Vamos a partir de dos hechos. Ambos considero
que podrían ser aceptados por la práctica unanimidad de la ciudadanía. Por un
lado, tenemos que existe un consenso en todos los partidos políticos (que tienen
algún tipo de representación en el territorio leonés) de que León no es
Castilla. También que constituyen 2 regiones diferenciadas. En las ponencias de
sus respectivos congresos podemos ver declaran la existencia de la Región
Leonesa. Así lo hacen en el recientemente celebrado por el PP de León, como
también en el PSOE (incluso el de Valladolid) y en general en el resto de
partidos. Por otro lado, tampoco hay mayores dudas de que de forma continuada
en distintos medios de comunicación se trata a León como una parte de Castilla.
No creo que sea muy necesario extenderme en ejemplificar una situación que
muchos leoneses hemos denunciado a nivel particular. Reiteradamente se habla de
“la catedral leonesa como castellana” (la última en el programa de Saber y
Ganar), de equipos deportivos leoneses como “castellanos” y también habría
muchos ejemplos en el campo comercial. Hay también otras “variantes” que llevan
a que parajes y territorios leoneses se refieran a ellos como “asturianos” o
como “gallegos”.
Ante
esta situación tenemos que muchas veces la demanda de rectificación se hace a
nivel individual o como grupo, pero falta la defensa institucional que haga ver
al resto de los españoles que esto no es algo de un pequeño grupo de personas,
sino que responde a una queja del conjunto de los leoneses. En esa filosofía se
firmó en su momento el Acuerdo por la Identidad Leonesa que fue suscrito por
PP, PSOE (Rodríguez Zapatero) y UPL que conjuntamente representaban en aquel
momento el 95% del voto leonés.
En
base a todo ello demandamos que en la Diputación de León exista la oficina de
“defensa de la identidad leonesa”. Probablemente no haga falta ampliar medios y
podría valer con reasignar funciones a alguno de los existentes (por ejemplo,
en la oficina de prensa). Esa oficina debería ser un vehículo al que la
ciudadanía podría hacer llegar las denuncias de los casos en los que se produce
esa negación de la identidad leonesa. Por otro lado, también sería la encargada
de pedir la rectificación a los medios de comunicación donde se haya producido
ese hecho. También tendría entre sus funciones el divulgar entre los diferentes
profesionales del periodismo que la actual Comunidad Autónoma la componen dos
regiones y que una de ellas es la Región Leonesa. Todas estas funciones parten
de un consenso político que habría que trasladar al plano institucional y desde
ello al de la comunicación.
Es
fundamental dar carta de existencia a lo leonés. Lo es en el plano cultural
pero también en el plano económico. Todas las marcas comerciales se gastan
mucho dinero en conseguir presencia mental en la ciudadanía. Así en cualquier
estudio de mercado un indicador fundamental es el de la notoriedad tanto a
nivel espontáneo como de forma sugerida. Cuando un camarero en una terraza nos
pide ¿Qué desea tomar? Será fundamental que en ese momento el consumidor tenga
como opción “tu” marca. La no existencia de “lo leonés” es un lastre para la
venta de los productos leoneses o para promocionar el turismo. Por decirlo de
alguna manera “no se compra, lo que no existe”.
Estamos
en el nivel más básico que es el de reclamar la propia existencia. Luego ya
habría que tratar de dar valor e identidad a esa existencia. El redescubrir “lo
leonés” sería también muy importante para el conjunto de los españoles. Vendría
a ser el debate entre “la ley y la espada” entre la España Cuna del
Parlamentarismo y la España del Cid. El dar valor a la España democrática creo
que no es precisamente baladí y podría aportar mucho de cara a mejorar nuestras
condiciones de convivencia.
Ese
ocultamiento de “lo leonés” entiendo es consecuencia de la división que se
establece en la España de las autonomías. En la gran mayoría de los casos es
por pura ignorancia. Sin embargo, lo que se repite muchas veces se termina
asimilando como “verdad” aun cuando no lo sea.
Los
leoneses no pedimos remontarnos a la edad media. Hay que recordar la propia
carta de existencia de la Región Leonesa hasta la llegada de la España de las
Autonomías. Hay que evitar confundir una Comunidad Autónoma con una Región. Es
el caso de Castilla y León donde conviven 2 regiones. La Y señala esa
diferencia como también lo hace, por ejemplo, entre Alicia y Pablo como 2
personas y no existe el Alicia-pablo.
La
demanda que se expresa en este artículo creo que es muy importante para lograr
mayores cotas de bienestar de la ciudadanía. No tiene que suponer incrementar
los costes en la administración (simplemente sería implementar otros
criterios). Además, parte de un consenso político. Sólo hace falta voluntad
para llevarla a cabo, esperemos que la iniciativa prospere, es algo que todos
necesitamos.