lunes, 30 de noviembre de 2020

LOS CAMBIOS SOCIALES EN LA SEGUNDA OLEADA.

 


La segunda ola del Covid 19 presenta diferencias importantes respecto de la primera. Una de ellas es la letalidad de la enfermedad. Así por ejemplo en mayo estábamos en un 11,8% (fallecidos por número total de contagios) mientras que actualmente estamos en el 3.3%. En ello hay como variable fundamental el que han aumentado en gran medida los test y con ello el número de positivos. Así en mayo con 222.857 casos había un total de 26.299 fallecidos. Lo que vendría a ser lo mismo, mientras el 8 de mayo  con 1.095 positivos había 229 fallecidos, ahora en los datos facilitados el 23 de mayo podemos ver que con 8.293 positivos el número de fallecidos es 47. Una de las causas claras de ese cambio ha sido la mucha mayor capacidad para detectar positivos.

Sin embargo este artículo se quiere centrar más bien en los cambios sociales que se han producido en esta segunda ola respecto a  la primera. Por ejemplo en la primera oleada hubo una canción que simbolizaba la actitud social ante la pandemia. El “Resistiré” del Dúo Dinámico sonaba por todas partes y distintos artistas lanzaron una versión conjunta. Era un himno social que marcaba la pauta a seguir. Hoy ya apenas vemos esa canción en el ámbito social o en las redes. Tampoco ha sido sustituida por ninguna otra.

La apelación a la resistencia va asociada a una lucha larga y a la necesidad de perdurar en el tiempo en una serie de actitudes sociales. Estamos en un tiempo en que la fugacidad de las cosas prima sobre la permanencia. Todo es bastante efímero (sí menos esta maldita pandemia).

En esa primera oleada hemos sido muchos los que salíamos puntualmente a nuestros balcones para aplaudir a los sanitarios y a todos aquellos que con su esfuerzo contribuían a mantener nuestras condiciones de vida. Hoy eso también ha desaparecido. Incluso vemos que algunos sanitarios exhibían pancartas indicando un cierto rechazo a ese reconocimiento social. Así venían a decir “menos aplausos y mejores condiciones laborales”. Yo eso nunca lo he entendido, es como si se responsabilizase a aquellos que querían premiar con su aplauso el esfuerzo realizado de lo que pudiera ser la situación laboral. Por otro lado la experiencia también ha llevado a que como en todo colectivo hay actitudes dignas de elogio pero también otras que merecen el desprecio y el absoluto rechazo. Ya ven con eso tanto entre los sanitarios como entre el conjunto de la población se ha roto ese nexo de unión.

El salir a los balcones favorecía el que se sintiese una Comunidad en el buscar una salida común. Había un contacto con los vecinos aunque no pasase de algo visual.

El que haya dejado de sonar el “resistiré” o que ya no salga la ciudadanía a los balcones son signos de un importante cansancio social. Estamos todos como más apagados sin ganas de tomar nuevas iniciativas. Tal vez pensábamos que  esta “batalla” no iba a durar tanto tiempo. Incluso las iniciativas solidarias que surgieron en ese momento (como la de Cruz Roja responde u otras auspiciadas por el Gobierno) tampoco las hemos visto en esta segunda oleada.

La única forma que tiene el mundo de parar esta pandemia es limitando las relaciones sociales. Esto por un lado genera muy importantes problemas económicos (especialmente en algunos sectores). Pero también supone grandes esfuerzos sociales el limitar las reuniones con la familia y los amigos. El no poder viajar para poder reunirte con tus seres queridos. Las celebraciones ya sea por un determinado éxito o asociadas a enfermedad o muerte se han paralizado.

Diría que en esta segunda oleada ha avanzado el miedo y a perdido protagonismo la esperanza. Signo de ello es que también vemos muchos menos balcones con apelaciones al “va a salir bien” en medio de un arco iris.

Los medios de comunicación son una máquina implacable de malas noticias. Eligen como referencia principal el número de contagios  y estos han ido aumentando, aunque afortunadamente ese incremento no es igual en cuanto al número de fallecidos (como hemos explicado al principio).

