lunes, 28 de agosto de 2017

40 AÑOS DEL GRUPO AUTONÓMICO LEONÉS. (GAL)



 

            El Grupo Autonómico Leonés (GAL), salta al escenario político y social el verano del 1.977. Nace en la idea de agrupar a todos aquellos que desde diferentes perspectivas políticas deseaban que la Región Leonesa fuese una de las autonomías de la España democrática que estaba naciendo. Se trataba de que hubiese un reconocimiento político a lo que era la Región formada por León, Zamora y Salamanca que se podía ver en los mapas políticos que se estudiaban en aquel momento. En definitiva, de buscar un reconocimiento a lo que ya estaba existiendo.

            El GAL nace también desde el rechazo a las maniobras que se estaban dando en diferentes partidos para anular esa identidad regional leonesa. Es por ello que entre los fundadores del GAL encontramos a personas que militaban en el PCE y que rechazaban la posición de su partido de favorecer la inclusión de la Región Leonesa en la autonomía de Castilla y León (el PCE fue de los pocos partidos que mantuvo siempre la misma posición, aun soportando discrepancias en su militancia).

            GAL no llegó a ser nunca un partido político y admitió siempre la posible doble militancia. Así esas personas fundadoras del GAL seguían siendo militantes del PCE, como en su día hubo otros de diferentes partidos. Ese concepto de la doble militancia también funcionaba en otra organización con la que se compartían fines, Comunidad Castellana. En esta última organización militaba Anselmo Carretero inspirador de ese concepto de España como nación de naciones que ahora enarbola Pedro Sánchez (no en vano Anselmo Carretero era un destacado militante del PSOE).

            En la filosofía del GAL siempre estuvo claro que había que agrupar al conjunto de la ciudadanía leonesa en un objetivo común y que para ello había que evitar tener un marcado perfil ideológico. También era claro que la defensa de la Región Leonesa también lo era de la Región Castellana (o a la inversa). La afirmación de la Región Castellana suponía la de la Región Leonesa (siempre y cuando no se nos considerase como “parte de Castilla”). Por eso mismo hubo actos y comunicados conjuntos con Comunidad Castellana.

UNIDAD EN LA PLURALIDAD.


 

          Sostengo que en la construcción de lo que hoy es España, hubo una lucha entre dos grandes modelos: uno que reconocía su “pluralidad, dentro de un marco de unidad” y otro más uniformizador.

          El primero de esos modelos fue el que impulsó el “Regnum Imperium Leonés” en el que el Rey de León actuaba a modo de “rey de reyes” y era reconocido en un marco superior por el resto de reinos (lo que garantizaba la unidad). Todo ello se fundamenta en un modelo que ha tendido siempre a asentarse en marcos políticos que promovían el parlamentarismo, el imperio de la ley (a través de los fueros) y la convivencia entre diferentes en sus credos religiosos (lo que como recoge Juan Pedro Aparicio le valió en muchas ocasiones la enemistad del papado). Sánchez Candeira estudio en profundidad este modelo político y publicó un estudio muy interesante al respecto.

          El segundo modelo ha sido promovido desde un talante mucho más uniformizador propio de los estamentos militares. Se prima el avance en lo que se denominó la reconquista. Sus referencias serán El Cid o Fernando III. Esa lucha ante “el infiel” tuvo el apoyo del papado (en aquellos momentos de la historia). Se establecía una unión de intereses en tanto se revestía el avance militar con el del catolicismo. No hay que olvidar que muchos siglos después con Franco esa unión se seguía manteniendo. Sólo hay que recordar la denominación de “cruzada” que el régimen franquista daba a nuestra guerra civil. Este modelo hay que vincularlo a Castilla y por ello mismo es en la capital burgalesa donde se constituyó el primer gobierno de Franco o donde podemos encontrar la sepultura de El Cid en su catedral.

          Ese modelo uniformizador tiene un especial reflejo en los denominados “Reyes Católicos”. La unión de Isabel y Fernando se hace en Valladolid y no es casual esa asociación al concepto “católicos”. Los efectos de esa unión son fundamentalmente militares y se pueden ver en cualquier hemeroteca. Conquistas (de Granada, Canarias, Navarra…) y expansiones (por Italia, África o América). Es decir avances militares y expansionistas bajo el auspicio del elemento religioso y el apoyo del papado.