El dicho que
“la ignorancia es atrevida” es perfectamente aplicable a algunos de los
comentarios que se han podido escuchar sobre la reivindicación de una autonomía
leonesa. Así he visto que se ha asociado al leonesismo con los movimientos
independentistas que existen en España. En otros se vincula con algo que surge
a imitación de “Teruel existe” y también se ha dicho que es un movimiento
“nuevo”.
Uno diría
que los movimientos independentistas son incluso causa indirecta de que la
Región Leonesa no haya alcanzado una autonomía propia. Martin Villa dirige la
operación de crear una autonomía de Castilla y León en base a su criterio de
que la misma sirviese de contrapeso a los movimientos excluyentes que se daban
en Euskadi y Cataluña. Por eso digo que de no haberse producido esos
movimientos independentistas posiblemente la Región Leonesa hubiera sido una de
las autonomías que componen el mosaico español. Sin independentistas aquello
que motivaba el proyecto político del ministro de UCD no hubiera tenido sentido.
En consecuencia se hubiera dado cauce a lo que eran las aspiraciones de la
ciudadanía leonesa y de los propios cargos y votantes de UCD en la región.
Curiosamente
casi 40 años después se vuelven a repetir las cosas. Se escuchan voces que
aunque reafirman la identidad leonesa sin embargo muestran reticencias al apoyo
a una autonomía leonesa en base a la falta de oportunidad ante el conflicto que
se está viviendo en Cataluña. Incluso he
podido escuchar este tipo de afirmaciones en algunos líderes políticos
españoles. Es decir una vez más los movimientos independentistas son
impedimento para poder alcanzar una autonomía leonesa. No tanto por ellos
mismos como de una forma indirecta por los que se oponen a ellos. Al leonés se
le utiliza para unos fines sin contar con su opinión.
Sin embargo
37 años son suficientes como para poder decir que “la terapia” que Martin Villa
quiso aplicar para ser “dique de contención” no ha funcionado. Incluso habría
que decir que ha sido contraproducente por cuanto está autonomía dista mucho de
ser un territorio cohesionado (algo que incluso reconocen hasta los promotores
de la Fundación Villalar ahora de Castilla y León). La unidad se logra a través
del reconocimiento de la pluralidad y no desde la imposición de la uniformidad.
Entre los
concentrados en la plaza de San Marcelo con motivo del pleno celebrado en el
Ayuntamiento de León sobre la autonomía leonesa se cantaba “sin León no hubiera
España”. Vamos igualito que lo que se puede escuchar en las concentraciones
independentistas.
Ese acuerdo
de la ciudad de León se tomó por 14 votos frente a 13. Sin embargo ese
equilibrio no se traduce a nivel de calle. Ni en ese momento, ni en ningún otro
he visto concentraciones en apoyo al actual marco autonómico. Se confirma así
que es algo que se decide a nivel de élites políticas y sin tener en cuenta a
la ciudadanía (ni antes ni ahora).
Apoyos a una
autonomía leonesa se han recibido de todos y cada uno de los partidos
políticos. Concejales de PSOE, PP, Ciudadanos, Vox, IU, Podemos y UPL han
votado mociones de apoyo a una autonomía leonesa. Incluso las mociones
leonesistas han sido presentadas por concejales del PP, de Podemos o de
Ciudadanos. Ello confirma el carácter transversal de ese movimiento. Sobre esto
también se han dado frecuentemente interpretaciones falsas. Hace años se
vinculaba al leonesismo con “la derecha”, ahora al parecer es “la izquierda”.
Lo que si coincide es que siempre esa vinculación ideológica la hacen los que
se oponen a esa ideología. Es decir antes los “de izquierdas” decían que el
leonesismo era “de derechas” y ahora la derecha dice que “es de izquierdas”. Es
claro que es de todos los leoneses.
También
antes y ahora ante la falta de argumentos se promueve el autoritarismo. Martín
Villa impuso a los cargos de su partido que apoyasen su proyecto político por
encima de lo que pudieran ser sus criterios personales. De hecho cuando
desaparece UCD esos cargos del partido centrista se rebelan presentando una
moción favorable a la autonomía leonesa que fue aprobada por 20 votos a favor
frente a 4 contrarios. Hoy se quiere que se vuelva a repetir algo de esto
mismo.
El
leonesismo va mucho más lejos de demandar un marco autonómico leonés propio. Es
la reivindicación de la dignidad y la libertad frente a aquellos que quieren
imponer sus criterios desde instancias que son ajenas a la propia voluntad de
los leoneses. Es también la defensa de un marco de “unidad en la pluralidad” en
el que la identidad como españoles sea compatible con cada uno de los
territorios que la componen. Yo quiero una España que sea como un desfile de
pendones en el que cada pueblo ondea con orgullo su enseña pero todos llevan la
bandera española.
Al final lo
que se pide es que lo que es una aspiración de la ciudadanía se recoja también
en el plano institucional y político. Yo sigo sin ver en ningún acto deportivo
o cultural que se lleven banderas de Castilla y León (que si ondean en los
balcones institucionales). Tampoco he visto mascarillas con esa bandera, vamos
ni una. Por algo será.
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