Para las autoridades la situación es muy complicada. Por un lado se necesita difundir que la situación es mala y que por ello se hacen necesarias las restricciones.  Pero por otro lado también hay que generar una cierta esperanza (justificada) que consiga una actitud más positiva ante el futuro. Caer en la desesperanza no es bueno.

Nadie tenemos una varita mágica. Está pandemia en mi opinión es también una cura de humildad social. También en el ámbito político se hace necesario esas posiciones de humildad y evitar la soberbia que lleva a considerar que “la única verdad es la mía”. Cuando existen problemas es mucho más importante “tirar del carro” para sacarlo del atolladero. No podemos quedar en debates estériles sobre la mejor forma de sacarlo.

jueves, 26 de noviembre de 2020

¿DÓNDE VA EL DINERO DE SUS IMPUESTOS LEONESES?

 

 

          Es un dato conocido que mientras en 1983 (inicio del proceso autonómico) la provincia leonesa aventajaba en 38.809 habitantes a la de Valladolid, ahora la provincia castellana supera a la leonesa en 61.575 habitantes.

            Partiendo de ese hecho habría que intentar dar una explicación a esa evolución. Habrá algunos que tiendan a considerar que eso se debe a las políticas que aplica su rival político. Otros pueden achacarlas a la propia estructura de la economía leonesa con el declive de sectores como la minería o la agricultura. Otros más dirán que se puede deber al empuje emprendedor de unos y la apatía de otros. Es posible que no quepa asociarlo todo a una única causa. Aquí vamos a examinar la influencia que ha podido suponer el reparto del gasto público de la Junta en esa deriva demográfica.

            Los datos a los que aquí nos referimos los facilita la propia Junta, así que no pueden considerarse algo tendencioso. Nosotros simplemente hemos tratado de elaborarlos. La provincia de León representa el 19.17% de la población de esta Comunidad Autónoma. En el reparto de los presupuestos provincializados en las distintas Consejerías en ninguna de ellas llega a ese porcentaje. Así el promedio queda en 6.32% (es decir un 12.85 menos respecto de su población). Sin embargo Valladolid multiplica por 3,4 ese promedio hasta alcanzar los 21.53%.

            En el conjunto de la Región Leonesa el total de población respecto del conjunto de la Comunidad es de 40.12% mientras que su promedio en gasto llega al 12.78%. Curiosamente doblando en población a la que tiene Valladolid sin embargo recibe un 40,6% menos.

 

 

 

 

 

PRESUPUESTOS GENERALES DE JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN. 2018

LEÓN

ZAMORA

SALAMANCA

TOTAL REGIÓN LEONESA

VALLADOLID

% POBLACIÓN

19,17

7,19

13,76

40,12

21,65

% SUPERFICIE

16,58

11,24

13,14

40,96

8,63

PORCENTAJE SOBRE EL TOTAL DEL PRESUPUESTO DE LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN. 2018

LEÓN

ZAMORA

SALAMANCA

TOTAL REGIÓN LEONESA

VALLADOLID

NO PROVINCIALIZADO

ADMON  GENERAL

1,81

1,81

31,96

66,,1

C. ECONOMÍA Y HACIENDA

8,60

0,92

3,69

13,22

23,42

48,8

C. AGRICULTURA

4,95

0,53

2,12

7,60

13,46

54,2

C. FOMENTO Y MEDIO AMBIENTE

6,23

4,61

5,78

16,61

38,86

19,1

C. SANIDAD

0,33

0,18

0,30

0,81

0,88

97,3

C. EDUCACIÓN. 2.4.6. (1)

13,05

6,19

10,29

29,53

17,27

6,8

C. EMPLEO

0,91

0,54

0,54

1,99

8,12

86,1

C. FAMILIA E IGUALDAD

0,10

0,07

0,02

0,19

2,78

96,5

C. EDUCACIÓN. 2.4.8. (1)

13,05

6,19

10,29

29,53

17,27

20,4

CORTES CASTILLA Y LEÓN.

5,22

5,22

57,0

15,7

COMPETITIVIDAD EMPRESARIAL.

