miércoles, 17 de julio de 2024

MOTIVOS PARA UNA AUTONOMIA LEONESA.

 

MOTIVOS PARA UNA AUTONOMIA LEONESA.

            Para mi el principal motivo para que León pueda tener un marco autonómico propio es el de respetar la voluntad de los leoneses. Ya desde el inicio del proceso la Junta de Castilla y León, encarga un estudio a la empresa Sofemasa en cuyas conclusiones se dice: “los leoneses tienen un sentido de identidad muy notorio y que no rechazan una España de las autonomías sino que León no contase con un marco autonómico propio”. Por seguir podríamos hablar de la encuesta que encarga al inicio del proceso la Diputación de León entre los propios Ayuntamientos en la que el 69% prefería “León sólo” y el 4% Castilla y León. Como verán diferencias importantes en los porcentajes. En esos más de 40 años se han seguido dando encuestas en diferentes medios. Todas con un punto en común, la ciudadanía leonesa prefiere una autonomía leonesa . No ha habido una sola encuesta que diga lo contrario. También es falso eso de que una autonomía leonesa “divide” a los leoneses. No he visto a nadie que cuando se plantea este debate en las instituciones acuda con una bandera de Castilla y León. Luego eso de “unos” y “otros” es falso. Sólo hay “unos” que demandan todos lo mismo.

            Pero es que también las instituciones leonesas se han mostrado contrarias a este marco autonómico. El último posicionamiento de la Diputación provincial no ha hecho sino refrendar otros anteriores. En este de junio del 2024 es curioso observar que incluso entre los que han rechazado la proposición no se dan alegatos defendiendo la autonomía de Castilla y León. No, su discurso se ha referido a los procedimientos y podríamos decir que defendían la resignación. La paz de los cementerios.

            Los Ayuntamientos se han dividido entre los que defienden una autonomía leonesa y los que no se han pronunciado. Los que se han pronunciado en sentido contrario son insignificantes. Pero vamos tampoco en el plano municipal hay una defensa de la autonomía conjunta con Castilla y León.

            Claro ese “borrarnos del mapa de España” no es algo que nos haya salido gratis. No se vende lo que no existe. Las marcas se gastan muchos millones de euros en promocionar su nombre. Eso ha supuesto declive demográfico, declive político (antes se elegían 6 diputados ahora 4). Tómese el indicador económico que se prefiera nivel de renta, empleo, actividad económica… y todos van a decir lo mismo. No encuentro a nadie que nos diga lo contrario y hay distintos estudios que ponen claramente de manifiesto ese declive.

            También hay quién nos dice  que ese declive social y económico es coyuntural y culpa del adversario político. Pero eso no convence por cuanto también hubo otros momentos en que ellos gobernaron y el panorama no era diferente. En consecuencia considero que el mal es estructural y tiene su origen en que los productos o el turismo es mucho más complicado “venderlo” cuando se oculta lo leonés al resto de la ciudadanía española.

            Por historia. Mire el escudo de España y podrá ver a 4 grandes referencias Navarra, Castilla, Aragón y León. El resto de territorios se incluyen en alguna de ellas. Pues mire resulta que una de ellas ni siguiera se la reconoce como autonomía.

            También creo que apostar por una autonomía leonesa es también apostar por la recuperación de la España democrática. Es contraponer la España que es Cuna del Parlamentarismo con la  del Cid Campeador e Isabel la Católica. El Reino de León crea las universidades de Salamanca o Santiago donde se puede estudiar cualquier rama del saber. En la Universidad de Alcalá que crea el Cardenal Cisneros (regente de Castilla) sólo cabe estudiar aquellas materias que se consideran propias del clero. Esto es así hasta el punto de que en Córdoba ordena quemar los libros de la universidad nazarí. Son modelos sociales no ya distintos, son opuestos.

