lunes, 31 de agosto de 2020

LA SOCIEDAD ESPECTÁCULO.

 


          Diría que uno de los rasgos que vienen a caracterizar la sociedad actual es que hemos convertido la vida privada en un espectáculo televisivo. Además, diría que con buenos niveles de audiencia. Son muchos los programas que se dedican a lo que podríamos denominar “el chismorreo público”.

            La referencia inicial que marco el camino a otros posteriores fue “Gran Hermano”, pero luego han sido otros muchos los que han seguido su estela. Todo se pone en ese escaparate, desde los padres que ponen a sus hijos en una especie de subasta para tener pareja al cambio de madre. Como se busca el morbo es habitual que se incluyan referencias sexuales. El último ejemplo es el de “la isla de las tentaciones”. Incluso aquellos que no seguimos este tipo de programas podemos ver referencias de ellos en los distintos periódicos, lo que nos da idea de su capacidad de impacto. Se puede apuntar que es muy probable que el nivel de popularidad que alcanzan los intervinientes en esos programas sea superior al de los ministros de gobierno o el de los premios Cervantes (por poner un ejemplo).

            En mi opinión todo ello dibuja también la imagen de una pérdida de valores sociales. Es un poco el “todo vale” en el que las relaciones personales se exponen en un escaparate público a cambio de un beneficio económico. Las personas se convierten en personajes a los que se despoja de su propia condición humana.

            En tanto escaparate se buscará a aquellos que se considere que pueden dar “más juego” en el programa. Supongo que en ello primará lo que pueda ser su físico o su edad. También en alguno de ellos se busca a personas que han tenido cierta fama por cuanto ello alimenta el chismorreo de lo que puedan ser sus formas de conducta ante distintos estímulos.

            La fugacidad es otra de las características de esta sociedad del espectáculo. En buena medida las personas duran lo que duran sus personajes. Es la sociedad de consumo de “usar y tirar” que también se extiende al plano de las relaciones humanas. Aquí además se puede decir que ni siquiera se plantea “el reciclaje”, ni tampoco una “selección de residuos”. Son la paradoja de una sociedad que dice una cosa y hace la contraria.

            En nuestra sociedad actual prima la imagen y hay poca oportunidad a la reflexión. Podríamos decir que cada vez más nos encontramos con un medio social vacío de contenidos. Va ganando “el mirar” frente “al pensar”. Si en el mercado ganan peso los productos de “comida preparada” en el ámbito intelectual la traslación podemos decir que pierde peso “la elaboración propia de los pensamientos”. En todos los campos se prefiere que “nos hagan” frente “al hacer”. Al final esto es algo que con distintas “traducciones” se extiende a los modos de vida actual.

            Sin embargo, esta sociedad del escaparate se enfrenta a retos cada vez más complejos y complicados. Ya sea en la ecología, en la sanidad o en la economía las exigencias para resolver nuestros problemas son mayores. Cada vez es mayor la evidencia de una distorsión entre lo que son los retos sociales y la caracterización de este medio social para afrontarlos.

            La comodidad y la rapidez son valores sociales que van ganando peso. Ello es en detrimento de otros como el esfuerzo o la duración de las cosas. Los principios se asientan en los anclajes de una permanencia en el tiempo. Son valores que trascienden generaciones o que incluso van más allá de los criterios ideológicos de cada uno. Sin embargo, en el momento actual la fugacidad hace que lo que hoy es válido tal vez mañana ya no lo sea. Ello hace que estemos en una inestabilidad permanente.

            Para avanzar en nuestros objetivos es necesario fijar una dirección y marcar un rumbo. En tanto las cosas son complicadas se necesita una continuidad y permanencia en el modo y formas de conducta. Pensemos por ejemplo en todo lo que supone el cambio climático. La solución no es ni de un día para otro, ni tampoco aquella que cambia continuamente en su orientación. Hay que marcar un rumbo y mantenerlo. Habría que preguntarse si esta “sociedad de escaparate” es la que mejor nos lleva a avanzar en ese objetivo.

