domingo, 26 de julio de 2020

LA PRESA PRISIONERA.



            Puedo entender que el título de este artículo les desconcierte. Dirán ustedes que si una persona es presa, ello significa que estará prisionera (aunque sea con libertad condicional). Sin embargo está presa a la que yo me refiero no es una persona, es una presa de regadío. En concreto la presa del Bernesga.
            Aclarado esto, su siguiente pregunta puede ser ¿Cómo una presa de regadío puede estar prisionera? La respuesta viene por cuanto a esa presa la han dejado sin agua que corra por su cauce. Esa prisión dura ya más de 7 meses (desde cuando se dieron las inundaciones de diciembre).
            ¿Quién es el carcelero de esa presa? Diría que la Confederación Hidrográfica del Duero que ni hace, ni deja hacer. Esto es hasta el punto que desde Ayuntamientos y Juntas Vecinales se ha reclamado que “permita al resto de instituciones actuar de manera inmediata en el mantenimiento y mejora de la presa del Bernesga”. Vamos viene a ser un “ya que usted no hace nada por lo menos permita que los demás podamos actuar”. Insólito.
            El citado organismo no sólo no promueve cauces para solucionar el problema sino que se convierte en dique de contención para que el agua pueda volver por el mismo cauce por el que lleva 8 siglos haciéndolo. Por ello es comprensible que se demande que los fondos europeos lleguen de forma más directa a los Ayuntamientos y Juntas Vecinales.
            No se entiende que el atasco para que el agua vuelva a su cauce sea más de tipo burocrático que económico. Hay fondos europeos como los Fondos de Cohesión o los de apoyo a las vías verdes que podrían facilitar los recursos económicos para realizar las reparaciones necesarias. De hecho en Laguna del Duero (Valladolid) se han pagado las obras relativas a su acequia con dinero europeo. Cabría preguntarse los motivos que llevan a que lo que es posible en esa población sin embargo se impida en el caso de la presa del Bernesga.
            No habrá que hacer mucho esfuerzo en hacer comprender que el agua es importante para el sostenimiento de una población. Cuando ustedes por algún motivo tienen que desplazarse de su domicilio, lo primero que se suelen demandar a sus vecinos y amigos: “Por favor riégame las plantas”. Pues imaginen como estarán los pueblos que riega está presa desde Cuadros hasta Villanueva de las Manzanas.
            Los romanos al fijar el asentamiento de una población, lo primero que se fijaban era la necesidad de que los ciudadanos que allí se asentasen pudieran tener agua en abundancia y de calidad. Para ello diseñaron grandes obras que permitían canalizar el agua y llevarla allí donde se necesitaba. En su filosofía se venía a decir que “la administración de las aguas es menester relacionado por un lado con la utilidad y por otro con la salud y el bienestar de la ciudad”.
            Supongo que no habrá que insistir demasiado para hacer entender que dejar a esa presa sin cauce de agua supone un desastre ecológico. Vamos que peces y cangrejos tienen por costumbre vivir en el agua y ya me dirán que pasa si durante 7 meses desvían su cauce. Igual se echa en falta una mayor implicación de las asociaciones ecologistas en la denuncia de estos hechos. También la de todos aquellos que se dicen “muy verdes” pero que luego no actúan en consecuencia. No siempre la palabra está en consonancia con la conducta ya sea individual o grupal.
            También el agua va directamente asociado a la actividad económica. Sólo basta recorrer está presa para ver los molinos que han estado asociados a la misma a lo largo de la historia. Donde hay agua, hay vida y donde hay vida hay flujo económico. Con el tiempo las actividades económicas van cambiando. Hoy podríamos vincular esa economía a otro tipo de cosas como el turismo.
            Las presas en León están asociadas muy directamente a nuestra propia historia. Incluso tenemos una publicación que recrea esa historia de León a través del agua. A mi memoria viene la presa Cerrajera asociada a mis vivencias en Villanueva de Carrizo y Carrizo de la Ribera. Es algo que forma parte inseparable de la vida de esos pueblos. Son memoria colectiva que se manifiesta por ejemplo a través de sus leyendas.
            ¿Alguien considera que estas actuaciones facilitan dar vida a los pueblos de la España despoblada? Diría que por el contrario son un signo de que importa entre poco y nada lo que pase las personas que viven en esos pueblos, a su economía, a sus recursos ecológicos o a su propia historia.
            Cuando un propietario privado hace dejación de reparar algo que siendo de su propiedad afecta al conjunto de la ciudadanía, la administración se le echa encima demandando su inmediata reparación. ¿Por qué no se actúa del mismo modo cuando es esa propia administración la responsable? ¿Por qué ni hace ni deja hacer?

martes, 21 de julio de 2020

EL PARTIDO DE LA DIGNIDAD.



