viernes, 4 de noviembre de 2022

SOBRE EL CONCEPTO DE LEONESISMO.

 


            A mi modo de ver existe bastante confusión a la hora de definir lo que significa “ser leonesista”. En base a ello trataré de hacer mi particular aportación a lo que entiendo por leonesismo. A ello voy a dedicar este artículo.

            Definiría leonesismo como el movimiento social que busca que la identidad leonesa tenga un reconocimiento político como Comunidad Autónoma en el marco plural de España.  Sin embargo he podido ver que personas que asumen ese planteamiento sin embargo evitan definirse como leonesistas y recurren a otros términos como “leonesidad”. Es claro que dentro del leonesismo hay versiones distintas pero el punto en común es esa defensa de la autonomía leonesa. Tampoco creo correcto que  se vincule al amor a una tierra o a la defensa de sus tradiciones o su cultura. Ese “amor” no es privativo de nadie y tampoco de los leonesistas. Dicho esto, también hay que decir que sin tener la exclusiva, es mucho más frecuente encontrar defensores de los rasgos culturales propios de los leoneses entre los leonesistas. En el polo opuesto nos encontramos con aquellos que priman económicamente a los que buscan anular nuestros rasgos de identidad (por ejemplo a través de la Fundación de Castilla y León).

            De algún modo desde el leonesismo se reclama que se dé carta de existencia en la división de España a la realidad identitaria leonesa. Hoy evidentemente falta ese reconocimiento y en multitud de ocasiones en diferentes medios aparece lo leonés como una parte de Castilla. Todo ello sin que desde las instituciones se mueva un dedo para evitar ese atentado a nuestra identidad (aun cuando ello no sea objeto de discusión).

            No creo que se pueda asimilar el leonesismo con los diferentes movimientos nacionalistas que existen en España. En muchos casos (y en particular en Cataluña) esos movimientos nacionalistas rechazan su pertenencia a España y abogan por la independencia. Son “uniformizadores” en tanto reconocen sólo dos unidades; la “suya” y “la española”, unidades que por otro lado “confrontan” (como se puede ver en las diferentes manifestaciones que se han dado en Cataluña). El leonesismo por el contrario busca el reconocimiento de su identidad dentro de una España plural. En ese sentido aquellos que renuncien a su identidad como españoles no formarían parte del movimiento leonesista (ello sin menoscabar lo que puedan ser su derecho a expresar lo que consideren, como cualquier otro movimiento político).

            Desde otras posiciones se han postulado el “internacionalismo”. Creo que ello también es un error. Sin duda los seres humanos tenemos unas necesidades básicas comunes. En un mundo cada vez más globalizado compartimos muchas cosas con personas que viven en otros territorios. La solidaridad no se detiene ante las fronteras. Sin embargo creo que desde esos movimientos no se ha tenido suficientemente en cuenta las diferentes realidades culturales. La identidad como seres humanos no es excluyente de las diferentes formas que cada colectivo social  tiene de relacionarse con el mundo. A la solidaridad se llega desde el reconocimiento de la diversidad y no tanto desde la consideración de que todos somos iguales y uniformes.

            En el fondo creo que tanto desde el nacionalismo como desde el internacionalismo hay una cierta defensa de la uniformidad social. Las perspectivas pueden ser diferentes al definir esa uniformidad, pero tienen ese punto en común. El nacionalismo parte de la “unidad geográfica” y el internacionalismo más bien de la “unidad económica”.

            El leonesismo apuesta por la defensa de la diversidad, de la pluralidad. Frente al Cataluña-España, los leonesistas se reconocen en una España plural en la que tenga cabida Andalucía, Asturias, Cataluña, Euskadi, Castilla, Aragón… pero también la Región Leonesa.

            En mi tesis doctoral se recoge una encuesta que buscaba conocer la identidad política de los leonesistas (en los inicios del proceso autonómico). Esa encuesta ponía de manifiesto que dentro del leonesismo había una importante pluralidad política que era reflejo de la propia sociedad leonesa. Defender ese reconocimiento político de la identidad leonesa no es privativo de que alguien opte por determinadas posiciones ideológicas.

            Diríamos que el leonesismo es un movimiento más social que político y que no se circunscribe a una determinada opción de partido. Sin embargo en algún momento, se ha visto en la necesidad de entrar en el plano más estrictamente político por cuanto su reivindicación básica no era recogida por los partidos establecidos. Diríamos que esa inclusión en el plano político se hace más por necesidad que por vocación.