            Tendemos a buscar culpables siempre en “los otros”. Ello dificulta que podamos rectificar en nuestros hábitos de conducta. Siempre se tiende a esperar que el cambio que se demanda lo haga “el otro”. Parece que nunca llega el momento para que lo hagamos nosotros mismos. En tanto “los otros” esperan que lo hagamos “nosotros” pues al final no lo hace nadie. Sería aquello de “unos por otros la casa sin barrer”.

            Hace falta pasar de una sociedad que prima las apariencias a otra más de esencias. Los medios de comunicación también tienen mucho que aportar en ello. Hay que lograr que aquello que “tiene su carga de profundidad” interese y sea además divertido. Todo un reto.

LOS REPRESENTANTES DEL PUEBLO.

 


            Cuenta la historia que en 1.520 se celebraban Cortes en Santiago y La Coruña. Por León habían asistido Martín Vázquez y Francisco Fernández de Quiñones. La actitud de cada uno de ellos fue bien distinta, mientras Martín Vázquez no prestó su aprobación a lo suplicado por el emperador, Francisco Fernández de Quiñones transigió (siguiendo el ejemplo de Valladolid).

            Cuando Fernández Quiñones vuelve a León, amedrentado por los síntomas de rebelión, hizo venir a dos mil asturianos para custodia y defensa de su persona. Aún con ello no logró sofocar la rebelión.

            Son muy significativas las palabras que Ramiro Núñez Guzmán dirige a Francisco Fernández (Conde de Luna), así le dice “dicen que consentisteis en el servicio y que excedisteis en más de lo que vos fue mandado; si es así, grande pena merecéis por ello”[1]. Es decir se le acusaba de no haber actuado como representante de la ciudadanía. Por ello mismo se le calificaba de traidor.

            Ramiro Núñez hizo huir al Conde de Luna ocasionando importantes pérdidas entre sus tropas. Otro grupo capitaneado por Pablo Villegas se apoderaba del palacio de los condes de Luna. La rebelión había estallado en toda su dimensión. Cuentan las crónicas que Francisco Fernández de Quiñones (Conde de Luna) se libraba de una muerte segura huyendo a Valladolid donde encontró asilo.

            Esta historia nos cuenta hasta qué punto la sociedad leonesa exigía que aquellos que acudían a las Cortes actuasen como verdaderos “representantes” y que no se excediesen en sus funciones.

            No he pretendido dar una lección de historia, pero si he considerado oportuno recordarla por cuanto en mi opinión tiene mucho que ver con los propios acontecimientos de la actualidad. También con lo que fue el proceso por el cual se producía la incorporación leonesa a la autonomía de Castilla y León.

            Es evidente que en las votaciones de las mociones leonesistas en los Ayuntamientos, la división no es por la ideología de los distintos concejales. Las mociones favorables a la autonomía leonesa han sido presentadas por concejales de UPL, de Ciudadanos, del PP, del PSOE y también han recibido el apoyo de otros de Vox, de IU o agrupaciones independientes. A la vez todos esos concejales han tenido que soportar la presión de sus respectivos partidos ya sea en forma de cartas, de visitas amenazadoras o de llamadas “al orden”. Lo habitual es que esa llamada a la disciplina de partido se haya hecho desde fuera del ámbito leonés. En algún caso se llegaba casi hasta el insulto. Se venía a decir “los tontos y menos formados” votan por una autonomía leonesa y los “listos” (de ciudad, claro) se oponían a esa petición.

            Hoy como ayer la división se establece entre los que han decidido que fundamentalmente son representantes de su pueblo y los que han optado por “consentir y excederse en más de lo que os fue demandado”. No creo que sea casual que las mayores reticencias a aprobar las mociones leonesistas se hayan dado en algunos alcaldes con cargos en la Diputación. Hay que recordar que mientras la elección de alcalde se hace por votación directa de la ciudadanía en las elecciones municipales, la elección de las personas que componen la Diputación la decide cada partido. Tal vez en ello podamos encontrar la explicación de los motivos por los que los alcaldes son más cercanos a su pueblo y como los partidos ejercen una mayor capacidad de influencia entre los diputados de la Diputación.

