El
alcalde de Valladolid, el señor Oscar Puente, tiene una curiosa teoría para
combatir la España vaciada. Podría resumirse en el: “todo para mí”. Para que
desperdiciar dinero en otras zonas cuando lo mejor sería concentrar todo en
Valladolid. Que eso supone dejar sin servicios a muchas poblaciones, bueno “pues
que vengan a mi ciudad y allí los tendrán”. Claro a uno le parece que eso no es
una posición muy de izquierdas y progresista. Ni siquiera tiene en cuenta a su
provincia y demanda que se concentre todo allí donde él es el alcalde.
Cuando desde León
y desde su propio partido vienen a decir que eso es un disparate, pues viene en
su auxilio el PP de Valladolid y presenta una moción en defensa de su alcalde.
Resulta que el que se considera ofendido
es el que mantiene esas posiciones del “todo para mí” que por otro lado podemos
considerarlo el discurso más localista del mundo mundial. No sé si esperaba que
los demás aplaudiéramos este tipo de discursos. Pero vamos no se preocupe que
ya viene en su auxilio el séptimo de caballería en forma de PP.
No deja de ser
curioso que aquellos que creen que Pedro Sánchez es el diablo en persona hagan
una moción de apoyo al alcalde socialista. Es claro que su “unidad como pucelanos”
es mayor que su oposición ideológica como partido. Valladolid los cría y ellos
la Junta.
Como no hay dos
sin tres, comparece como tercero el señor Igea de Ciudadanos. Como
vallisoletano de pro el vicepresidente de la Junta decide unirse a ese “festejo”.
Con un talante chulesco e insultante compara las reivindicaciones leonesas con
las del cantón de Cartagena. Olvida que en el escudo de España se reconoce en
sus cuarteles a los 4 grandes reinos, a saber: Castilla, Aragón, Navarra y
León. Es decir León es referencia esencial en la historia de España. No es que
nos equiparemos al cantón de Cartagena es que en ese escudo no están a las que
supuestamente se reconocen como “nacionalidades históricas”: Cataluña, Euskadi
o Galicia. Y no precisamente por “no ser España” sino más bien por cuanto se
englobaban en alguno de los otros cuarteles a saber: Cataluña en el de Aragón,
Euskadi en el de Navarra y Galicia en el de León. Uno no pide que el
vicepresidente de la Junta sea doctor en historia, pero creo que sí debería
conocer unos mínimos y evitar la descalificación y el insulto.
Llama también la
atención el silencio tanto del PP como de Ciudadanos de León ante las
posiciones de esos partidos en Valladolid. Supongo que quieren evitar el riesgo
de que sus jefes de Valladolid les hagan perder el puesto. La obediencia al
superior se premia aunque sea a costa de contradecir a sus propios votantes.
Hace cerca de 37
años que se creó la autonomía de
Castilla y León. Se han gastado ingentes cantidades de dinero en promover la
cohesión y una identidad única (por cierto me gustaría que se pusiesen cifras a
ese gasto). Incluso se crea una Fundación Villalar con ese claro objetivo,
siendo un caso único que no existe en el resto de las autonomías. 37 años
después los propios interesados reconocen su fracaso. Se ha dilapidado dinero
público para crear una historia a la medida de los promotores de esa Fundación.
Como el dinero no es inagotable lo que recibe la Fundación Villalar se sustrae
de otros servicios básicos como sanidad, transporte o servicios de bomberos. Es
decir se prefiere dejar sin servicio sanitario a los pequeños pueblos a tener
que cerrar la Fundación Villalar.
Aquí también hay
intereses creados, además del interés político que hay por mantener esa
Fundación están los intereses personales. Vamos lo que toda la vida se ha
llamado “mantener el sillón”. Por eso dicen no importa que le cambiemos el
nombre mientras yo pueda mantener mi sillón.
Parece inaudito
que a estas alturas todavía haya que explicar que los leoneses no somos
castellanos. Diría que incluso a lo largo de la historia representan dos
modelos políticos contrapuestos. Es el “espíritu de la ley” que desarrolla el
Reino de León (Fueros, Cortes, Regnum Imperiun Leonés…) frente a la “espada” de Castilla (que representa
principalmente el Cid Campeador o el propio concepto de castillo como recinto
militar).
Los leoneses
somos españoles así que asimilar el leonesismo con los movimientos
independentistas que se dan en otros sitios es una falacia más. La ignorancia
es atrevida. Me atrevo a decir que si hubiese triunfado el modelo leonés de
España probablemente hubiéramos conseguido una España mucho más cohesionada.
Los que dicen “no sois España” comparten muchos puntos en común con los que se
consideran “no españoles”. El modelo leonés de España se ha basado en “la
unidad en la pluralidad” y se diferencia claramente de ambos, pero claro eso
igual es difícil de entender desde Valladolid.