueden pretender que se les reconozca una legitimidad democrática. La imposición nunca lo es.