            Yo les diría que ni siquiera hace falta que defienda una autonomía leonesa, basta con que defienda el derecho de que se les tenga en cuenta. Que aquellos que ha elegido como representantes  efectivamente actúen como tales. Es un hecho demostrable que en  el proceso autonómico los partidos se presentaban a sus votantes  defendiendo un referéndum o directamente apoyando una autonomía leonesa y luego hicieron exactamente lo contrario. ¿Cómo explican sino ustedes que en pocos meses una opción que obtenía en la propia encuesta de la Diputación un 4% pasase a un 75%?

            En definitiva para mi la defensa  de los principios democráticos es también la defensa de una autonomía leonesa . La actual autonomía de Castilla y León es una imposición y como tal no es tolerable.

viernes, 5 de julio de 2024

EL PSOE Y EL PROCESO AUTONÓMICO LEONÉS.

 


Las elecciones del 15 de junio de 1977 tuvieron como eje principal el elegir la opción ideológica que los españoles estábamos dispuestos a adoptar.

En esas elecciones el PSOE presenta en León a un hombre que venía de Albacete y que pertenecía al sector más a la izquierda dentro de ese partido, Baldomero Lozano. Como segundo en esa lista estaba Jesús García González al que su partido le presenta como “muy leonés y muy convencido de la defensa del carácter regionalista que necesita León”.

En un primer momento los objetivos que perseguía Baldomero Lozano en la Asamblea de Parlamentarios de Castilla y León eran los de un marco autonómico con paridad entre Castilla y León distinguiendo claramente dos identidades. Así el 9 de noviembre de 1977 en la Hora Leonesa manifiesta sus ideas de: Composición paritaria entre León y Castilla en los órganos de autogobierno. Descentralización leonesa en paridad con Castilla. Capitalidad compartida, cuando menos. Asambleas propias de León con independencia de las comunes y decisión leonesa sobre el empleo de los propios recursos”.

Esa primera toma de postura cambiará con el tiempo. El recién llegado a León, parecía haberse dado cuenta de que los leoneses nos oponíamos a la integración en Castilla y que esa era una maniobra que se hacía desde las esferas de poder y de espaldas al pueblo.

En 18 de marzo de 1978 el PSOE no acude a la reunión de Ávila en la que se iba a aprobar el anteproyecto de la actual autonomía. Justifica su ausencia en base a : “los leoneses que me votaron el 15 de junio lo hicieron para poder hablar, para decidir su propio destino. No desde luego para que yo decida por ellos”. Y apostilla esa afirmación diciendo: “No es dejar decidir a los leoneses aceptar un Estatuto de preautonomía que casi nadie del pueblo conoce, que muchos de los que lo conocen no quieren y , en definitiva, no responde a ninguna aspiración del pueblo de León”. Su objetivo al no acudir a esa reunión era provocar “un referéndum para León, un referéndum para que el pueblo de León pueda decidir que es lo que el pueblo quiere sobre ese particular”. Esta posición es ratificada en una nota de la Federación Socialista Leonesa en la que textualmente se dice: “la Federación Socialista Leonesa (PSOE) se compromete en caso de obtener la mayoría necesaria en la Diputación que se forme después de las elecciones municipales a convocar un referéndum para que el pueblo leonés pueda decidir su futuro autonómico”.

Esa referencia a que los leoneses se pronunciasen en referéndum sobre ese tema era algo que también hemos encontrado en el resto de partidos ( AP, UCD, PCE).

Durante la campaña electoral se celebra una mesa redonda sobre el tema de las autonomías. En dicha mesa celebrada el 25 de noviembre de 1979 Baldomero Lozano afirma tengan ustedes la seguridad de que los diputados y concejales que el PSOE obtenga en las elecciones defenderán la opción autonómica León sólo”.  Claro hay que tener en cuenta que esas declaraciones se hacen en campaña electoral . Se podría decir que los electores votaron en base a ese mensaje y que sin embargo se utilizo su voto para hacer lo contrario.

