lunes, 12 de diciembre de 2022

VALLADOLID, CATALUÑA Y LEÓN.

 

            Leo hace unos días un artículo en el que se dice: “uno empieza a cansarse de tener que escuchar discursos de odio y de desprecio a Valladolid todos los días”. Para a continuar afirmando: “no tenemos suficiente con los catalanes como para tener que aguantar también a nuestros vecinos”.

            Ya ven ahora resulta que según esa visión, la víctima es Valladolid y los agresores el conjunto de los leoneses. No deja de ser curioso esa perspectiva cuando unas dos terceras partes del presupuesto de la Junta no se reparte por provincias. Ese presupuesto no provincializado “igual va” a una ciudad que reúne algo así como 54 de las 59 sedes del ente autonómico.

            Una vez más desde Valladolid se ejerce el antagonismo con Cataluña y lo asimila a las discrepancias con el marco autonómico de Castilla y León. Igual es que “no hay peor cuña que la de la propia madera”. No olvidamos que Valladolid fue repoblada con catalanes.

            Es un dato conocido que desde Valladolid históricamente se ha fomentado el marco de Castilla y León como referencia de oposición a los nacionalismos vascos y catalanes. En último extremo podemos decir que la integración de la Región Leonesa en ese conglomerado autonómico de Castilla y León es debido, precisamente a una concepción de España basada en la oposición del centro con la periferia, de fuerzas centrífugas y centrípetas. En base a esa idea general se propicia el marco autonómico que diseña Martin Villa (ministro que tenía como principal misión crear la España de las Autonomías) y el vallisoletano Gregorio Peces Barba.

            Recordamos que es precisamente en Valladolid donde en tiempos de Espartero surge la autodenominada Junta de Gobierno de la provincia de Valladolid. Su objetivo era lograr “la unidad castellana”.  Cuando a Espartero le sucede Joaquín María López los vallisoletanos se opondrán por cuanto esa candidatura había sido avalada por los catalanes.

            Esa estrategia de agrupación de las tierras de Castilla y de León en defensa de los intereses vallisoletanos frente a la periferia catalana se repetirá a lo largo de la historia. Podríamos decir que ese artículo viene a reafirmar algo que se ha repetido de forma continuada a lo largo de la historia.

            En 1869 se propugnaba desde Valladolid el “Pacto Federal Castellano” . En el mismo se promueve establecer un marco territorial de Castilla la Vieja con capital en Valladolid que estaría integrado por 11 provincias: Ávila, Burgos, León, Logroño, Palencia, Salamanca, Santander, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora. También en ello se ve el trasfondo de oposición a Cataluña y la búsqueda de consolidar a Valladolid como una especie de contrapoder.

            Ese intento tuvo una respuesta contundente de los republicanos leoneses. Así publican un documento en el que entre otras cosas dicen: “la provincia de León, Título y Cuna del primer Reino de la reconquista por su situación topográfica, por sus producciones, por sus costumbres, no pertenece ni puede considerarse como una parte de Castilla la Vieja: y que cuenta con elementos más que suficientes para constituir por sí un Estado próspero, no debe ni puede ser absorbida por otro, sea cualquiera su nombre y con el que no la unirán seguramente relaciones de ninguna especie”.

            También en ese mismo texto se reclama el derecho a “no perder el nombre de leoneses ya que con él y no con el de castellanos se han distinguido siempre”.

            Dice el refrán que “el que siembra vientos, recoge tempestades”. Por eso mismo este modelo de una España enfrentada y uniforme, propicia la reacción contraria y favorece los movimientos independentistas. Uno diría que es evidente que la autonomía de Castilla y León no ha favorecido la cohesión  y la unidad de España. Los datos son los que son. En 1977 los nacionalismos periféricos reunían en conjunto 24 escaños, hoy sin embargo llegan a 42. Entre otras cosas eso supone mucha mayor fuerza para condicionar el conjunto de las leyes que salen de esas Cortes.

            El modelo leonés es muy diferente. No se basa en la contraposición y en lograr una unidad imponiendo un modelo uniforme. Se busca una “unidad en la pluralidad”. Desde el reconocimiento de la diversidad se busca fortalecer esa unidad. Por eso mismo marca distancia tanto de los “uniformizadores” vallisoletanos que buscan imponer su modelo a otros territorios como Cataluña. Pero también de todos aquellos que consideran que Cataluña y España son unidades distintas. En ese sentido podríamos decir que vallisoletanos e independentistas catalanes tienen bastantes puntos en común.

            Para terminar hay que decir que tampoco cabe hablar como se hace en ese texto “de los catalanes”. Los catalanes no son uniformes, son diversos en sus formas de pensar y sentimiento de identidad. Utilizar esa expresión viene a equiparar catalanes con “nacionalistas catalanes” . En eso también vemos un discurso que a los nacionalistas catalanes les encantará ( y a mí no).

viernes, 2 de diciembre de 2022

LOS ALCALDES DE VALLADOLID.

 


         Los últimos alcaldes de Valladolid han sido Javier León de la Riva del PP y Oscar Puente del PSOE. En lo que respecta a sus posiciones respecto a León y a lo leonés podemos comprobar que son muchas más las similitudes que las diferencias.

            León de la Riva defendía que "los ciudadanos del resto de la Comunidad Autónoma deben sufragar con sus esfuerzos las infraestructuras de Valladolid y en consecuencia su bienestar". Oscar Puente dice que “la despoblación del medio rural se arregla haciendo crecer Valladolid, de modo que anima a los que abandonen sus pueblos que se vayan a Pucela”.

            Uno y otro (al parecer adversarios políticos) tienen el esquema de que habría que tener un único aeropuerto, un único parque tecnológico, un único centro administrativo y hasta un único equipo de baloncesto… Curiosamente todo ello “en Valladolid”.

            Tanto para el alcalde del PP como para el alcalde del PSOE las inversiones en Valladolid son rentables y se aprovechan, hacer inversión pública en los territorios leoneses es “tirar “el dinero. En ese sentido cree que hay que evitar invertir en dotar de medios al mundo rural.

            Para esos alcaldes “la reclamación leonesista en más vieja que el hilo de cobre”. Incluso presentan a Valladolid como el territorio que “paga el pato de ser la capital no oficial de la Comunidad”. Curioso que quieren, que les diga.

            En prepotencia y chulería esos dos alcaldes tienen una importante disputa. Ellos son el centro del mundo mundial. Son los nuevos y los modernos, los demás somos antiguos y trasnochados. Al argumento se responde con el insulto.

            Desde su concepción Valladolid consigue sus éxitos en función del propio trabajo y los leoneses son unos quejicas que además dificultan su  expansión. En esa línea Oscar Puente dice que “hay que llorar menos y trabajar más”. Esto decir mantiene que si la Región Leonesa no prospera es por cuanto los leoneses somos unos vagos y ellos unos trabajadores eficientes.

Es bien significativo que el papel de reivindicación de este tipo de cosas lo ejerza el alcalde de Valladolid y no tanto el presidente de su Diputación Provincial. Todos conocemos el nombre del alcalde de esa ciudad castellana pero muy pocos el de quién es el presidente de su Diputación. La capital vallisoletana empieza a ejercer su papel centralizador y asfixiante para empezar con su propia provincia.

Su concepto es que ya sea por la vía administrativa de los presupuestos o por la vía privada, los dineros de la ciudadanía de la Comunidad hagan crecer a Valladolid. Por la vía administrativa es claro que los presupuestos de la Junta tienen como destino preferente la capital del Pisuerga. Lo tratan de esconder evitando provincializar los presupuestos, pero el resultado a pocos engaña. Hay que tener en cuenta que de 59 Departamentos de la Junta 54 tienen su sede en Valladolid. Claro eso explica que de los 50.000 millones que se han repartido en la última década el 90% se los haya llevado Valladolid. Para el alcalde León de la Riva (del PP) esto es correcto y a Oscar Puente le pueden parecer hasta poco. Negar que ello no tenga que ver con su desarrollo económico es inverosímil.