            No deja de ser significativo que mientras en el Ayuntamiento de La Robla se votaba contra la proposición de autonomía leonesa, en tres de sus juntas vecinales se votaba favorablemente. Igual tiene algo que ver en ello, que el alcalde de La Robla sea también Diputado de Hacienda en la Diputación de León. Las Juntas Vecinales son instituciones mucho más a “pie de tierra”. Por cierto esas Juntas cada una tenía un presidente distinto: uno era de Vox, otro de IU y otro del PSOE. Sinceramente no creo que el rechazo a la moción leonesista sea por cuanto la ciudadanía de La Robla pensase distinto a esas tres juntas vecinales. Entonces habrá que buscar otro tipo de explicaciones.

            Antes y ahora los aliados de aquellos que traicionan la voluntad de  los que representan los encontramos en Valladolid. Cuenta la historia que en esas Cortes de 1.520 la primera ciudad en plegarse a las demandas del emperador, fue Valladolid. Por ello mismo fue también la ciudad que acogió en su huida al Conde de Luna. Podría decirse que algunos han podido primar su propio interés en ascender políticamente a lo que puedan ser las demandas de los ciudadanos que le han votado.

            En democracia es esencial el concepto de representación de la ciudadanía. Por ello en esta Tierra de Libertades (que diría Rogelio Blanco) se exige el respeto a las voluntades del pueblo. Probablemente ello también tiene que ver con nuestros Fueros o el ser la Cuna del Parlamentarismo.



[1] Historia de los Comuneros de León. Eloy Díaz Jiménez y Molleda. Ed. Nebrija  pág. 88

domingo, 9 de agosto de 2020

EL REPARTO DE CAMAS UCI EN CASTILLA Y EN LEÓN.

 


         

            En la Comunidad de Castilla y León se van a instalar 53 nuevas camas UCI. Vamos a analizar en este artículo si el reparto de esas nuevas camas UCI se corresponde con las necesidades de la población o más bien obedece a otros criterios.

            Para ello vamos a poner en relación lo que son las camas UCI en cada provincia (antes del reparto de esas nuevas camas) con lo que es su volumen de población. Pues para empezar hay que decir que  en la Región Leonesa el ratio de camas por cada 10.000 habitantes es de 2,03 y que el mismo es inferior al que se da en Castilla de 2,22.

            En toda la Comunidad las provincias con peor ratio de camas UCI son León (1.68) Zamora (1.46) Ávila (1.38) y Segovia (1,75). Todas ellas no llegan al ratio de 2 camas por cada 10.000 habitantes.

            Sin embargo de las 51 nuevas camas tan sólo 15 van a esas 4 provincias con peor ratio, mientras que a Valladolid le van a ir casi el doble (concretamente 28). Igual alguien tiene que explicar ese desfase especialmente aquellos que desde León le han dado su apoyo.

            Aunque los ratios en la Región Leonesa (previos a este reparto) eran peores que los que se daban en Castilla resulta que a la Región Leones de esas 53 nuevas camas le han dado 7, mientras que las 46 restantes se han ido a Castilla. ¡Oiga que eso son los datos!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAMAS UCI EN LA COMUNIDAD Y REPARTO DE NUEVAS CAMAS UCI EN FUNCIÓN DE LA POBLACIÓN EN LA REGIÓN LEONESA Y EN CASTILLA.