El que fue candidato al senado por el PSOE Dionisio Llamazares  por un lado manifestaba: “Yo me inclinaría por una Región León y ello justamente por tener en cuenta la variada gama de comarcas de nuestra provincia y porque entiendo que nuestra estructura económica es tan completa que no me parece ninguna osadía pensar en León como un modelo de una región piloto de desarrollo”. Pero luego el mismo Dionisio Llamazares intervino en congresos de su partido defendiendo una autonomía de Castilla y León. Vamos que decía una cosa y la contraria sin mayor problema.

El 15 de septiembre de 1979 muere Baldomero Lozano. Ello supuso un duro golpe para los intereses leonesistas y favoreció un giro importante en el PSOE en materia de la adscripción autonómica.

El 15 de noviembre de 1979 el PSOE rechaza la autonomía uniprovincial pero a la vez mandata a la ejecutiva provincial para que establezca contactos con “las representaciones de Asturias, Zamora, Salamanca y Castilla la Vieja”. Finalmente en diciembre de 1979 “mandata a la ejecutiva provincial entablar negociaciones con el entre preautonómico de Castilla-León”.

Hay que hacer constar que en todo el proceso autonómico el Partido Socialista Popular (liderado por Tierno Galván) fue siempre partidario de una autonomía leonesa. Cuando se disuelve y se integra en el PSOE su sede en el barrio del Crucero de León pasará al Grupo Autonómico Leonés. Muchos de sus integrantes no aceptan irse al PSOE en base principalmente al desacuerdo respecto al marco autonómico leonés.

sábado, 29 de junio de 2024

CONOCER, SABER Y DEPENDER.

 


            Se dice que Sócrates cuando se logra que el conocimiento se plasme en documentos escritos, el evito esa posibilidad. Pero no fue el único, otros como Pitágoras o Jesús de Nazaret también siguieron optando por la tradición oral. El motivo por el que seguían esa conducta era por cuanto consideraban que con los libros el saber y el conocimiento era algo externo a las personas y no intrínseco a ellas. También que ese “depositar el conocimiento fuera de nosotros mismos” podía llevar a evitar el esfuerzo de la reflexión. Bastaría tener el texto al alcance de la mano y se evitaría el esfuerzo por comprender esa información. [1]

            Muchos siglos después (en el 2011) un psicólogo social (Wegner) le vendría a dar la razón. Hace un experimento con voluntarios para medir la capacidad de recordar. A unos les dice que esa información la pueden encontrar en un ordenador y a otros no les dice esto. Pues bien el experimento concluía que aquellos que pensaban que la información quedaba guardada relajaron el esfuerzo por aprenderla. El conocimiento cada vez más lo encontramos fuera de nuestra mente y tendemos a recordar más donde lo podemos encontrar más que el propio conocimiento.

            En nuestra época cada vez más el conocimiento es algo que es externo a nosotros mismos. Ponemos algunos ejemplos. Antes para dirigirte a un determinado sitio ya fuera en coche o andando seguías tu propio conocimiento a través de lo que pudieras haber aprendido. Hoy todos los coches incluyen GPS y delegamos en el aparato para que nos guie hacia el lugar que deseamos. Lo mismo hacemos muchas veces incluso en nuestras caminatas ya sea por el campo o por la ciudad.

            Cuando deseamos hacer una consulta acudimos al buscador para encontrar la información sobre aquello que buscamos. Además podemos decir que si el contenido se trasmite a través del comentario de una persona entonces somos relativamente más proclives a ponerlo en duda, que si lo es a través de un medio tecnológico.

            Ese “conocimiento externo” nos hace ser muy dependientes. Por un lado somos menos capaces de encontrar las cosas por nuestros medios. El saber se “deposita” en internet pero deja de estar en nuestra cabeza. Como no nos adiestramos en elaborar pensamientos, estamos en mucha mayor medida abocados a que “otros piensen” por nosotros.

            Esta situación tiene también consecuencias políticas y hace más fácil la manipulación a una población “poco entrenada” en pensar por sí misma. Así se facilita que cobre un mayor protagonismo “el grito” en detrimento de “la reflexión”.