            Recuerdo unas palabras de Julio Anguita que decían que había que votar a aquellas personas que actuasen desde la dignidad y la honestidad. Incluso afirmaba que no importaba que fueran de derechas si basaban su actuación en esos principios, el sería el primero en aconsejar votarles. También decía que no llegaba a entender a aquellos compañeros que levantaban el puño y les preguntaba si es que era para hacer gimnasia. Decía todo esto un político que pertenecía al partido comunista y que era respetado por todos, tanto por su talante personal como por su aportación intelectual. Le echamos de menos.
            Yo también creo que es necesario rescatar esos valores personales y que ellos se pueden encontrar con independencia de lo que pueda ser la forma de pensar de cada uno. No puedo entender que el señor Cedón dé una rueda de prensa diciendo que “todos saben que esta Comunidad Autónoma la componen dos regiones” y justo a su lado su compañera en esa misma rueda de prensa se refiera a una de esas regiones como “el oeste de la Comunidad”. Diría que eso le aleja del “partido de la dignidad” y más bien le aproxima al de “obedece al poder y calla”. Son muchos los que dentro de su partido se han rebelado por cuanto han primado los intereses de la ciudadanía respecto a lo que pueda decir su estructura organizativa.
            También puedo ver comportamientos semejantes en el señor Silván. Arremete contra el alcalde José Antonio Díez entre otras cosas por la obra que tiene previsto hacer en Ordoño II. Yo también coincido en que en estos graves momentos sería mucho mejor utilizar ese dinero en atender otras necesidades y no veo que ello vaya a mejorar la ciudad. Sin embargo la credibilidad del Señor Silván cae en picado cuando apoya el mantenimiento de la que fue Fundación Villalar y que ahora se llama de Castilla y León. Es decir si hay que ajustar los presupuestos, habría que hacerlo también con esa Fundación y que ese dinero se destinase a los muchos sectores que lo están pasando francamente mal.
            Por todo ello a veces pienso que Cedón y Silván tienen más puntos en común que Cedón y José Antonio Díez. Uno y otro parecen que tienen como misión principal “meter a los leoneses en cintura”. Por ello mismo en su momento fue posible una foto de Silván con el alcalde de “todo para Valladolid”, algo que sin embargo sería impensable ahora (por mucho que los dos alcaldes pertenezcan al mismo partido).

domingo, 12 de julio de 2020

LEÓN Y NAVARRA, DE +14.615 A -197.346.


          Antes de la España de las autonomías la provincia de León superaba a la de Navarra en 14.615 habitantes (en 1.981), sin embargo  hoy, en el 2.020, Navarra supera a la provincia de León en 197.346. Esos son datos objetivos que nos aporta el INE.

            Igual alguien piensa que bueno eso es un caso particular de Navarra por ser Comunidad Foral. Que lo elegimos de manera interesada. Bien, pues entonces vamos a ver qué pasa en otra Comunidad, por ejemplo Cantabria. En 1981 la provincia de León tenía 10.490 más habitantes que Cantabria y sin embargo en el 2.020 esos datos cambian radicalmente y ahora viven en Cantabria 123.216 más. No parecen que sean datos muy distintos.

            Pero si todavía alguien piensa que la muestra es insuficiente, vamos a ver qué ocurre con La Rioja. En 1.981 la provincia de León con 523.613 doblaba el número de habitantes que tenía La Rioja (254.352). Hoy siguen siendo más los que viven en la provincia leonesa pero mientras en 1.981 el diferencial entre ambas era de 269.261 ahora en el 2.020 ha pasado a ser de 143.215. Es decir también aquí la pérdida comparativa con La Rioja ha sido de 126.046.

            Vamos a examinar ahora lo que es la evolución de las tres provincias de la Región Leonesa (León, Zamora y Salamanca). En este caso un punto de referencia puede ser Murcia. Bueno pues en 1.981 la población de la Región Leonesa superaba en 160.203 a la que había en Murcia. Pero sin embargo en el 2.020 Murcia tenía 542.788 más habitantes de los que había en el conjunto de la Región Leonesa.

