domingo, 26 de septiembre de 2021

LEON=CASTILLA. LA FALTA DE RESPUESTA INSITITUCIONAL.

 


          Vamos a partir de dos hechos. Ambos considero que podrían ser aceptados por la práctica unanimidad de la ciudadanía. Por un lado, tenemos que existe un consenso en todos los partidos políticos (que tienen algún tipo de representación en el territorio leonés) de que León no es Castilla. También que constituyen 2 regiones diferenciadas. En las ponencias de sus respectivos congresos podemos ver declaran la existencia de la Región Leonesa. Así lo hacen en el recientemente celebrado por el PP de León, como también en el PSOE (incluso el de Valladolid) y en general en el resto de partidos. Por otro lado, tampoco hay mayores dudas de que de forma continuada en distintos medios de comunicación se trata a León como una parte de Castilla. No creo que sea muy necesario extenderme en ejemplificar una situación que muchos leoneses hemos denunciado a nivel particular. Reiteradamente se habla de “la catedral leonesa como castellana” (la última en el programa de Saber y Ganar), de equipos deportivos leoneses como “castellanos” y también habría muchos ejemplos en el campo comercial. Hay también otras “variantes” que llevan a que parajes y territorios leoneses se refieran a ellos como “asturianos” o como “gallegos”.

            Ante esta situación tenemos que muchas veces la demanda de rectificación se hace a nivel individual o como grupo, pero falta la defensa institucional que haga ver al resto de los españoles que esto no es algo de un pequeño grupo de personas, sino que responde a una queja del conjunto de los leoneses. En esa filosofía se firmó en su momento el Acuerdo por la Identidad Leonesa que fue suscrito por PP, PSOE (Rodríguez Zapatero) y UPL que conjuntamente representaban en aquel momento el 95% del voto leonés.

            En base a todo ello demandamos que en la Diputación de León exista la oficina de “defensa de la identidad leonesa”. Probablemente no haga falta ampliar medios y podría valer con reasignar funciones a alguno de los existentes (por ejemplo, en la oficina de prensa). Esa oficina debería ser un vehículo al que la ciudadanía podría hacer llegar las denuncias de los casos en los que se produce esa negación de la identidad leonesa. Por otro lado, también sería la encargada de pedir la rectificación a los medios de comunicación donde se haya producido ese hecho. También tendría entre sus funciones el divulgar entre los diferentes profesionales del periodismo que la actual Comunidad Autónoma la componen dos regiones y que una de ellas es la Región Leonesa. Todas estas funciones parten de un consenso político que habría que trasladar al plano institucional y desde ello al de la comunicación.

            Es fundamental dar carta de existencia a lo leonés. Lo es en el plano cultural pero también en el plano económico. Todas las marcas comerciales se gastan mucho dinero en conseguir presencia mental en la ciudadanía. Así en cualquier estudio de mercado un indicador fundamental es el de la notoriedad tanto a nivel espontáneo como de forma sugerida. Cuando un camarero en una terraza nos pide ¿Qué desea tomar? Será fundamental que en ese momento el consumidor tenga como opción “tu” marca. La no existencia de “lo leonés” es un lastre para la venta de los productos leoneses o para promocionar el turismo. Por decirlo de alguna manera “no se compra, lo que no existe”.

            Estamos en el nivel más básico que es el de reclamar la propia existencia. Luego ya habría que tratar de dar valor e identidad a esa existencia. El redescubrir “lo leonés” sería también muy importante para el conjunto de los españoles. Vendría a ser el debate entre “la ley y la espada” entre la España Cuna del Parlamentarismo y la España del Cid. El dar valor a la España democrática creo que no es precisamente baladí y podría aportar mucho de cara a mejorar nuestras condiciones de convivencia.

            Ese ocultamiento de “lo leonés” entiendo es consecuencia de la división que se establece en la España de las autonomías. En la gran mayoría de los casos es por pura ignorancia. Sin embargo, lo que se repite muchas veces se termina asimilando como “verdad” aun cuando no lo sea.

            Los leoneses no pedimos remontarnos a la edad media. Hay que recordar la propia carta de existencia de la Región Leonesa hasta la llegada de la España de las Autonomías. Hay que evitar confundir una Comunidad Autónoma con una Región. Es el caso de Castilla y León donde conviven 2 regiones. La Y señala esa diferencia como también lo hace, por ejemplo, entre Alicia y Pablo como 2 personas y no existe el Alicia-pablo.

            La demanda que se expresa en este artículo creo que es muy importante para lograr mayores cotas de bienestar de la ciudadanía. No tiene que suponer incrementar los costes en la administración (simplemente sería implementar otros criterios). Además, parte de un consenso político. Sólo hace falta voluntad para llevarla a cabo, esperemos que la iniciativa prospere, es algo que todos necesitamos.

miércoles, 15 de septiembre de 2021

LEON, VIRUS, VACUNAS Y NEGACIONISTAS.