            Ahora todo o casi todo se vincula a la Inteligencia Artificial. Cabría reflexionar si esa inteligencia artificial va a estimular la inteligencia “natural” (la que es propia de cada persona) o por el contrario la va a “adormecer”. En todo caso lo que no cabe duda es que nos va a hacer más dependientes del conocimiento de otros. Esa dependencia hace que sea también más fácil la manipulación. Cada vez es más complicado averiguar cuando una información es correcta o falsa. Las empresas y los canales informativos tienen departamentos especializados en detectar los bulos. Podríamos decir que las confrontaciones ya sea entre países, ideas o hasta clubs deportivos se trasladan al universo de la comunicación.

            Desde luego no abogamos por “volver al pasado”. Para avanzar es necesario la comunicación de conocimientos ya sea en formato impreso o electrónico. Sin embargo si hay que alertar de los riesgos que supone el buscar la salida a los problemas que se puedan plantear en el conocimiento que nos puedan dar instrumentos que llegan a nosotros. Creo que por un lado ello nos puede hacer “más vagos” en desarrollar nuestras propias habilidades. ¿Para qué voy a buscar una dirección si ya me lo puede facilitar el GPS? Por otro lado ese conocimiento va a estar en mayor medida vinculado al poder de compra (la inteligencia artificial no es gratis). Y además nos hace más dependientes en tanto la resolución de los problemas estará en mayor medida fuera de nuestras propias capacidades.

            El reto será que esas mayores capacidades que nos da la sociedad actual supongan también un mayor avance en el desarrollo personal. Que sean un impulso y no supongan un debilitamiento. Necesitamos personas capaces de afrontar los grandes desafíos a los que se enfrenta el mundo. El avance social pasa necesariamente por una mayor cohesión y asunción de valores. Una sociedad que mira más al móvil que a la persona que tiene enfrente es complicado que la tenga en cuenta. Cada vez más “oímos” (canciones, programas…) pero no escuchamos. Nos encerramos en los auriculares para aislarnos del entorno.

            El futuro nos trae esperanza, pero también modos de conducta que pueden llevarnos a un excesivo individualismo. Esperemos saber caminar recogiendo las ventajas que nos aporta la tecnología sin que ello suponga perder valores  e independencia frente a la resolución de problemas.



[1] Datos recogidos en el libro “El infinito en un junco” de Irene Vallejo.

viernes, 14 de junio de 2024

LA EUSKADI EN LA QUE CREO.

 


         Hubo un tiempo que en Euskadi estaba prohibida la ikurriña y se penalizaba el hablar en euskera. Tal vez como reacción luego surgió una Euskadi en que se asesinaba al que simplemente tenía otra forma de ver las cosas. En una se prohibía el “Gora Euskadi” y en otra no se podía decir “Viva España”. Ya ven, yo veo en todo ello muchas más similitudes que diferencias. Es la Euskadi monocolor y sólo cambia la variedad cromática que le pueda gustar a cada cual. Una y otra propugnaban imponer un pensamiento y una identidad única. 

            La Euskadi en la que creo es plural en sus formas de pensar y sentir. La que busca la convivencia entre los que piensan diferente. La que no quiere modelos monolíticos e impuestos. A esa Euskadi monocolor yo opongo una Euskadi “arco iris”. La libertad tiene colores y se construye desde el respeto a la diferencia. . Construir “un” arco iris que los armonice será fundamental para avanzar en conseguir el progreso social y económico. Es uno de los retos más importantes que tenemos que afrontar tanto en el presente como en el inmediato futuro.

            Conjugar “unidad y pluralidad” es clave. Una unidad que uniformiza todo es atosigadora y atenta a las libertades tanto de grupo como individuales. La división debilita la fuerza para lograr los objetivos que se persiguen.  En ese proceso de conjugar “unidad y pluralidad” será fundamental diferenciar aquellos temas que son prioritarios, de otros que son “menos importantes”. Sin hacer dejación de lo que pueden ser los planteamientos propios, habrá que transigir hasta lograr una cierta unidad de acción. Es avanzar desde el respeto y la diversidad.