            Aunque tal vez les cueste creerlo en el año 1.981 los residentes en la Región Leonesa eran 459.756 más de los que había en Baleares. Pues mira por donde hoy son  248.931  más los que viven en esas islas.

            Les pongo un último caso para no aburrirles demasiado. Es con Asturias. En 1981 había 13.871 más asturianos que personas residentes en alguna de las provincias de la Región Leonesa, ahora en el 2.020 esa diferencia ha aumentado hasta los 56.956, es decir se ha multiplicado por 4,1 (¿bastante no?).

            Hemos comparado los datos tanto de la provincia de León como de la Región Leonesa en su conjunto con territorios que cuentan con un marco autonómico propio. Creo que los datos son absolutamente contundentes en cuanto al cambio experimentado en ese período. Diría que una explicación que puede surgir de manera inmediata es que mientras en los territorios que cuentan con una autonomía diferenciada ha aumentado considerablemente su población, en la Región Leonesa la inclusión en Castilla y León ha supuesto pérdida de habitantes.

            Aquellos que sostienen que “juntos” en esta autonomía “estamos mejor” igual tienen que aportar datos que lo justifiquen. Los que proclaman desastres varios por soportar un marco autonómico propio tendrían que explicar como en todas y cada una de esas autonomías la comparación es que mientras ellos crecen, la Región Leonesa y la provincia de León pierden población. Los beneficios derivados de tener esa autonomía de gobierno superan con mucho a los costes.

            Mientras en las autonomías uniprovinciales españolas en el período entre 1.981 y 2020 ganan 3.331.752 habitantes (1.271.410 si excluimos Madrid) en  la Región Leonesa pierde 153.882 habitantes y en concreto la provincia de León 64.172. No sólo es un diferencial de cantidad, es también de “calidad” unos ganan y los leoneses “pierden”.

            Claro, igual estos datos tienen bastante que ver con el dinero que se ha gastado en buscar anular la identidad leonesa. Ello tiene repercusiones no sólo en el ámbito cultural, también las tiene en la economía y con ello en la demografía.

            El centralismo asfixiante de Valladolid se deja notar en muchas cosas. También ha sido así en lo que es la gestión de esta pandemia. Por ejemplo se reparten 53 camas UVI para toda la Comunidad y 7 se asignan a las 3 provincias leonesas y 28 a Valladolid. ¿Equitativo no?  A algunos partidos les podríamos pedir que protesten no sólo cuando las cosas las hacen “los otros”. Serían mucho más creíbles si también denunciaran las injusticias que comenten “los propios”, pero que sin embargo  callan.

            Con estos datos diría que cabrían pocas dudas de que la constitución de una autonomía leonesa hubiera mejorado las expectativas de desarrollo social y económico de los leoneses. No habría motivo para pensar que hubiéramos sido la excepción dentro de la evolución que han tenido esas otras Comunidades. Incluso aunque esa evolución hubiera sido relativamente peor, siempre sería mejor de lo que ha sido dentro de Castilla y León. Además hay que considerar que la inclusión en este marco autonómico se ha hecho contra la voluntad de los leoneses.


LA INFLUENCIA DEL PÚBLICO EN LOS RESULTADOS.


          Entre las muchas cosas que nos ha traído el Covid 19, una de ellas es un cambio de escenario en la liga de futbol. Ello ha supuesto que los partidos se han venido disputando sin público en los estadios. Por ello nos daba la oportunidad de valorar lo que podía ser la influencia de la presencia del público en el resultado de los partidos. ¿Han cambiado algo los resultados al no haber público en los estadios? ¿Qué influencia ha tenido esa no presencia de espectadores?

            Para tratar de dar respuestas a esas preguntas hemos analizado un total de 210 partidos, de los cuáles 100 han sido de primera división y 110 de segunda. Hemos comparado los resultados de 50 partidos de primera división jugados sin público, con los 50 anteriores en los que sí hubo espectadores en los estadios. En el caso de la segunda división se hizo ese mismo proceso con la diferencia de que fueron en cada caso 55 partidos.