Pero a todo esto hay que añadir las vías de financiación privada. La centralización de vuelos en el aeropuerto de Valladolid obliga a que los viajeros se tengan que desplazar hasta allí pagar sus billetes y los gastos que ocasionan. Si necesitan atención médica vayan a Valladolid para que les atiendan y gasten allí sus dineros. Pero si les gusta el juego vayan al Casino de Valladolid a realizar sus apuestas. El resto de ejemplos se los dejo a cada lector.

Este debate deja a las claras el modelo territorial de esa Comunidad en el que Valladolid busca la centralidad y para ello no duda es destruir tanto a la Región Leonesa como a Castilla. Lo hace desde una población que necesita para ocupar esa posición central, de la unidad autonómica de la Región Leonesa y de la Castellana. ¿Dónde quedaría Valladolid si hubiese una Autonomía Leonesa y otra Castellana? ¿Qué argumentos tendría entonces para reclamar que "su aeropuerto fuera el de toda la autonomía"? ¿De qué autonomía estaríamos entonces hablando?

En  este discurso coinciden plenamente un alcalde del PP y un alcalde socialista. Por ello  habría que concluir que es “propio del territorio del que son alcaldes” y no tanto del partido al que pertenecen. Es notorio el choque que dentro del mismo partido tienen Oscar Puente y José Antonio Díez. Pero también en su momento Javier León de la Riva lo tuvo con miembros de su partido como Juan Morano.

En definitiva hay que decir que ese discurso es propio de las personas que residen en Valladolid con independencia de que voten a un partido de izquierdas o de derechas. Ello hace que la cuestión tome un carácter estructural y no coyuntural (en función de aquel que ocupe la alcaldía ). Por ello mismo cuando no se comparte un proyecto común lo mejor es la separación.

viernes, 4 de noviembre de 2022

SOBRE EL CONCEPTO DE LEONESISMO.

 


            A mi modo de ver existe bastante confusión a la hora de definir lo que significa “ser leonesista”. En base a ello trataré de hacer mi particular aportación a lo que entiendo por leonesismo. A ello voy a dedicar este artículo.

            Definiría leonesismo como el movimiento social que busca que la identidad leonesa tenga un reconocimiento político como Comunidad Autónoma en el marco plural de España.  Sin embargo he podido ver que personas que asumen ese planteamiento sin embargo evitan definirse como leonesistas y recurren a otros términos como “leonesidad”. Es claro que dentro del leonesismo hay versiones distintas pero el punto en común es esa defensa de la autonomía leonesa. Tampoco creo correcto que  se vincule al amor a una tierra o a la defensa de sus tradiciones o su cultura. Ese “amor” no es privativo de nadie y tampoco de los leonesistas. Dicho esto, también hay que decir que sin tener la exclusiva, es mucho más frecuente encontrar defensores de los rasgos culturales propios de los leoneses entre los leonesistas. En el polo opuesto nos encontramos con aquellos que priman económicamente a los que buscan anular nuestros rasgos de identidad (por ejemplo a través de la Fundación de Castilla y León).

            De algún modo desde el leonesismo se reclama que se dé carta de existencia en la división de España a la realidad identitaria leonesa. Hoy evidentemente falta ese reconocimiento y en multitud de ocasiones en diferentes medios aparece lo leonés como una parte de Castilla. Todo ello sin que desde las instituciones se mueva un dedo para evitar ese atentado a nuestra identidad (aun cuando ello no sea objeto de discusión).

            No creo que se pueda asimilar el leonesismo con los diferentes movimientos nacionalistas que existen en España. En muchos casos (y en particular en Cataluña) esos movimientos nacionalistas rechazan su pertenencia a España y abogan por la independencia. Son “uniformizadores” en tanto reconocen sólo dos unidades; la “suya” y “la española”, unidades que por otro lado “confrontan” (como se puede ver en las diferentes manifestaciones que se han dado en Cataluña). El leonesismo por el contrario busca el reconocimiento de su identidad dentro de una España plural. En ese sentido aquellos que renuncien a su identidad como españoles no formarían parte del movimiento leonesista (ello sin menoscabar lo que puedan ser su derecho a expresar lo que consideren, como cualquier otro movimiento político).

            Desde otras posiciones se han postulado el “internacionalismo”. Creo que ello también es un error. Sin duda los seres humanos tenemos unas necesidades básicas comunes. En un mundo cada vez más globalizado compartimos muchas cosas con personas que viven en otros territorios. La solidaridad no se detiene ante las fronteras. Sin embargo creo que desde esos movimientos no se ha tenido suficientemente en cuenta las diferentes realidades culturales. La identidad como seres humanos no es excluyente de las diferentes formas que cada colectivo social  tiene de relacionarse con el mundo. A la solidaridad se llega desde el reconocimiento de la diversidad y no tanto desde la consideración de que todos somos iguales y uniformes.

            En el fondo creo que tanto desde el nacionalismo como desde el internacionalismo hay una cierta defensa de la uniformidad social. Las perspectivas pueden ser diferentes al definir esa uniformidad, pero tienen ese punto en común. El nacionalismo parte de la “unidad geográfica” y el internacionalismo más bien de la “unidad económica”.

            El leonesismo apuesta por la defensa de la diversidad, de la pluralidad. Frente al Cataluña-España, los leonesistas se reconocen en una España plural en la que tenga cabida Andalucía, Asturias, Cataluña, Euskadi, Castilla, Aragón… pero también la Región Leonesa.

            En mi tesis doctoral se recoge una encuesta que buscaba conocer la identidad política de los leonesistas (en los inicios del proceso autonómico). Esa encuesta ponía de manifiesto que dentro del leonesismo había una importante pluralidad política que era reflejo de la propia sociedad leonesa. Defender ese reconocimiento político de la identidad leonesa no es privativo de que alguien opte por determinadas posiciones ideológicas.

            Diríamos que el leonesismo es un movimiento más social que político y que no se circunscribe a una determinada opción de partido. Sin embargo en algún momento, se ha visto en la necesidad de entrar en el plano más estrictamente político por cuanto su reivindicación básica no era recogida por los partidos establecidos. Diríamos que esa inclusión en el plano político se hace más por necesidad que por vocación.

            En definitiva entiendo que el leonesismo no cabe vincularlo al nacionalismo ni tampoco es privativo de un “sentimiento de amor a la tierra”. Habrá que buscar unidad en la consecución de ese objetivo y evitar que nos perdamos en un debate estéril sobre palabras que no hace más que generar confusión. Este artículo ha pretendido aclarar lo que entiendo es y significa el concepto de leonesismo.

INDEPENDENTISMO A LA MADRILEÑA.

 


         En mi opinión el comportamiento de Isabel Díaz Ayuso al frente del Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid tiene muchos paralelismos con lo que vienen teniendo los que defienden posiciones independentistas. A la presidenta del Gobierno de Madrid le da igual lo que se dicta desde el Gobierno de España y marca posiciones propias e independientes en diferentes temas y asuntos. ¿Qué hay que adoptar medidas de ahorro energético? , bueno eso será para el resto de los españoles y europeos, para los madrileños no. Incluso cabe decir que en esas posiciones van más allá de las que adoptan gobiernos con mayoría de independentistas (como el gobierno de ERC).

         Una cosa es tener criterios distintos y discrepar de las normas del Gobierno de España y otra desobedecerlas. Ayuso suele hacer alusión al concepto de “libertad” para justificar sus propias posiciones. Así en campaña electoral promovía el elegir entre “socialismo o libertad” (y desde luego con buen resultado). Pero claro el concepto de libertad ha sido utilizado también desde el independentismo e incluso cabe recordar que ETA se traduce por “Euskadi hacia la libertad”.

         El funcionamiento de cualquier sociedad exige un respeto a las normas. Eso parece fuera de duda. La cuestión será entonces si las mismas surgen en base a criterios personales de un dictador o a través de procedimientos democráticos en las que son las urnas las que expresan la voluntad popular. No puede ser que esas normas se sigan o no en función de lo que sea la forma de pensar de cada uno. Si una carretera indica un límite de 80 km/hora habrá que respetarlo por mucho que alguien pudiera considerar que habría que subir ese límite a 120 km/hora. Lo contrario supondrá una multa (como todos sabemos)

         Ayuso viene a tener un concepto en el que Madrid es igual a España. Desde posiciones netamente centralistas viene a considerar que el resto de España vienen a ser una especie de “aledaños de Madrid”. Incluso se ha permitido insultar a los leoneses que reclaman un reconocimiento de la Región Leonesa llamándonos “paletos”. Vamos que el señorío y la grandeza pertenecen a Madrid. Por cierto en sus discursos ha mostrado un importante desconocimiento de la historia de España.