Este marco plural es opuesto a aquellos que lo que quieren es confrontar dos unidades. En ese sentido los independentistas pueden ser tan uniformizadores como los seguidores de Vox. Especialmente esto es así cuando esa unidad se ha buscado alcanzarla mediante el recurso al terror y a la amenaza. Euskadi ha pasado demasiados años en los que el miedo evitaba la libertad de expresión. Primero con Franco y luego con ETA. Todavía algunos partidos siguen anclados en ese pasado.

            Una sociedad de hombres libres es también aquella que promueve que las personas con menos medios puedan acceder a unos servicios de calidad que eviten la discriminación en función de los recursos económicos de cada uno.

            La Euskadi en la que creo es la de una sociedad abierta al mundo. Pero también la que conjuga esa apertura con el orgullo de una identidad propia. La que hace posible conjugar el “ser diferentes” con la armonía con otros territorios. Es la Euskadi que busca más triunfar en esa competencia en un mundo cada vez más global.  Para lograrlo hay que facilitar los instrumentos que permitan avanzar. Nadie es siempre el mejor en todo. Hemos de abrirnos al mundo para ver en qué cosas debemos mejorar, conocer otros modelos.

            La Euskadi en la que creo es la Euskadi de las personas. Es aquella en la que todo proyecto político se tiene que sustentar en las voluntades individuales  y en el respeto hacia el diferente.  No creo que haya que deban prevalecer los proyectos políticos a las necesidades personales. En ese sentido habrá que priorizar tener los mejores médicos, los mejores profesionales de la educación o de la seguridad, por encima de que sus perfiles encajen mejor o peor en un determinado proyecto. Es en las dictaduras donde los científicos se eligen en función de la identidad ideológica. Pero cuando alguien está en un quirófano quiere que le opere el mejor profesional sin preguntar su ideología, su idioma, el color o el género de aquel que le está operando.

            Creo en una Euskadi en que se potencie el conocimiento, como motor que facilite mejorar nuestras cuotas de bienestar social. Las buenas ideas serán bienvenidas y no importa en el idioma en que se expresen. Hay que facilitar que el talento de cualquier persona pueda revertir en el conjunto de la sociedad. Hay que ser impulsor y evitar poner frenos a todo ello.

            No creo en una Euskadi que utiliza la expresión “español” como insulto. Tampoco creo en aquella que identifica a “vascos” con “nacionalistas” y menos aún con vincularlos a ETA.

            La Euskadi en la que creo es la que se fija por principal objetivo el mejorar la calidad de vida del conjunto de los vascos. En ese sentido habría que evitar todas las cuestiones que puedan dificultar ese objetivo. Buscar la excelencia antes que la procedencia.

            Creo en una Euskadi con igualdad de derechos y también de deberes. Una sociedad de mujeres y de hombres que puedan vivir libres de amenazas. También en la Euskadi en la que cada cual pueda expresar su sexualidad sin temor a represalias.

            La Euskadi en la que creo es en definitiva la Euskadi de mujeres y hombres libres que desde su libertad impulsen una sociedad mejor para todos.

jueves, 6 de junio de 2024

ALIANZA POPULAR (AHORA PP) Y EL PROCESO AUTONÓMICO LEONÉS.

 


            Diciembre de 1977. Siendo presidente de Alianza Popular Emiliano Sánchez Lombas hace estas declaraciones en nombre de su partido refiriéndose a la autonomía leonesa:  siempre sobre la base de no endosar a nuestra provincia en un régimen preautonómico que condicione de manera irreversible nuestra adscripción futura con determinadas provincias y sin un previo referéndum que permita conocer las verdaderas aspiraciones del pueblo leonés en lo que a su autonomía se refiere”.