            Hemos diferenciado los partidos que habían ganado el equipo que jugaba en casa, los empates y los que había ganado el equipo de fuera. Así tenemos que del total de los partidos analizados había ganado el equipo de casa 36 de ellos cuando jugaba sin público, lo que son 11 menos de los 47 que ganaba cuando había público en las gradas. Eso ha supuesto que aumentaron en 4 los empates (de 33 cuando había público a 37 ahora) y han sido 7 más las victorias forasteras (de 25 con público a 32 cuando no hay nadie en las gradas).

            Podríamos concluir que la no presencia de espectadores en las gradas si ha tenido influencia en el resultado. Ello ha propiciado un mayor número de victorias de los equipos que jugaban fuera. Si ponemos los datos en base 100 podríamos decir que la influencia del público en el resultado sería algo así como de un 10,5%. Ese diferencial ha ido más hacia las victorias forasteras (6,7%) que hacia los empates (+3,8%).

            Comparando los datos de primera y de segunda división, tenemos que han aumentado las victorias forasteras en las dos divisiones pero ese incremento ha sido mayor entre los equipos de segunda (+5) que en los de primera (+2). Sin embargo en los empates ha ocurrido lo contrario y han aumentado más en la primera división (+3) que en la segunda (+1).

            Más allá de lo que son los resultados en futbol podríamos decir que también nos muestra la influencia del “aliento social” en lo que pudieran ser los resultados en otros ámbitos. Los que no participan directamente en el juego o en una determinada actividad, también influyen en los resultados.

            Estos datos son también una invitación a la participación, a considerar que el ánimo a los jugadores propios tiene incidencia en lo que son los resultados. Que no es lo mismo animar desde casa o desde la terraza de un bar que hacerlo en el propio estadio.

            Ahora vivimos en la necesidad de mantener la distancia social como un factor especialmente importante para mejorar nuestras condiciones sanitarias. Sin embargo diría que ello también está facilitando promover que las cosas se hagan por medios telemáticos ya sea en la compra de productos o servicios. Este pequeño estudio viene en la dirección de destacar la importancia de “sentir el aliento próximo”. No es lo mismo animar a tu equipo en las redes sociales que hacerlo en el estadio. Tampoco lo es la compra impersonal de un producto o servicio a través de internet que hacerlo en un establecimiento que conoces y que te conoce.

            La ciudadanía tiene un importante papel que jugar en lo que puede ser la evolución futura de las cosas. Habría que evitar caer en el pesimismo del decir “no hay nada que hacer” o “estamos en manos de …”. Hay que conseguir que aquellos que son representantes de la ciudadanía ejerzan como tales.

            Uno diría que en algunos partidos políticos se puede diferenciar a líderes que se apoyan en la adhesión de sus votantes, de otros que lo hacen más bien en lo que son sus “superiores” dentro del partido. Más claro, parece que hay líderes que tienen como misión “domesticar” a los propios cargos de su partido para así intentar asentar un marco institucional que la población rechaza. Ejercen un papel de represión frente a los que se rebelan. Lo hemos visto por ejemplo en las cartas que desde algunos partidos se han dirigido a sus propios concejales que han apoyado las mociones favorables a una autonomía leonesa. Algunos han preferido estrechar lazos con el alcalde de Valladolid y distanciarse de los concejales leoneses de su partido. La diferenciación a veces no ha sido tanto ideológica sino de primar el papel de ser representantes de aquellos que les han votado.

            En fin, considero que “el aliento social” es importante, influye en los resultados ya sean deportivos o de cualquier índole. El tenerlo en cuenta puede ser fundamental para conseguir triunfos.


jueves, 2 de julio de 2020

LEONESISMO E INDEPENDENTISMO.


            El dicho que “la ignorancia es atrevida” es perfectamente aplicable a algunos de los comentarios que se han podido escuchar sobre la reivindicación de una autonomía leonesa. Así he visto que se ha asociado al leonesismo con los movimientos independentistas que existen en España. En otros se vincula con algo que surge a imitación de “Teruel existe” y también se ha dicho que es un movimiento “nuevo”.