            En definitiva entiendo que el leonesismo no cabe vincularlo al nacionalismo ni tampoco es privativo de un “sentimiento de amor a la tierra”. Habrá que buscar unidad en la consecución de ese objetivo y evitar que nos perdamos en un debate estéril sobre palabras que no hace más que generar confusión. Este artículo ha pretendido aclarar lo que entiendo es y significa el concepto de leonesismo.

INDEPENDENTISMO A LA MADRILEÑA.

 


         En mi opinión el comportamiento de Isabel Díaz Ayuso al frente del Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid tiene muchos paralelismos con lo que vienen teniendo los que defienden posiciones independentistas. A la presidenta del Gobierno de Madrid le da igual lo que se dicta desde el Gobierno de España y marca posiciones propias e independientes en diferentes temas y asuntos. ¿Qué hay que adoptar medidas de ahorro energético? , bueno eso será para el resto de los españoles y europeos, para los madrileños no. Incluso cabe decir que en esas posiciones van más allá de las que adoptan gobiernos con mayoría de independentistas (como el gobierno de ERC).

         Una cosa es tener criterios distintos y discrepar de las normas del Gobierno de España y otra desobedecerlas. Ayuso suele hacer alusión al concepto de “libertad” para justificar sus propias posiciones. Así en campaña electoral promovía el elegir entre “socialismo o libertad” (y desde luego con buen resultado). Pero claro el concepto de libertad ha sido utilizado también desde el independentismo e incluso cabe recordar que ETA se traduce por “Euskadi hacia la libertad”.

         El funcionamiento de cualquier sociedad exige un respeto a las normas. Eso parece fuera de duda. La cuestión será entonces si las mismas surgen en base a criterios personales de un dictador o a través de procedimientos democráticos en las que son las urnas las que expresan la voluntad popular. No puede ser que esas normas se sigan o no en función de lo que sea la forma de pensar de cada uno. Si una carretera indica un límite de 80 km/hora habrá que respetarlo por mucho que alguien pudiera considerar que habría que subir ese límite a 120 km/hora. Lo contrario supondrá una multa (como todos sabemos)

         Ayuso viene a tener un concepto en el que Madrid es igual a España. Desde posiciones netamente centralistas viene a considerar que el resto de España vienen a ser una especie de “aledaños de Madrid”. Incluso se ha permitido insultar a los leoneses que reclaman un reconocimiento de la Región Leonesa llamándonos “paletos”. Vamos que el señorío y la grandeza pertenecen a Madrid. Por cierto en sus discursos ha mostrado un importante desconocimiento de la historia de España.

         Las posiciones de Ayuso de identificar España con Madrid lo que hacen es reforzar al independentismo. Vendría a ser “yo no soy madrileño, luego no soy español”. Pero claro somos muchos los españoles que no somos madrileños ni tampoco estamos de acuerdo con las posiciones que adopta Ayuso desde la Comunidad de Madrid.

         Creo que el reconocimiento de una España plural y diversa puede ser un factor de cohesión importante. El reduccionismo que se práctica desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid puede tener el efecto contrario. Hay que conseguir avanzar en la unidad desde el respeto a la pluralidad. Mi posición es de rechazo hacia las posiciones independentistas pero también a ese “independentismo madrileño”.

         El reconocimiento de la diversidad es esencial para lograr la unidad. No puede ser que como el que gobierna no es de mi partido entonces no  cumplo su normativa. Esa diversidad también lo es en lo que puede ser su ideología y tiene su reflejo en el Parlamento. Hay españoles que se consideran mejor representados por Unidas Podemos, otros por Vox , otros por el PSOE, otros por el PP y unos más por cualquier otro partido. También los hay que prefieren abstenerse. Todos ellos son por igual españoles. La representación de España y los españoles se da en el conjunto del Parlamento y no es exclusiva de una parte.

         No entiendo que se utilice la bandera de España en la confrontación entre equipos españoles. Por decirlo claro, esa bandera de España representa por igual al Barcelona que al Real Madrid y no cabe utilizarla para animar a uno de esos equipos (lo que vendría a promover que el otro equipo no considerase esa bandera como propia). Si podría tener sentido utilizarla cuando se trata de animar a un deportista o equipo español frente a otro que no lo es. Para conseguir que todos nos sintamos identificados con esos símbolos es importante evitar cualquier apropiación ya sea a nivel geográfico o ideológico.

         Creo importante que esa “otra España” gane protagonismo en los medios y en el plano social. Hay que evitar plantear el debate territorial como una confrontación entre “Madrid con Cataluña o con Euskadi”. En la medida que el plano se abra hacia el reconocimiento de esa pluralidad y diversidad ganaremos en avanzar en una mayor cohesión social. El independentismo madrileño no contribuye precisamente a ello, sino más bien todo lo contrario.