         Las posiciones de Ayuso de identificar España con Madrid lo que hacen es reforzar al independentismo. Vendría a ser “yo no soy madrileño, luego no soy español”. Pero claro somos muchos los españoles que no somos madrileños ni tampoco estamos de acuerdo con las posiciones que adopta Ayuso desde la Comunidad de Madrid.

         Creo que el reconocimiento de una España plural y diversa puede ser un factor de cohesión importante. El reduccionismo que se práctica desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid puede tener el efecto contrario. Hay que conseguir avanzar en la unidad desde el respeto a la pluralidad. Mi posición es de rechazo hacia las posiciones independentistas pero también a ese “independentismo madrileño”.

         El reconocimiento de la diversidad es esencial para lograr la unidad. No puede ser que como el que gobierna no es de mi partido entonces no  cumplo su normativa. Esa diversidad también lo es en lo que puede ser su ideología y tiene su reflejo en el Parlamento. Hay españoles que se consideran mejor representados por Unidas Podemos, otros por Vox , otros por el PSOE, otros por el PP y unos más por cualquier otro partido. También los hay que prefieren abstenerse. Todos ellos son por igual españoles. La representación de España y los españoles se da en el conjunto del Parlamento y no es exclusiva de una parte.

         No entiendo que se utilice la bandera de España en la confrontación entre equipos españoles. Por decirlo claro, esa bandera de España representa por igual al Barcelona que al Real Madrid y no cabe utilizarla para animar a uno de esos equipos (lo que vendría a promover que el otro equipo no considerase esa bandera como propia). Si podría tener sentido utilizarla cuando se trata de animar a un deportista o equipo español frente a otro que no lo es. Para conseguir que todos nos sintamos identificados con esos símbolos es importante evitar cualquier apropiación ya sea a nivel geográfico o ideológico.

         Creo importante que esa “otra España” gane protagonismo en los medios y en el plano social. Hay que evitar plantear el debate territorial como una confrontación entre “Madrid con Cataluña o con Euskadi”. En la medida que el plano se abra hacia el reconocimiento de esa pluralidad y diversidad ganaremos en avanzar en una mayor cohesión social. El independentismo madrileño no contribuye precisamente a ello, sino más bien todo lo contrario.

jueves, 6 de octubre de 2022

LA POLARIZACIÓN SOCIAL Y CLIMÁTICA.

 


En mi opinión un signo de los tiempos que vivimos es la polarización. Creo que esto es algo que se da en España pero que en general se está produciendo a nivel mundial. Podrían ser muchos los ejemplos. En Estados Unidos se produce una polarización entre los partidarios y los contrarios al expresidente Trump. En Argentina nos muestran una sociedad polarizada entre los partidarios del actual gobierno y sus contrarios que ha desembocado en el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner. En Brasil la polarización es entre Bolsonaro y Lula. En Francia su sistema electoral nos muestra una clara polarización fundamentalmente entre partidarios y contrarios a Marine Le Pen. En España ha llegado esa polarización entre “la derecha” y “la izquierda”.

No creo que este fenómeno de la polarización se reduzca exclusivamente al ámbito político. Así en la dinámica de relaciones internacionales estamos volviendo a la política de bloques y al renacer de “la guerra fría”. Ha aumentado en gran medida la división y con ello las tensiones a todos los niveles.

En la religión creo que se han ido dejando a un lado los procesos ecuménicos y han aumentado las divisiones. Son muchos los  países árabes en los que el poder político se asocia en gran medida al religioso. También se deja ver el papel que la iglesia ortodoxa rusa está jugando respecto a Putin ( lo que ha provocado tensiones y separaciones en esa iglesia ortodoxa ). En el mundo musulmán aumentan las tensiones entre los sunníes y los chiíes.

Curiosamente está tendencia a la polarización también la podemos observar en el clima. Desaparecen las estaciones “intermedias” (primavera y otoño). Todo se concentra todo en un verano tórrido y en un invierno donde aumentan las tormentas y los desastres naturales (lluvias torrenciales, huracanes…).

Considero que en general esa polarización tiene unos efectos que son claramente negativos en cualquiera de los ámbitos que se considere. En el ámbito climático está provocando graves problemas en el desabastecimiento de agua y tampoco parece que haya muchas dudas de que el aumento de las temperaturas ha conllevado el aumento de la mortalidad. A todo ello habría que unir los efectos sobre la diversidad animal o el deshielo en diferentes puntos del planeta.

En el plano político y social tampoco veo efectos positivos en ese proceso de polarización social. Esa división fractura los procesos de diálogo y promueve el enfrentamiento. Se da el paso de considerar al “otro” como un “adversario” a considerarlo como un “enemigo”. En base a ello aumenta la frecuencia con la que se utiliza el insulto y la descalificación que muchas veces sustituyen al debate.

Tal vez por conocerlo mejor piensen ustedes que esto es algo que se da en exclusiva en España. Yo pienso que “también” se da en España pero en modo alguno en exclusividad. Uno de los mayores ejemplos podría ser el de Trump que incluso ha alentado el asalto al Capitolio (algo de lo que afortunadamente estamos muy lejos en España). En Brasil compiten en la elección una persona que ha salido no hace mucho de prisión (Lula) con otra que ha obviado los efectos de la pandemia en su país (entre otras muchas cosas). Los ejemplos podrían extenderse a otros muchos países como Francia, Finlandia, Argentina…

Es habitual que admitiendo que esto es así se descargue la culpabilidad en “los políticos”. Creo que con ello se busca evitar culpabilizarnos a nosotros mismos. Personalmente considero que las causas son más profundas. Los políticos y la política vendría a ser un nivel más superficial. Pero cuando esto es algo que se da a nivel mundial no creo que sus causas se puedan reducir a la esfera política. Menos aún el que se pueda pensar que la causa sea “los contrarios políticos”.

En la polarización social creo que  tiene que ver el que cada vez más la realidad se percibe tamizada por filtros ideológicos. De este modo ya “nos interpretan” esa información y se tiende a elegir aquella interpretación que mejor se ajusta a la nuestra. Las redes sociales se encargan de que nos llegue de modo exclusivo la que en mayor medida se ajusta a nuestra forma de pensar. Los medios de información dependen cada vez más de la publicidad institucional. El lector contribuye cada vez menos con sus aportaciones económicas al mantenimiento del medio, con lo que es mucho más complicado la independencia.

Esta situación hace complicado el contrastar ideas, el generar debates. Hay pocas oportunidades de conocer opiniones distintas, tampoco existe predisposición y apertura a conocerlas.

Creo que estos procesos de polarización suponen un serio obstáculo para el avance social. Los problemas que tenemos a nivel mundial son tan importantes que no habría que distraer fuerzas en demonizar al adversario.

Deberíamos avanzar en el respeto hacia aquellos que piensan distinto en cualquier ámbito. “La verdad” es poliédrica y no creo que sea lo mejor el decir aquello de que “no hay más verdad que mi verdad”. La pluralidad de orígenes y la diversidad de conductas se extiende a nivel mundial. La tolerancia es la actitud que nos puede llevar a mejorar nuestras condiciones de vida. No creo que sea el mejor camino el promover la polarización (en cualquier ámbito).

jueves, 29 de septiembre de 2022

LA SUPUESTA ESPAÑA DE VOX.

 


         Para empezar me gustaría aclarar una cosa. Quién esto escribe es y se siente español. Es de los que sigue y se alegra con los triunfos españoles ya sea en el deporte o en cualquier otro ámbito. Ha sido alguien que acudió a la plaza Moyua de Bilbao a celebrar el que la selección española de futbol ganase el mundial ( por poner un ejemplo).