POBLACIÓN

01/01/2020

CAMAS UCI

CAMAS POR 10.000 HAB

NUEVAS CAMAS UCI

R. LEONESA

LEON

459141

77

1,68

3

ZAMORA

171630

25

1,46

4

SALAMANCA

331048

93

2,81

TOTAL REGIÓN LEONESA

961819

195

2,03

7

R. CASTELLANA

AVILA

158930

22

1,38

4

PALENCIA

159846

32

2,00

4

SEGOVIA

154228

27

1,75

6

SORIA

89912

27

3,00

4

BURGOS

355777

85

2,39

VALLADOLID

520716

144

2,77

28

TOTAL REGIÓN CASTELLANA

1439409

337

2,34

46

TOTAL CASTILLA Y LEÓN

2401228

532

2,22

53

 

            También alguien podría decirnos que no sólo es cuestión del número de habitantes, que también hay que atender a la incidencia, a la gravedad de la pandemia en cada territorio. Un indicador de esa gravedad puede ser el número de fallecidos por cada 10.000 habitantes, por eso también lo hemos recogido en este análisis. Siguiendo ese criterio podemos decir que el número de fallecidos por cada 10.000 habitantes era en la Región Leonesa de 9.26 mientras en Castilla es inferior, 8,62.

            En definitiva tenemos que en la Región Leonesa (donde la pandemia es relativamente más grave), la Junta le da 7 camas y que las 46 restantes se van a la Región Castellana. Ya ven tampoco debe ser justificación de ese  reparto el de la gravedad e incidencia de la pandemia.

            Las provincias con peores índices de incidencia de esta pandemia son Segovia (13.81), Soria (13,68) Y Salamanca (11.33). Esto hace que pueda entenderse que a Segovia con peor ratio de camas UCI por habitante y con mayor incidencia de la enfermedad le correspondan nuevas camas UCI. Lo que ya no se entiende es que Valladolid con un nivel de fallecidos inferior a la media general de la Comunidad, le correspondan más de la mitad de las nuevas camas UCI.

FALLECIDOS COVID 19 EN LA COMUNIDAD ATENDIENDO A LA POBLACIÓN EN LA REGIÓN LEONESA Y EN CASTILLA.

POBLACIÓN

01/01/2020

FALLECIDOS COVID-19

FALLECIDOS POR 10.000 HAB

R. LEONESA

LEON

459141

424

9,23

ZAMORA

171630

92

5,36

SALAMANCA

331048

375

11,33

TOTAL REGIÓN LEONESA

961819

891

9,26

R. CASTELLANA

AVILA

158930

143

9,00

PALENCIA

159846

88

5,51

SEGOVIA

154228

213

13,81

SORIA

89912

123

13,68

BURGOS

355777

217

6,10

VALLADOLID

520716

395

7,59

TOTAL REGIÓN CASTELLANA

1439409

1179

8,19

TOTAL CASTILLA Y LEÓN

2401228

2070

8,62

 

 

 

            Todo ello significa que el nuevo reparto de camas UCI agudiza el desequilibrio territorial. Así se ha pasado de un diferencial entre la Región Leonesa y la Castellana de -0.19 a otro de -0.34.

            Con ese nuevo reparto el ratio de Valladolid es un 90% superior al que se da en la provincia de León. Los peores ratios se corresponden a León, Zamora y Ávila.

CAMAS UCI EN LA COMUNIDAD POR CADA 10.000 HABITANTES EN FUNCIÓN DEL NUEVO REPARTO DE CAMAS UCI.

POBLACIÓN

01/01/2020

CAMAS UCI

CAMAS POR 10.000 HAB

R. LEONESA

LEON

459141

80

1,74

ZAMORA

171630

29

1,69

SALAMANCA

331048

93

2,81

TOTAL REGIÓN LEONESA

961819

202

2,10

R. CASTELLANA

AVILA

158930

26

1,64

PALENCIA

159846

36

2,25

SEGOVIA

154228

33

2,14

SORIA

89912

31

3,45

BURGOS

355777

85

2,39

VALLADOLID

520716

172

3,30

TOTAL REGIÓN CASTELLANA

1439409

383

2,66

TOTAL CASTILLA Y LEÓN

2401228

585

2,44

 

 

 

 

 

            Lo que ya riza el rizo es que haya políticos leoneses que hayan dado su aprobación a ese reparto. Son aquellos que priman la obediencia a las directrices del partido en Valladolid por encima de los intereses de sus votantes.