15,28

6,29

12,46

34,03

25,79

10,7

(1) En el presupuesto la C. Educación se divide en dos epígrafes.

PROMEDIO

6,32

2,84

5,05

12,78

21,53

45,56

 

            Hay que tener en cuenta que hay una gran parte de ese presupuesto que no se divide por provincias. Pero claro es que de las 59 sedes que figuran en ese presupuesto, nada menos que 54 están en Valladolid. Con esos datos es fácil de adivinar cuál es el destino de esos fondos que no se asocian a una provincia determinada.

            El cómo se reparte ese gasto público pienso que tiene mucho que ver con el incremento de unas en detrimento de otras que pierden población. Hay que tener en cuenta que Valladolid debe su papel de centralidad geográfica a la existencia de Castilla y León como Comunidad Autónoma. Además se tiende a justificar esa mayor ponderación en el gasto público en base a esa condición de centralidad geográfica. Valladolid dejaría de ser centro geográfico en una autonomía de la Región Castellana. Por eso siempre ha sido el principal impulsor de una autonomía conjunta de las dos regiones (la Región Leonesa y la Región Castellana).

            Ese impulso directo del dinero público lleva consigo el atraer inversiones también a nivel privado. La filosofía que se ha implantado desde  la creación de esta autonomía es que las diferentes provincias “alimenten” el centro de Valladolid. Ese concepto se puede aplicar desde los centros sanitarios, hasta los casinos de juego, las orquestas de música o el aeropuerto. Sería algo así como “venga usted a Valladolid a gastar su dinero” para que en base a ello poder establecer servicios en esa ciudad para el conjunto de esa Comunidad Autónoma.

            La resignación a seguir este modelo no creo que sea la solución. Tampoco pienso que hay demasiadas esperanzas a que es filosofía de concentrar todo en Valladolid vaya a cambiar dentro de esta Comunidad Autónoma. Se puede decir que ese modelo está en la propia esencia de la existencia de esa Comunidad. Tampoco creo que Valladolid aceptase perder ese papel de centralizar el gasto público. Por lo tanto la única alternativa para que esa situación pueda cambiar es que la Región Leonesa pueda constituirse en una de las Comunidades Autónomas de España.

miércoles, 18 de noviembre de 2020

CERRAR SERVICIOS SANITARIOS PARA CENTRALIZARLOS EN VALLADOLID.


 


            El modelo sanitario que promueve la Junta y en concreto su vicepresidente el señor Igea es un claro ejemplo de cómo un sistema autonómico que se crea para descentralizar competencias, lo que hace es justo lo contrario.

            Ese modelo sanitario básicamente se concreta en quitar servicios al resto de zonas de la comunidad para centralizarlos en “el pueblo de Igea” (en Valladolid). Desaparecen consultorios en muchos pueblos, servicios asistenciales en Béjar, en León… y todo ello para ampliar servicios en Valladolid.

            Por toda justificación de ese modelo se dice que Valladolid está en el centro y que en base a ello puede dar servicio sanitario al resto de provincias de la Comunidad. Claro esto mismo se podría decir de Madrid que estando en el centro de España podía dar servicio a todos los españoles. Uno pensaba que se había creado el Estado de las Autonomías precisamente para evitar esa centralización de servicios. Podríamos decir que “para ese viaje no necesitábamos esas alforjas”.

            Hay que decir que esa centralidad geográfica de Valladolid se debe a la propia existencia de la autonomía de Castilla y León. En el momento que hubiese una autonomía de la Región Leonesa y otra de la Región Castellana esa centralidad geográfica de Valladolid desaparecería. Por ello siempre han sido los máximos impulsores y promotores de este marco autonómico.

            Es asombroso que además se utilice como argumento de defensa de ese modelo, la apelación a la solidaridad. Se quita recursos a los que menos tienen para darlos a los que tienen más y para el colmo dice que es un acto de “solidaridad como Comunidad”. Que este tipo de argumentos además los suscriban algunos cargos de su partido en León (y en otras provincias) es penoso. Igual es lo que entienden como un acto de apoyo de la Junta a los leoneses. Otros pensamos que la única explicación posible es su apego al cargo que exige obediencia y disciplina a sus jefes (aunque ello sea contrario a los intereses de aquellos que le han votado).