            Pero a la vez que hay que decir alto y claro que España es plural ya sea a nivel territorial o en las formas de pensar. Que ser español no significa asumir las propuestas de VOX. Incluso habría que decir que esa identificación de ESPAÑA=VOX lo que hace es promover las posiciones independentistas. De hecho los mayores interesados en identificar las ideas de VOX con España son los independentistas. Vendrían a decir “tu que rechazas a VOX no puedes ser español”.  Sin embargo hay que recordar que en el índice mundial de “democracia” que elabora The Economist, España es uno de los 19 países que aparecen como “democracia plena” (sobre un total de 167 países). Supera en ese índice a países como Francia, Italia o Estados Unidos (entre otros muchos). Pero claro esa imagen de la España democrática no es algo que le interese difundir al independentismo. Por eso los aparentemente contrarios se convierten en aliados.

            Dicen ustedes que defienden un modelo igualitario de derechos para todos los españoles. Mire en eso hasta podríamos estar de acuerdo, siempre y cuando no confundan igualdad con uniformidad. Para ser iguales no hace falta “ser uniformes” y hay que respetar la diversidad de culturas o modos de pensar.

            Pero claro esa igualdad que predican habría de ejercerse primero en aquellas instituciones desde donde se gobierna. ¿ En serio piensan ustedes que desde la Junta de Castilla y León se hace un trato igualitario para las provincias y regiones que integran ese marco autonómico? Por poner sólo algún ejemplo (que podría haber muchos más)        ¿Es admisible que la mayor parte de los fondos transfronterizos los lleve una provincia que no tiene frontera con Portugal? ¿ Se entiende que la federación de montañismo se instale en una provincia que no tiene montañas? Vamos que si quieren defender esa tesis de “igualdad” lo mejor que pueden hacer es aplicarla allí donde gobiernan y parece que no es el caso. No es creíble que se pida a otros lo que uno no hace.

            Por otro lado tampoco creo que se haya dado un trato de igualdad a la Región Leonesa cuando se crea la España de las autonomías. Aunque alguno de ustedes habla de “supuesta Región Leonesa”, basta acudir a cualquier libro de texto de la época para saber que una de las Regiones de España era la Región Leonesa que la constituían León, Zamora y Salamanca. Ya ven, la única Región que no se constituyó en Comunidad Autónoma fue precisamente la Región Leonesa. También hay que decir que ese proceso fue de todo menos democrático y contó con la oposición de la sociedad leonesa. Incluso la Diputación Provincial por 20 votos frente a 4 rechazo la integración de León en ese marco autonómico. No fue un proceso ni justo, ni igualitario.

         Les recordaría que hay también “otros españoles”  que se emocionan con las victorias  de equipos o deportistas españoles. Los que van a festejar esas victorias y se entristecen con las derrotas. Esa unidad en el sentimiento puede expresarse desde identidades políticas no sólo distintas sino hasta opuestas. El español es monárquico y republicano, conservador y progresista, comunista y liberal… Reducir España y los españoles a un determinado espectro político es contribuir a erosionar España y lo español. Diría que de hecho aún padecemos el que la imagen y la bandera de España para algunos representa el franquismo.

            Creo en la unidad que se construye desde la aceptación de la pluralidad, de las diferencias en los modos de pensar y de ser. Hay que evitar que la imagen de España se vuelva a asociar un marco ideológico determinado. Entiendo que ello también debe ser  tarea de las fuerzas progresistas el evitar esa apropiación de los símbolos españoles.

            Creo en la España plural en la que cabemos todos. Desde esa concepción habrá que entender que los caminos son distintos y que las propuestas de solución a las diferentes cuestiones no van a ser iguales. Sin embargo desde el convencimiento de que nadie posee toda la verdad, es necesario el respeto al diferente. Especialmente en las situaciones complejas y difíciles como la actual, se hace especialmente necesario ese esfuerzo hacia la unidad. La prosperidad económica está especialmente asociada a todo ello. Esperemos que logremos lograr recuperar la “unidad plural” que nos conduzca a la prosperidad. El modelo de esa “supuesta España” de Vox hace muy flaco favor a esa España que dice defender.

domingo, 11 de septiembre de 2022

LA IMAGEN Y LA PALABRA.

 


         He escuchado muchas veces que “una imagen vale más que mil palabras”. Sin embargo entiendo que con esa frase se referían al papel del ejemplo y de las acciones a realizar. Las palabras podían quedar en nada y si era importante trascender y “pasar del dicho al hecho”.

            Sin embargo hoy diría que en muchos casos “sólo vale la imagen” y no como ejemplo de conducta. La facilidad y la inmediatez de la imagen gana, frente  a tener que detenerse unos minutos a leer lo que alguien nos desea decir. Yo mismo lo he podido experimentar. No hace mucho estuve presente en un acto en el que participaban varias personas. Tuvo una duración de unas 2 horas y en el mismo hablaron hasta 4 personas. Todos los comentarios respecto a ese acto han sido relativos a la foto asociada al mismo. Lo que se hubiera dicho en ese acto no se tenía para nada en cuenta (ya sea para aprobarlo o para rebatirlo). La imagen tapaba cualquier tipo de contenido que se hubiera dado.

            Los medios audiovisuales van ganando cada vez mayor peso. Sin embargo el pensamiento y la reflexión exigen unos modos que se vinculan a la palabra ya sea en formato oral o escrito. El conocimiento evoluciona en base a lo que en otros momentos hayan podido escribir otras personas. La imagen se desvanece al poco tiempo, es un signo de la fugacidad en la que vivimos.

            Vivimos unos tiempos que suponen problemas de gran complejidad y que es complicado abordarlos. Sin embargo a la vez reducimos en gran medida los canales para abordarlos. La extensión en la capacidad de comunicación es contraria a la intensidad de esa comunicación. Es decir podemos llegar a mucha más gente a través de las redes sociales, pero esa comunicación es “menos intensa”. Si antes había un género literario “epistolar” y basado en las cartas que se escribían, ahora todo se reduce a unas pocas líneas que se escriben en tu móvil. Lo que se ha ganado en cantidad, se ha perdido en calidad.

            Creo que además ese valor que va ganando la imagen lleva también una mayor “privatización” de los canales de difusión. La complejidad para crear y difundir imágenes es mucho mayor que la que supone el escribir este artículo. Me refiero a la parte técnica.

            A través de la imagen se busca el impacto, aquello que resulte especialmente llamativo. En base a ello se quiere que tenga el mayor número de visionados en las redes sociales. Ese impacto es puntual en el tiempo, el olvido es también muy rápido. Por otro lado también hay una creciente exigencia de que esas imágenes o videos no duren más allá de unos segundos.

            Con los medios disponibles hoy es sencillo manipular las imágenes, con lo que se complica discernir si aquello que vemos corresponde a una imagen real o manipulada. Lo ficticio va cobrando protagonismo.

            Nuestra sociedad cada vez es más dependiente de aquello que le llega por medios electrónicos. La cosmovisión del mundo nos llega filtrada por la óptica de unos medios o de unas redes sociales. Se puede hacer particularmente complicado establecer criterios propios de evaluación de las cosas.

            La sucesión rápida de los acontecimientos deriva que las noticias se presenten de forma fragmentada y un tanto deslavazada. Uno diría que la interpretación de las cosas va asociada al uso de la palabra y por eso mismo muchas veces nos falta. Incluso cabría decir que hoy una de las profesiones más valoradas son las que se asocian a la interpretación de los datos. Hay un gran volumen de información que se hace necesario interpretar.

            Podríamos decir que el conocimiento de una persona o de un determinado tema lleva su tiempo, si pretendemos pasar del nivel superficial. Sin embargo es bastante habitual que en nuestra sociedad ese conocimiento se dé simplemente a “fogonazos”. Con ello es complicado superar la epidermis del conocimiento. La consecuencia es que todo se hace más fugaz y hay una deriva social sin encontrar un camino determinado.

            Esta búsqueda atropellada por alcanzar el tiempo, por llegar a lo último, lleva a la desorientación y a la confusión. Para encontrar soluciones a los problemas es preciso el análisis. Y claro para llevar a cabo ese análisis es preciso utilizar la palabra. No se trata tanto de acumular datos como de dar sentido a aquellos que nos llegan. Habrá que diferenciar lo importante de lo accesorio, pero claro no siempre lo importante es “lo último”.