            Al parecer una universidad (la Uned) incluso llega a afirmar que hubo ese referéndum al que alude en ese texto Alianza Popular. En fin, es evidente que no se dio nunca esa oportunidad a los leoneses (y tampoco a los castellanos) de votar este marco autonómico ni tampoco su estatuto. Parece mentira que una universidad que se supone debería ser “el templo del saber” diga esas cosas. Esto no son opiniones (respetables siempre), son hechos, nunca hubo tal referéndum. Curiosamente fue esa misma universidad la que en el 2004 publica un libro titulado “Regionalismo y autonomía en Castilla y León” en el que tuve oportunidad de participar.

            Siguiendo con AP el 10 de noviembre de 1977 su presidente afirma “reivindicamos la institucionalización de la Región Leonesa, contemplándola con aquellas provincias hermanas que constituyeron el Reino de León”.  En todo caso se afirma “la elección no debe ni puede ser capricho de uno o dos o los que usted quiera”. Ya ve, señor Mañueco esto es algo que decía Alianza Popular que luego paso a denominarse Partido Popular, su partido. Son datos comprobables y verificables por eso pongo la fecha en que se producen esas declaraciones. Siguiendo las aberraciones usted dice que alguien que ha votado en unas elecciones autonómicas a UPL tiene sentimiento de pertenencia a esta Comunidad. Identifica votar en las elecciones autonómicas con sentimiento de pertenencia  e incluso lo compara con lo que ocurre en Cataluña. Según usted sólo los abstencionistas no tienen ese sentimiento de pertenencia. Desde luego como analista usted no tiene precio, pero vamos que estas barbaridades las diga el presidente de esta Comunidad Autónoma…

            AP en 1978 de modo explícito rechaza la integración en la autonomía de Castilla y León. Así dice el 14 de enero de ese año “algunos parlamentarios tratan de incluir León en la futura Región Castellana, olvidando sin duda, que carecen de mandato popular necesario para irrogarse tal facultad. Es imprescindible un plebiscito que permita a los leoneses determinar su propio destino. En esta contienda León se ventila el ser o no ser”.

            Veamos, por una parte se dice que “León se ventila el ser o no ser”. Pues mire ha salido “el no ser” y claro los males se derivan de esa “no existencia”. Pero claro es que ese “no ser” se ha hecho de espaldas a la ciudadanía a la que nunca se le permitió el referéndum al que tantas veces se alude (y desde diferentes posiciones políticas). Pero aún más, resulta que los partidos y en concreto Alianza Popular se presentaba a las elecciones con unos postulados que posteriormente abandonaba. Busco el voto con esos argumentos y cuando ya la ciudadanía ha votado entonces cambio. Es esta una prueba más de que el proceso autonómico leonés fue todo menos democrático.

            La posición del diputado del PP Antonio Del Valle podríamos decir que tiene bastantes puntos en común con la que ahora mantiene Iniciativa Autonómica Leonesa. Así decía “que se logre uno para León, abierto a las provincias que quieran asociarse a él y sin perjuicio de integraciones posteriores”.

            En el segundo congreso provincial de AP celebrado el 21 de septiembre de 1.979 se ratificó mayoritariamente la opción autonómica uniprovincial. Sobre 134 votos emitidos 89 fueron favorables a esa opción, mientras que la opción de autonomía con Asturias superaba en votos a la que alcanzaba la de Castilla y León.

            Hubo personas dentro de ese partido que defendieron la autonomía leonesa y creo lo hicieron con sinceridad. Uno de ellos fue José María Suárez del que se recuerda que el día en que acudió a uno de los plenos institucionales con una corbata de luto en señal de duelo por la identidad leonesa. También fue el abogado que impulso el recurso contra los acuerdos que se habían dado en diferentes ayuntamientos leoneses. También en esa misma línea estuvo Alfredo Marcos Oteruelo.

            En definitiva tenemos que Alianza Popular tuvo un posicionamiento favorable a una autonomía leonesa y también a la existencia de un referéndum. Pero en esto coincidía con otros partidos como he tratado de mostrar en estos artículos. Claro igual resulta que el incluir León en el actual marco autonómico desde luego no fue en base a la voluntad de los leoneses y más bien cabría hablar de un engaño político.