 


            Este artículo pretende hacer un paralelismo entre lo que está ocurriendo a nivel general con lo que también viene aconteciendo en el plano social con la adscripción de León a la autonomía de Castilla y León. Hay que recordar que esa adscripción se hizo contra la voluntad de los leoneses y sus instituciones.

            El virus de este marco autonómico ha provocado grandes pérdidas económicas a los leoneses. Esto es algo que resulta tan evidente que apenas requeriría mayor explicación. Todos los días se recibe una noticia que ahonda en esa sangría económica. No les quiero aburrir demasiado, les pondré sólo los últimos casos. Así podríamos referirnos al proyecto ferroviario de la U de Olmedo o la falta de unidades de atención para los enfermos de Covid o el quedarse sin el Centro de Estudios Penitenciarios, la escuela de pilotos o la radioterapia en El Bierzo.  Los ejemplos pueden ser muchos más y seguro que el lector por su cuenta añadirá los que le afecten más directamente.

            En el plano social y cultural hay que recordar las muchas veces que los leoneses tenemos que explicar que no somos castellanos. Aun cuando en principio se debería tener en cuenta que esta autonomía la componen 2 regiones, en la práctica la Junta no tiene una política consecuente con ello y práctica la uniformidad y la anulación de ese valor diferencial. Nunca en los datos que ofrece la Junta sobre cualquier cosa nos vamos a encontrar los que se refieren a la Región Leonesa y los que son de la Región Castellana. Por supuesto no hace nada por trasmitir al conjunto de los españoles esa diferenciación entre las dos regiones. Por el contrario, se ha tendido a instalar en los medios de comunicación que Comunidad Autónoma y Región es lo mismo.

            En definitiva, podemos concluir que “hay un virus autonómico” que nos causa problemas. Alguien podría pensar que ese virus nos ha afectado simplemente por tener “mala suerte”. Pero claro es que está ruleta de la suerte parece estar trucada y las decisiones que perjudican caen siempre del mismo lado y las que benefician también, pero a otro distinto. Así una vez tras otra la lectura es la misma, la Región Leonesa pierde y Valladolid gana. Tal vez en ello tenga que ver el que desde el primer momento el impulsor de esta autonomía ha sido Valladolid. Ello favorecía su posición de centralidad geográfica y con ello su mayor poder político y económico.

            Diría que sobre los puntos que he venido desarrollando hay bastante consenso. La autonomía de Castilla y León ha perjudicado social y económicamente a la Región Leonesa y beneficiado a Valladolid. Es decir, tenemos un virus.

            Bien si hemos llegado a ese diagnóstico el siguiente punto en nuestra reflexión será el que dice que “algo habrá que hacer” para combatir ese virus. Hay que intentar lograr una vacuna que nos inmunice.

            En ese contexto algunas personas mantienen que “cambiando de médico” (es decir de partido que gobierna) la cosa estaría solucionada. Pero claro a lo largo de la historia ya ha habido distintas opciones de gobierno y ello no parece haber sido la solución. Vendría a ser como si la receta para superar el Covid-19 fuera el cambio de especialista.

            Si el origen de esta situación fue la creación de la autonomía de Castilla y León, entonces la vacuna tiene que ser el alcanzar una autonomía leonesa. Hay ejemplos suficientes para ver el modo tan diferente en que han evolucionado Cantabria, Rioja o Aragón respecto a como lo ha hecho la Región Leonesa. En otros artículos he procurado demostrar con datos lo que ha sido esa diferente evolución (algo que también he trasladado al libro “Región Leonesa la 18 autonomía de España”).

            Creo que la autonomía leonesa es la mejor vacuna contra este virus, por cuanto nos permite recuperar poder sobre nuestros propios recursos y también facilita la visibilidad de los productos leoneses a nivel del conjunto de España. Es el instrumento adecuado para reivindicar que existimos. Podríamos decir que, si Valladolid se opone a esa autonomía leonesa, igual resulta que pudiese ser por cuanto pierde su posición de centralidad. Diría que incluso esa oposición vendría a ser un signo de que, si a ellos no les interesa, a los leoneses sí.

            Luego estarían los negacionistas. En nuestro caso vendrían a ser los que enmascaran la situación leonesa asimilándola a lo que ocurre en Cataluña o también la comparan con reivindicaciones municipales. Los hay también catastrofistas que admitiendo que la situación es negativa nos dicen que “no hay remedio” (en ese sentido apuestan que el Reino de León sea el reino de los cementerios).

            Es un dato incuestionable que la reivindicación leonesa es transversal y alcanza a todos y cada uno de los partidos. Por eso podríamos decir que la democracia es la mejor vacuna contra el virus que nos afecta. En el momento de decidir el voto habrá que examinar en qué medida las diferentes opciones que se presentan defienden el optar por esa vacuna que nos defienda del virus de estar incluidos en esta autonomía.