            Uno desearía que la imagen no tape a la palabra. Soy de los que sigue creyendo que lo sustancial de las cosas se encuentra más en lo que alguien escribe o nos cuenta a través de la palabra. Pero también soy de los que creen que ese papel está siendo suplantado por la imagen. Sirva este artículo para reivindicar la palabra.

viernes, 19 de agosto de 2022

¿QUIÉN NOS DEFIENDE?

 


            Lo menos que se podría pedir a una administración es que cuando sus administrados se vean dañados en sus derechos, los defienda. Yo eso no lo veo en la Junta de Castilla y León. Cuando se hacen unas obras que significa que el agua de León pasa a que se vierta hacia Asturias no he visto que la Junta venga a defender el que se evite ese trasvase. Tampoco lo he visto cuando se ocupan pastos indebidamente. El último ejemplo podría ser la caída del viaducto de la A-6 en la que ha sido mucho más notoria la actuación de la Xunta de Galicia, mientras que una vez más la Junta de Castilla y León se hace notar por su ausencia.

            La ola de calor ha provocado incendios en diferentes puntos de España. Sin embargo el de la Sierra de la Culebra en Zamora ha adquirido especial  gravedad hasta el punto de marcar cifras récord de superficie quemada. Habría que preguntarse el motivo por el cuál ese incendio ha adquirido especial gravedad. Igual tiene que ver el que no se contaba con el dispositivo suficiente y ello ha provocado que ante las primeras llamas se llegase demasiado tarde. El no contar con medios tiene mucho que ver con el hecho de que la Junta ha preferido destinar sus recursos a otras cuestiones como por ejemplo la que antes se denominaba Fundación Villalar y ahora de Castilla y León. En el 2015 publicaba un artículo que titulaba ¿Fundación Villalar o apagar incendios? Bueno pues los actuales dirigentes de la Junta parece que han elegido que es mejor ideologizar a la ciudadanía que utilizar esos recursos en apagar incendios.

            Las personas que siguen mis muchos escritos saben que soy partidario de una autonomía leonesa. Pero no, no pienso que alcanzada ese marco autonómico se resuelvan de modo automático todos nuestros problemas. Lo que ya nadie puede discutir es que en este marco autonómico las cosas nos van muy mal. Da igual el indicador que se tome ya sea demográfico, económico o cultural. La cuestión es tan evidente que en mi opinión ya no merece la pena ahondar más en ella. Si algo va mal y es así en cualquier tipo de coyuntura (expansiva o de recesión) creo que lo más coherente es buscar una salida alternativa. Seguir sabemos que es malo, así que habrá que promover el cambio.

            Un marco autonómico propio creo que favorecerá que al menos se actué en defensa de los propios intereses. Es un dato para tener en cuenta que entre 1981 y 2020 el conjunto de las tres provincias leonesas sobre el conjunto de la población de España perdió un -0.93 (-153.882 personas). Sin embargo en el conjunto de las autonomías uniprovinciales se ganó +2.33 (3.331.752 personas). Si excluimos Madrid el porcentaje sigue siendo positivo +0.51 (1.271.410). Igual convendría considerar estos datos para aquellos que piensan que una autonomía leonesa aunque deseable, no es posible.  En el libro del que soy coautor “Región Leonesa, la 18 Comunidad Autónoma Española” pueden encontrar detalle ampliado de todo ello, con comparaciones con Navarra, Cantabria o La Rioja.

            Que todo un vicepresidente de la Junta indique que la causa de la despoblación rural es que se desvincula el sexo y procrear es algo  inaudito.  Sin embargo como estamos en una cultura en la que a mayor barbaridad, mayor difusión, pues resulta que hasta en los medios de Estados Unidos se han recogido esas declaraciones. Desde luego no creo que ello sea defender el medio rural.

 Otro ejemplo de esa falta de defensa de “lo propio” sería el de Tierra de  Sabor que con un alto presupuesto (más de 4 millones de euros) tiene un  planteamiento unitarista en este caso vinculado al ámbito comercial. Los colores amarillos de su logotipo, la alusión a los castillos en su propaganda, el promover la marca de queso castellano como extensiva a marcas y productos  leoneses… ¿Qué efectos beneficiosos para los leoneses tiene esas elevadas inversiones? No creo que ello contribuya a la promoción de productos leoneses sino más bien a “ocultarlos”. Retaría a los promotores de Tierra de Sabor a que en una prueba de un mismo producto uno con “Tierra de Sabor” y otro sin esa marca se viese cuál de los dos tendría más venta. Si el resultado para el producto con la marca Tierra de Sabor fuese el mismo o inferior al que no tiene esa marca significaría que la elevada inversión en mantener esa marca no sería justificable.

La falta de promoción de nuestros productos afecta muy directamente a su comercialización. La no venta supone menos recursos económicos y ello lleva a la despoblación. Pero esto también es extensivo al plano cultural. Se difunde lo que es afín al poder que gobierna y se evita aquello que el señor Mañueco define como “ocurrencia”. Así que habrá que demostrar que existimos a su pesar.

jueves, 11 de agosto de 2022

REGIÓN LEONEA ¿FUNDACION CASTILLA Y LEÓN O APAGAR INCENDIOS?

 


¿Saben ustedes que la Fundación de Castilla y León (antes Villalar) cuesta a la ciudadanía la nada despreciable cifra de 1,3 millones de euros cada año? Por ello mismo creo que su denominación más apropiada sería la de  Fundición de Dinero Público. 

Los recursos de la administración, como los  de cualquiera de nosotros, siempre son limitados. Por ello hay que plantearse los beneficios que se derivan de ese gasto tan importante. Los objetivos de la Fundición de Dinero Público Castilla y León (antes Villalar) son contribuir al adoctrinamiento en la cultura oficial, aun cuando para ello haya que recurrir a las falsedades y para pagar a todos aquellos que se presten a escribir al dictado del poder. Sería grave gastar todo ese dinero para nada, pero en este caso sería lo mejor que nos pudiera ocurrir. Para los leoneses cualquier objetivo que alcance se medirá en un sentido negativo. Busca diluir la historia y la cultura leonesa para sustituirla por una artificial y falsa que favorezca el actual marco autonómico de Castilla y León. En definitiva busca dar unidad a lo que es distinto e incluso podríamos decir que en muchos episodios de la historia hasta opuesto.

Como ustedes saben este verano se han producido numerosos incendios en la Región Leonesa. Desgraciadamente el de la Sierra de la Culebra en Zamora ha batido el récord de superficie quemada. , ¿no hubiera sido mejor utilizar esos  1,3 millones de euros en ampliar los recursos humanos y técnicos para mitigar los efectos de esos incendios? ¿No hubiera sido más justo mejorar los salarios de las brigadas que con su esfuerzo han tratado de minimizar los efectos de esos incendios? En un sentido más amplio ¿no es mejor utilizar esos 1,3 millones de euros en servicios a la ciudadanía en lugar de favorecer el adoctrinamiento en una supuesta  unidad de Castilla y León? Se evita contar con personal suficiente para mitigar esos incendios para utilizar ese dinero en difundir su propaganda.

El que esta Fundición de Dinero Público Castilla y León (antes Villalar) reciba esa asignación todos los años tiene como principal responsable al partido en el gobierno de Castilla y León, al Partido Popular. Sin embargo hay otros que también de forma directa o indirecta colaboran en que se mantenga este despropósito. Tan sólo he visto críticas a esta Fundición de Dinero Público desde posiciones leonesistas. Para mí es poco comprensible que desde una óptica de izquierdas se prefiera el adoctrinamiento a los servicios a la ciudadanía. Ellos lo tendrán que explicar pero la mayoría de las veces callan tal vez por cuanto sepan que su postura es poco  comprensible para la ciudadanía.

Los efectos de este tipo de política son unos campos arrasados por las llamas y una búsqueda de que ese mismo efecto se vaya a dar en el ámbito de la cultura y de la identidad leonesa (y también de la castellana).

Los que hemos desarrollado diferentes trabajos sobre la identidad    leonesa, el proceso autonómico leonés o la personalidad leonesa lo hemos hecho con nuestro esfuerzo y recursos económicos. Es el precio de la libertad de decir lo que crees y no  tener que estar al arbitrio de lo que la Junta de Castilla y León le gustaría que se dijese. Es un combate desigual en el que los leoneses debemos sostener con nuestros tributos las políticas y a los políticos que nos discriminan.