            Básicamente este modelo supone que con los impuestos que pagan los ciudadanos de otras provincias se les quita servicios para crear nuevas infraestructuras en Valladolid. No sólo eso, los costes derivados del traslado o de la estancia para acompañar a los enfermos los paga el usuario de su bolsillo y ese dinero queda en pucela. El traslado de profesionales supone que se crean nuevos puestos de trabajo en Valladolid para restarlos en otras provincias. Las obras que se hacen para crear nuevas infraestructuras suponen nuevas inversiones que dinamizan la economía de una zona, pero a costa de que otras pierdan esas oportunidades.

            Luego a algunos se les llenará la boca de hablar de la España despoblada y vaciada. El procedimiento que plantea Igea se asemeja mucho al de Oscar Puente. Uno y otro vienen a decir que hay que concentrar las inversiones en Valladolid y que lo que tienen que hacer los que se ven en la necesidad de abandonar sus pueblos es venirse a esa ciudad. Vamos todo un ejemplo de solidaridad social y territorial.

            Más allá de lo que puedan ser las creencias de cada uno, creo que hay que levantar la bandera de la dignidad. No entiendo que este modelo pueda ser asumido por aquellos que lo padecen. Menos aún que aquellos que deben ser sus representantes lo avalen.

            La credibilidad va unida a la coherencia. No puede ser que mi crítica solo se circunscriba a aquello que hace mi rival político. Habrá que actuar en función de las propuestas y las actuaciones. Por ejemplo podemos ser contrarios a las obras de peatonalización de Ordoño (como es mi caso) y también ser críticos con este modelo sanitario que promueve la Junta de Castilla y León. En demasiadas ocasiones vemos que se busca más derribar a mi rival político que la defensa de los intereses de la ciudadanía. Además eso se suele notar demasiado.

            Sinceramente creo que la autonomía de Castilla y León está actuando a modo de apisonadora del bienestar de los leoneses. Los ejemplos son muchísimos y se repiten día tras día. Podré entender que alguien cuestione como nos iría en una autonomía leonesa. Eso es opinable, como todo futurible. Lo que creo que es irrefutable es que en la autonomía de Castilla y León nos va muy mal (ya sea en el plano económico, cultural o de servicios). Por eso pienso que siempre será mejor buscar alguna salida a esta situación que la conformidad de permanecer en el reino de los cementerios. Dotarnos de mayor poder de decisión y control de los recursos debería de favorecer mejorar las condiciones de vida de los leoneses. Ya son muchos años para mostrar que ese modelo autonómico es nefasto y que lo ha sido así con diferentes gobiernos. Llega la hora de cambiarlo.  

miércoles, 4 de noviembre de 2020

DESPOBLACIÓN LEONESA Y MARCO AUTONÓMICO.

 

 

        El Presidente de la Junta de Castilla y León aunque admite que existe un problema de despoblación, interpreta que esto es algo general y por tanto no específico de determinadas zonas. ¿Esto es realmente así o la despoblación y el descenso demográfico se reparten de forma desigual en Castilla y León? Veamos los datos que nos aporta el INE.

          En el año 1983 (inicio de la autonomía de Castilla y León) la provincia de León superaba a la de Valladolid en 38.809 habitantes, hoy en el 2020 la provincia castellana supera a la leonesa en 61.575. Uno diría que ese descenso no ha sido igual para todos.

          En ese período de tiempo la provincia leonesa pierde 67.298 y el conjunto de la Región Leonesa -156.369. Sin embargo Valladolid gana 33.086. Eso supone que respecto al conjunto de la población de la autonomía de Castilla y León, la Región Leonesa pierde     -3.11 puntos. Pero es que de esos 3.11 puntos que gana la Región Castellana respecto a la leonesa, 2.87 se los lleva directamente Valladolid. ¿De verdad es sostenible que el descenso demográfico afecta a todos por igual?. Además esto es algo que es una tendencia que se agudiza con el tiempo.