            Uno diría que los movimientos independentistas son incluso causa indirecta de que la Región Leonesa no haya alcanzado una autonomía propia. Martin Villa dirige la operación de crear una autonomía de Castilla y León en base a su criterio de que la misma sirviese de contrapeso a los movimientos excluyentes que se daban en Euskadi y Cataluña. Por eso digo que de no haberse producido esos movimientos independentistas posiblemente la Región Leonesa hubiera sido una de las autonomías que componen el mosaico español. Sin independentistas aquello que motivaba el proyecto político del ministro de UCD no hubiera tenido sentido. En consecuencia se hubiera dado cauce a lo que eran las aspiraciones de la ciudadanía leonesa y de los propios cargos y votantes de UCD en la región.

            Curiosamente casi 40 años después se vuelven a repetir las cosas. Se escuchan voces que aunque reafirman la identidad leonesa sin embargo muestran reticencias al apoyo a una autonomía leonesa en base a la falta de oportunidad ante el conflicto que se está viviendo en Cataluña. Incluso  he podido escuchar este tipo de afirmaciones en algunos líderes políticos españoles. Es decir una vez más los movimientos independentistas son impedimento para poder alcanzar una autonomía leonesa. No tanto por ellos mismos como de una forma indirecta por los que se oponen a ellos. Al leonés se le utiliza para unos fines sin contar con su opinión.

            Sin embargo 37 años son suficientes como para poder decir que “la terapia” que Martin Villa quiso aplicar para ser “dique de contención” no ha funcionado. Incluso habría que decir que ha sido contraproducente por cuanto está autonomía dista mucho de ser un territorio cohesionado (algo que incluso reconocen hasta los promotores de la Fundación Villalar ahora de Castilla y León). La unidad se logra a través del reconocimiento de la pluralidad y no desde la imposición de la uniformidad.

            Entre los concentrados en la plaza de San Marcelo con motivo del pleno celebrado en el Ayuntamiento de León sobre la autonomía leonesa se cantaba “sin León no hubiera España”. Vamos igualito que lo que se puede escuchar en las concentraciones independentistas.

            Ese acuerdo de la ciudad de León se tomó por 14 votos frente a 13. Sin embargo ese equilibrio no se traduce a nivel de calle. Ni en ese momento, ni en ningún otro he visto concentraciones en apoyo al actual marco autonómico. Se confirma así que es algo que se decide a nivel de élites políticas y sin tener en cuenta a la ciudadanía (ni antes ni ahora).

            Apoyos a una autonomía leonesa se han recibido de todos y cada uno de los partidos políticos. Concejales de PSOE, PP, Ciudadanos, Vox, IU, Podemos y UPL han votado mociones de apoyo a una autonomía leonesa. Incluso las mociones leonesistas han sido presentadas por concejales del PP, de Podemos o de Ciudadanos. Ello confirma el carácter transversal de ese movimiento. Sobre esto también se han dado frecuentemente interpretaciones falsas. Hace años se vinculaba al leonesismo con “la derecha”, ahora al parecer es “la izquierda”. Lo que si coincide es que siempre esa vinculación ideológica la hacen los que se oponen a esa ideología. Es decir antes los “de izquierdas” decían que el leonesismo era “de derechas” y ahora la derecha dice que “es de izquierdas”. Es claro que es de todos los leoneses.

            También antes y ahora ante la falta de argumentos se promueve el autoritarismo. Martín Villa impuso a los cargos de su partido que apoyasen su proyecto político por encima de lo que pudieran ser sus criterios personales. De hecho cuando desaparece UCD esos cargos del partido centrista se rebelan presentando una moción favorable a la autonomía leonesa que fue aprobada por 20 votos a favor frente a 4 contrarios. Hoy se quiere que se vuelva a repetir algo de esto mismo.

            El leonesismo va mucho más lejos de demandar un marco autonómico leonés propio. Es la reivindicación de la dignidad y la libertad frente a aquellos que quieren imponer sus criterios desde instancias que son ajenas a la propia voluntad de los leoneses. Es también la defensa de un marco de “unidad en la pluralidad” en el que la identidad como españoles sea compatible con cada uno de los territorios que la componen. Yo quiero una España que sea como un desfile de pendones en el que cada pueblo ondea con orgullo su enseña pero todos llevan la bandera española.

            Al final lo que se pide es que lo que es una aspiración de la ciudadanía se recoja también en el plano institucional y político. Yo sigo sin ver en ningún acto deportivo o cultural que se lleven banderas de Castilla y León (que si ondean en los balcones institucionales). Tampoco he visto mascarillas con esa bandera, vamos ni una. Por algo será.