Además de los profesionales, los fuegos se han apagado con el esfuerzo de los vecinos. En la defensa del terruño hay una unidad de intereses. La Fundición de Dinero Público de Castilla y León (antes Villalar) busca consolidar y afianzar una imposición antidemocrática. Debemos recordar que en la última votación en la Diputación de León se rechazó por 20 votos a 4 la integración en la Comunidad de Castilla y León. Si hoy seguimos perteneciendo a la misma es por cuanto los tribunales no reconocieron el derecho a  rectificar una vez iniciado el proceso. Sin embargo ello sigue siendo un referente de voluntad política de las instituciones y del pueblo leonés. Con el presupuesto de 1,3 millones de euros esa Fundación promueve suprimir la identidad leonesa, aun cuando ello suponga que se quemen nuestros montes y nuestras tierras. Es la uniformidad de la tierra quemada. Nosotros seguimos prefiriendo la diversidad de la vida, el verde de las riberas y poder escuchar cada año las berreas. Por ello en definitiva preferimos utilizar esos 1,3 millones de euros anuales en salvaguardar nuestro territorio de los incendios, ¿Y ustedes? Ojalá alguna vez los partidos políticos obren en sintonía con las demandas de los ciudadanos a los que en teoría representan.

domingo, 17 de julio de 2022

LOS REYES Y REINAS DE LEÓN.

 


            Ya entiendo que con el título de este artículo, ustedes habrán pensado de modo inmediato en los Alfonsos, Ordoños, Ramiros y Urracas. Pero no, este artículo no pretende hablar del Reino de León. Para ello ya hay historiadores mucho más capacitados que yo.

            Los reyes y reinas de León a los que me refiero son personas que se podría encontrar paseando por la calle de su ciudad. Cada uno tiene su propia cohorte de seguidores. Podríamos decir que tienen el riesgo de vivir en bucle en el que la realidad empieza y termina entre aquellos que le siguen.

            Entre estos “reyes” son habituales las disputas de fronteras territoriales. Incluso aunque puedan tener una sintonía básica de pensamiento ello no evitará que marquen una importante distancia entre cada uno de ellos. Podríamos decir que a veces las disputas entre ellos pueden ser más graves “dentro del propio territorio leonés” que las que pudieran ocurrir fuera del mismo. Es como si la competencia entre esos reyes y reinas se establece mucho más “con los propios” que con “los ajenos”.

            Estos reyes suelen participar en varios grupos, todos ellos con pocos componentes. Lo que puedan hacer en otros “reinos” o se mira con poco interés o incluso en algunos casos se busca desacreditarlos.

            En sintonía con todo ello se tienden a atribuir los éxitos como propios y los fracasos como ajenos. Diría que esto no es que sea propio de una época sino que más bien se ha venido produciendo de forma habitual en diferentes momentos de nuestra historia, o por lo menos de la historia más reciente. Es un poco el buscar “yo soy más” o “el que consigue más”.

           I En León existen multitud de asociaciones pero cada una de ellas tiene muy pocos miembros. Incluso diría que tampoco se busca extender el número de socios ante el peligro que pudiera suponer el perder el control de la dirección de la asociación. Se prefiere mandar en unos pocos, antes que compartir el poder si somos muchos. Por eso muchas veces esas asociaciones no son más que proyecciones personales de aquel que las dirige.

            Esta situación diría que encaja muy bien en una personalidad leonesa que tiene como uno de sus rasgos principales su individualismo. Sin embargo “formar un grupo” es mucho más que una suma de individualidades. Recuerdo actos en que se suben al estrado hasta 10 personas que cada una cuenta su historia particular (que incluso pueden ser contradictorias entre ellas). No hay una identidad de grupo de forma que al final el asistente no sabe cuál ha sido el objeto de la reunión o de la reivindicación.

            No sé si será posible, pero sería partidario menos asociaciones pero con un mayor número de personas que las componen. Cuando se ha intentado establecer Coordinadoras entre esas asociaciones lo habitual es que se haya fracasado. Creo que ese fracaso es consecuencia de que nadie quiere perder su pequeña cuota de poder en esa asociación y también a la desconfianza y existente hacia el resto de asociaciones.

            Quién ha seguido mis artículos sabe que siempre he defendido que la unidad se consigue a través del reconocimiento de la pluralidad y la diversidad. Creo en la unidad a diferentes niveles ya sea en España, en la Unión Europea o en el mundo del asociacionismo leonés. Pero también que para conseguirla hay que partir del reconocimiento de la diversidad y singularidad de cada cual.

            Ese microcosmos de asociaciones provoca grandes carencias en cada una de ellas. No es fácil el contacto por cuanto en la gran mayoría de las veces se carece de una sede física donde poder contactar. Luego tampoco suele ser fácil la apertura a nuevos socios que deseasen entrar en alguna de esas asociaciones.

            Diría que en León tenemos más reyes y reinas que súbditos. Ello no quita también a que se reconozca el esfuerzo de cada una de esas asociaciones por tratar de sacar adelante sus iniciativas. La solución pasa por tratar de aunar esfuerzos. Creo que se consigue más sumando entre todos a que cada asociación haga su tarea de modo individual.

            Es frecuente que aún teniendo muchas asociaciones siempre surgen personas que reclaman más, también a nivel político. Se considera que “falta algo” y entonces siempre surgen voces que quieren crear “algo nuevo”.

            Diría que es un signo de los tiempos que se ha dado también a nivel político en España y en otros países. Sin embargo eso “nuevo” tiene un tiempo de caducidad muy corto y enseguida “deja de ser nuevo”. Muchas veces eso supone su desaparición (como en la práctica sucede con Ciudadanos) o una importante pérdida de adhesiones (como pasa con Podemos). Podríamos decir que eso nuevo tiene mal envejecimiento y pocos pasan la prueba de los años.

            Puede ser que uno se va haciendo viejo, pero apuesto más por reforzar lo ya existente que por crear proyectos que pueden ahondar más en la división. Sumar se hace desde la aceptación de la diversidad y de la discrepancia.

sábado, 18 de junio de 2022

DOS MODELOS DE ESPAÑA CONTRAPUESTOS.

 


Siempre he considerado que el debate sobre el marco autonómico que nos corresponde a los leoneses trasciende lo que pueda ser la defensa de una autonomía leonesa. En ese sentido habría que enmarcarlo en lo que sería dos modelos de lo que se entiende por España. Es lo que trataré de explicar en este artículo.

Hay un modelo que se impulsa desde Valladolid y que puede tener su último reflejo en la colección “municipalismo” que promueve El Norte de Castilla. En el ámbito autonómico vendría a ser un modelo en el que esta autonomía se configura alrededor de Valladolid y el resto son “municipios” que orbitan sobre ese eje central. En esa línea se potencia destruir las identidades regionales tanto de la Región Leonesa como de la castellana. No se promueven los conceptos de Región sino (como se indica el propio título de la colección) el de “los municipios”. Claro esa propuesta nace de quién podría considerarse que menos identidad regional tiene. Valladolid fue fundada por un conde leonés y perteneció unos años a la Región Leonesa y muchos más a la Región Castellana. Hay que decir que si Valladolid es “El Norte de Castilla” (como indica el propio impulsor de esa colección) todo lo que está al norte de Valladolid diría que reconoce que “no es Castilla”.

La presentación de la cuarta edición de esa colección estaba auspiciada tanto por el actual alcalde socialista como también por el anterior del PP. En ello se pone de manifiesto que la defensa de ese modelo no estaba vinculada a un determinado espectro ideológico sino más bien es propio de la ciudad vallisoletana. Curiosamente unen el concepto “municipalismo” (título de la colección) con el de “memoria viva de Castilla y León” (título de esa 4ª edición).