 

EVOLUCIÓN GENERAL DE LA POBLACIÓN.

 

1983

2020

TOTAL POBLACION

% SOBRE TOTAL ESPAÑA

% SOBRE TOTAL CASTILLA Y LEÓN

TOTAL POBLACION

% SOBRE TOTAL ESPAÑA

% SOBRE TOTAL CASTILLA Y LEÓN

PROVINCIA LEÓN

526439

1,38

20,32

459141

0,97

19,12

VALLADOLID

487630

1,28

18,82

520716

1,1

21,69

 

 

 

 

 

REGIÓN LEONESA

1118188

2,94

43,17

961819

2,03

40,06

REGIÓN CASTELLANA

1472177

3,86

56,83

1439409

3,04

59,94

 

 

 

 

 

CASTILLA Y LEÓN

2590365

6,8

 

2401228

5,07

 

 

 

VARIACIONES EN LA EVOLUCIÓN GENERAL DE LA POBLACIÓN (1983-2020).

TOTAL POBLACION

% SOBRE TOTAL ESPAÑA

% SOBRE TOTAL CASTILLA Y LEÓN

PROVINCIA LEÓN

-67298

-0,41

-1,2

VALLADOLID

33086

-0,18

2,87

 

 

 

REGIÓN LEONESA

-156369

-0,91

-3,11

REGIÓN CASTELLANA

-32768

-0,82

3,11

 

 

 

CASTILLA Y LEÓN

-189137

-1,73

 

 

          Si situamos las referencias de población en el conjunto de España tenemos que en 1.983 las tres provincias de la Región Leonesa suponían un 2.94% del total de España, hoy en el 2020 tan sólo son el 2,03. La provincia de León no llega al 1% de los habitantes de España (0,97%) cuando al inicio de la delimitación autonómica actual representaba un 1.38% de la población española. Pero es que esto es además tendencia ya que en el 2018 el número de habitantes de la Región Leonesa sobre el conjunto de España era del 2,05. Es decir progresivamente se va reduciendo ese porcentaje.

           Pero es que Castilla y León respecto al conjunto de España también ha ido perdiendo peso. En 1983 representaba el 6,8% del total de la población de España y en el 2.020 ese porcentaje ha pasado a ser del 5.07%.

          Siempre habrá  alguien que tratando de arrimar el “ascua a su sardina” nos diga que esto se debe únicamente a las políticas de un determinado partido y que cuando lleguen ellos todo cambiara. Pero claro hay que decir que el partido que ha gobernado en Valladolid es el mismo que ha gobernado en los últimos años en Castilla y León. Ello supone que las causas son mucho más estructurales que coyunturales. No basta simplemente con el cambio de partido y con promesas que se las lleva el aire.

          Para dejarlo claro. En ningún caso se puede hablar  de que la despoblación es un mal general que afecta por igual a todas las partes del territorio. Los datos que he dejado en este artículo (a riesgo de cansarles) creo lo atestiguan así y son verificables por aquel que lo desee.

          La constitución de la autonomía de Castilla y León ha beneficiado a Valladolid y lo ha sido en detrimento principalmente del conjunto de la Región Leonesa. No en vano el motor que ha dado origen a este marco autonómico ha sido Valladolid en tanto esa unión le daba una situación de centralidad política, geográfica y económica.

          La despoblación de las tierras leonesas ha tenido en una de sus más importantes causas la política favorecedora de instalar en la ciudad de Valladolid los diferentes centros administrativos y políticos. Desde ellos se ha favorecido conexiones en centros de transporte y políticas de crecimiento de polígonos industriales. ¿O alguien piensa que esos datos surgen por mero azar?

          Ahora incluso algunos propugnan eliminar las Diputaciones para que ni siquiera exista la oportunidad de la reivindicación leonesa a la propia existencia y subsistencia.

          Es necesario cambiar la orientación política, que supone mucho más que el cambio de partido en el poder. Es mucho más importante determinar “lo que se va a hacer” que fijar “quien lo va a hacer”. Esperemos que cambie la situación y las estadísticas del futuro sean mejores que las actuales.