En la presentación de esa edición Enrique Berzal afirma que “tenemos el privilegio de que nuestra historia es la de España”. Es decir se promueve una cierta identificación de España con Castilla. Podría decir que esa España excluyente viene a coincidir en gran medida con la que se difunde desde las posiciones independentistas. Sería algo así como “si España es Castilla y yo no soy castellano entonces tampoco soy español”. No comparto para nada ese modelo excluyente que tanto nos perjudica. Frente a ello, está el modelo leonés de España . El mismo se refleja muy bien en el Regnum Imperium Leonés. Alfonso Sánchez Candeira gran estudioso de este nos dice:  El regnum imperium leonés es como organismo político unificador, verdadero superestado encaminado a crear una unidad por encima del particularismo representado por los diversos reinos que dentro de él conservaban su independencia”. Es decir es una “unidad en la pluralidad”. Se reafirma una unidad  pero desde el respeto a la diversidad territorial .Diría que es un modelo opuesto al de aquellos que confunden Castilla con España o Madrid con España (como Ayuso).

El modelo que en Valladolid se defiende en esa colección tiene unos referentes militares. En la propia conferencia se alude a reconquista, a la guerra de la independencia o al Cid Campeador. Es un signo más de ese concepto de la España uniforme y “de uniforme” que se defiende.

Pero si vamos a los referentes leoneses podríamos decir que son muy diferentes. En la Región Leonesa “presumimos” de Las Cortes de 1.188 que la Unesco reconoce como Cuna del Parlamentarismo, de los Fueros de León, de los concejos…. Es decir aquí las referencias son de tipo político y no militar. Es el Reino que se preocupa más del ámbito cultural (creación de las primeras universidades de España) y político.

Para Enrique Berzal presentador de esa colección “no somos de destacar nuestra identidad”. Algo que apostilla el alcalde de Valladolid cuando dice “sigue siendo necesario hacer Comunidad”. Pero claro una vez más confunden lo que puede ocurrir en Valladolid con lo que pasa en otros territorios de esta Comunidad. En León si existe un importante sentimiento de identidad. Queda reflejado en muchos ámbitos, trasciende a los partidos y supone unas importantes movilizaciones sociales. Pero es que en Valladolid no se quieren enterar de que en esta Comunidad hay 2 Regiones con 2 identidades distintas. Lo que no existe es una identidad como castellano-leoneses a pesar de los muchísimos millones de euros del erario público que se ha utilizado para promocionarla. Diría que tratan de destruir la identidad regional promoviendo la identidad municipal.

Creo que la unidad se logra desde el reconocimiento de la pluralidad. No es menos español el kaiku o la barretina que la bata de cola. Los modelos uniformizadores no son precisamente los que promueven la unidad de España. Hay que recordar que Martin Villa cuando fue Ministro de Administración Territorial construye Castilla y León a modo de dique de contención de los nacionalismos vascos y catalanes. Hoy podrían quedar muy pocas dudas de que tampoco como dique de contención ha funcionado. Habría que recordarle que no es posible sumar 6 peras y 3 caballos.

jueves, 9 de junio de 2022

RAFAEL NADAL EN LEÓN.

 


         Quiere ser este artículo un recuerdo al torneo de tenis que Rafael Nadal disputo en León y también un pequeño homenaje a un deportista al que admiro por sus valores personales por encima incluso de lo que es como deportista.

            Fue en el año 2004, en ese momento Rafa Nadal contaba con 18 años. Disputó el primer Master Tenis Ciudad de León (y hasta la fecha también el único). Es indudable que en la celebración de ese evento tuvo que ver que el entonces alcalde era un gran aficionado al tenis. Ello era así, hasta el punto de que popularmente se le conocía como “Paco raquetas”. Sin embargo aún cuando ese alcalde fue el promotor del torneo, no fue el que estuvo ni en la entrega de premios ni en los actos asociados a ese evento. Había sido sustituido como alcalde antes de empezar el torneo por Mario Amilivia.

            En ese torneo también participaron Carlos Moya (que es actualmente el entrenador de Nadal), Albert Costa (que entre otras muchas cosas fue capitán de la Copa Davis en el 2008 y 2011 en el que España ganó el título). Feliciano López (que sigue en activo y es el director del Master de Madrid). Fernando Verdasco (también en activo y que durante bastantes años ha estado en los equipos de España de la Copa Davis contribuyendo de manera destacada a ganar ese torneo en el 2008). Por último también estaba un tenista de Zamora David Sánchez (que llegó a estar entre los 50 primeros clasificados de la ATP).

            Cuando estos tenistas llegaban a León acababan de ganar la Copa Davis a Estados Unidos. Concretamente el triunfo español en Sevilla fue el 5 de diciembre de ese año y el torneo en León se celebraba entre el 10 y el 12 de ese mismo mes. Dos de los jugadores que acababan de ganar esa Copa Davis (Moya y Nadal) jugaban también este torneo en León. Con ese motivo tuvieron una recepción de homenaje en el Ayuntamiento.

            Con 18 años en ese momento Rafael Nadal ni siquiera era cabeza de serie (lo eran Carlos Moya y Feliciano López) por lo que tuvo que ganar a David Sánchez para pasar a semifinales y disputarlas con el que es su actual entrenador Carlos Moya. La otra semifinal fue entre Verdasco y Feliciano López. A Rafael Nadal en el folleto correspondiente se le denominaba “el niño prodigio de la ATP”. Ya entonces prometía mucho, pero tal vez ni el mismo pensaba que 18 años después conquistaría nada menos que 14 Roland Garros y 22 títulos de Grand Sland.

            Yo tuve el placer de ver esos partidos. Se jugaron en el Palacio de Deportes en una pista acondicionada pero que era muy rápida. Desde luego no era la que mejor convenía a las características del tenista de Manacor.

            En las semifinales cayeron los dos cabezas de serie. Nadal eliminó al que hoy es su entrenador (Carlos Moya) y Verdasco a Feliciano López.

            Así la final fue entre Nadal y Fernando Verdasco. El partido lo termino ganando Nadal por un apretado 7-6 y 7-5. Así que Nadal en su grandísima colección de títulos también tiene del Master de Tenis Ciudad de León.

            Más aún que los títulos que ha ganado, lo que hace grande a Nadal son sus valores . Su capacidad de superación de las dificultades. Su lucha y esfuerzo. Su deportividad en la que en todos sus años de carrera nunca se le ha visto un mal gesto. Es también la persona que apuesta por que se desarrolle en su tierra una gran escuela de tenis. La que huye de la parafernalia y se refugia en su núcleo familiar. Es el que ha tenido como entrenador a su tío, el que tiene como mujer a la amiga de su hermana. En fin, es un ejemplo en muchísimas cosas. Además creo que esos ejemplos de vida son especialmente necesarios en estos momentos.

            Como ya se habrá podido apreciar yo soy uno de sus millones de admiradores. He podido verle en directo hasta en 15 ocasiones (de las que ha ganado 12 y perdido 3). En todas ellas he podido disfrutar de su tenis y de su saber estar.

            Este artículo ha querido rescatar del recuerdo esa su presencia en un torneo en la ciudad de León y con ello sumarme al homenaje a este grandísimo campeón.

martes, 10 de mayo de 2022

UNA AUTONOMÍA IMPUESTA.

 


         En el año 1982 se publicó mi libro “el proceso autonómico leonés”. Posteriormente en el año 2014 fue reeditado a modo de trilogía conjuntamente con el de “la identidad leonesa” y “la personalidad leonesa”.

            El objetivo del libro que hace 40 años se publicaba era  dejar un testimonio de lo que había sido ese proceso. Por ello abundan las citas que dificultan su lectura pero avalan lo que allí se dice. No buscaba un libro que fuera fácil de leer sino más bien uno que quedase como fiel testimonio de lo que había sido ese proceso.

            A pesar de haber publicado 6 libros nunca me he considerado escritor. A mi modo de ver no todos los que escribimos libros nos podemos calificar de escritores. Simplemente soy un sociólogo que trata de mostrar a la ciudadanía unas opiniones y unos contenidos.

            Así por ejemplo en ese libro se recoge que en la reunión de Unión de Centro Democrático (UCD) de julio de 1979 se decía “el régimen de las Comunidades Autónomas son un derecho para acceder al autogobierno, cuya titularidad puede corresponder incluso a las provincias aisladas, siempre y cuando tengan «entidad regional histórica»”. Y en esa misma reunión Martín Villa afirmaba “todas las decisiones que afecten a la autonomía tienen que proceder de la voluntad popular”. Para aquellos que quieran comprobar la veracidad de esas afirmaciones se indica a que puedan consultarlas en la prensa de la época (19-9-1979).

            Ya ven la discrepancia que se daba entre lo que se “decía” y lo que luego “se hacía”. Por eso hay un ocultamiento interesado de todos estos hechos. Hay que recordar que UCD termina desapareciendo y sus restos desembocaron en lo que hoy es el PP.

            Les doy otro dato que también creo interesante. En 1983 la Junta de Castilla y León encarga un estudio a la empresa Sofemasa. En las conclusiones de dicho estudio se reconoce que “los leoneses tienen un sentimiento muy notorio de ser una entidad con una identidad propia, bien diferenciada de la castellana. El rechazo que manifiestan los entrevistados leoneses no es tanto hacia el hecho autonómico en sí, como hacia la autonomía conjunta” (Diario de León 20 de enero de 1983). Ya ven esto lo dice un estudio que en su momento había encargado la propia Junta. Tenían claro que esta era una autonomía impuesta, pero tampoco les importaba que fuera así.

            La ciudadanía leonesa se ha manifestado de forma reiterada en la calle en sentido contrario a este marco autonómico. Lo hizo desde el principio y lo sigue haciendo 40 años después. Son manifestaciones que se reconocen como las mayores que se han dado en la historia leonesa. Sin embargo a veces los medios dan más relevancia a lo que hacen 5 personas que se manifiestan desnudas que a 90.000 que lo hacen de modo pacífico en las calles. Es el impacto de la imagen. No recuerdo ni un solo acto de apoyo a la integración leonesa en el marco autonómico de Castilla y León.

            Hay que tener en cuenta que también a nivel institucional se ha dado un rechazo a este marco autonómico. Cuando UCD desaparece sus cargos leoneses tratan de dar marcha atrás en sus acuerdos. Ya no sienten la obligación de respaldar las tesis de Martin Villa como Ministro de Administración Territorial. Así el 13 de enero de 1983 se aprueba por 20 votos a favor y sólo 4 contrarios un texto que en su artículo primero decía “se acuerda dejar sin efecto el adoptado en sesión del dieciséis de abril de mil novecientos ochenta, que suponía la iniciación del proceso autonómico”. Hay que recordar que casi 40 años después estamos en las mismas y son muchos los Ayuntamientos que rechazan la integración en Castilla y León. También hay que decir que ya en este momento esos Ayuntamientos representan a más de la mitad de la población leonesa. Por otra parte los partidarios de seguir en este marco autonómico son tanto a nivel institucional como social una absoluta minoría. Diríamos que la población se viene a dividir entre los que apuestan por una autonomía leonesa y los que no se pronuncian.

            En esta misma línea recordamos la última encuesta realizada por 40DB y publicada por El País en las que afirmaba que el 56.3% de los leoneses era partidario de una autonomía propia, el 17.5% quería seguir en Castilla y León y el 26.2 prefería no contestar. Es decir el diferencial entre partidarios de una autonomía leonesa y contrarios era de 38.8 puntos.

            Luis Soto que fue uno de los dos Diputados de UCD que no dio su voto afirmativo  (se abstuvo) a una autonomía leonesa afirma en declaraciones de 1983: “el sentimiento, la aspiración de todos los componentes de la Diputación, así como la mayoría de mujeres y hombres de El Bierzo, era el de optar por León sólo, lo que así se manifestó en la primera encuesta realizada a los Ayuntamientos”.

            Los datos son contundentes y no creo que haya demasiadas dudas de que estamos en un marco autonómico impuesto contra la voluntad de los leoneses. Esa imposición está causando un importante deterioro tanto a nivel económico como social. No creo que lo mejor sea permanecer en una autonomía que ni ahora ni nunca se ha deseado.

jueves, 5 de mayo de 2022

LEÓN, LA BOTELLA MEDIO LLENA.

 

LEÓN, LA BOTELLA MEDIO LLENA.

            En mi opinión los leoneses tenemos una cierta tendencia a ver “la botella media vacía”. La verdad es que motivos no nos faltan. Además considero que tampoco es cuestión de callarse ante las injusticias y asistir impasibles al deterioro social y económico. Vamos, que quejarse está bien. Sin embargo tal vez también es necesario ver lo que son nuestras potencialidades aunque sólo sea de vez en cuando.

            Les confieso que la inspiración de este artículo ha sido cuando el ver un el periódico este titular “El Amaren de Bilbao elegido entre los mejores restaurantes de carne del mundo”.  Y ello ha sido por cuanto en el World’s 101 Best Steak el Amaren de Bilbao ocupa el puesto 87. Es sin duda todo un éxito el ser el número 87 entre los 101 mejores restaurantes de carne del mundo. Así que muy bien por destacarlo.

            Pero claro es que en esa misma noticia se dice que el restaurante leonés de El Capricho ocupa el puesto 9. Convendrán conmigo que el puesto 9 es bastante mejor que el 87. Bueno también pueden coincidir en que siendo mejor el 9 sin embargo tiene más impacto en los medios el que ocupa el 87.

            Pero es que además en ese listado tan sólo aparecen 4 restaurantes en España. El que ocupa la mejor posición es El Capricho  y además a una notable distancia del resto. Así en esa prestigiosa lista El Capricho ocupa el puesto 9 , le siguen Casa Julián en Tolosa con el 23, Leña Marbella (de Dani García ) en el 85 y el citado Amaren de Bilbao en el 87.

            Esto me ha llevado a pensar que pocas veces destacamos lo que son nuestros puntos fuertes. Ello supone, como en este caso, que se da más publicidad a ser el 87 que a ocupar el puesto 9.

            Hay una canción leonesa que dice “la cuba de buen vino no necesita bandera”. No estoy de acuerdo con esa filosofía y menos en los tiempos que corren. No basta con “tener buen vino” o “tener buenas razones”, hay que conseguir trasmitir que eso es así. Uno lleva muchos años escribiendo en clave leonesista. Hace 44 años que se publicó mi primer artículo en un periódico (¡casi nada!). Podría decir que en todos esos años apenas ha existido debate con otras personas que opinan diferente. El tema por tanto no era tanto “ganar” ese debate como el “llegar” a las personas que les pudiera interesar tus opiniones. Es decir es una lucha contra el silencio, mucho más que un debate sobre argumentos.

            En esa positividad habrá que analizar lo que son nuestros puntos fuertes y analizar los mecanismos que permitan que se puedan desarrollar. Sabemos que hay administraciones que más que facilitar esa labor (cosa que deberían) más bien ponen dificultades para hacerlo. Por eso mismo habrá que aprender a trabajar “sin la Junta” y no sólo “contra la Junta” (sin por ello dejar la denuncia de lo que se  considera injusto o discriminatorio).

            Creo que la evolución social va por el camino de que el principal activo de cualquier sociedad es el conocimiento y también el comportamiento social. Es decir tanto la inteligencia a nivel intelectual como lo que se denomina la inteligencia emocional. También son importantes las comunicaciones ya sea a nivel de transporte como de en internet. Sin embargo he tenido la oportunidad de ver como se desarrollaba una gran empresa maderera en una pequeña población sin una infraestructura de comunicaciones suficiente. Ello aún cuando en esa empresa entraba un camión por minuto al día. Es decir se había conseguido superar las dificultades de esa falta de infraestructura. Que les complicasen las cosas no había significado que se impidiese su desarrollo.

            Habría que conseguir estimular la iniciativa emprendedora y que las capacidades de nuestros jóvenes se pudieran desarrollar en nuestra tierra. No hay sólo que esperar que las iniciativas lleguen de fuera. Hay que promover las capacidades propias.

            Podríamos decir que también las “querencias” a la tierrina es parte de la potencialidad. Todos podríamos decir proyectos sociales y económicos que se han desarrollado en base no tanto a motivaciones económicas como al cariño que un responsable de grupos empresariales ha podido sentir por su pueblo.

            El camino pasa por descubrir esas potencialidades, por confiar en ellas y también por facilitar los medios para que se puedan desarrollar. No puede ser que “siendo más”, destaquemos “mucho menos” . Y eso no ya por cuanto lo diga un leonés sino por cuanto lo pueda reconocer un organismo internacional. Por todo ello abogamos a que al menos de vez en cuanto veamos la botella medio llena.