lunes, 10 de noviembre de 2025

NO HAY FINAL SIN ETAPAS PREVIAS.

 


            En el leonesismo creo debemos hacer una cierta autocritica sobre nuestros modos y formas de organización. En mi opinión caemos en estos errores:

·        El individualismo, que nos lleva a pensar que cada individuo tiene la solución y descarta lo que se haya podido hacer hasta ahora. Así “descubrimos el Mediterráneo” cada poco tiempo y es una eterna vuelta a empezar.

·        Somos muy dados al discurso, a la manifestación, algo que nos sirve más como desahogo y no tienen consecuencias prácticas. Al día siguiente las cosas siguen como estaban y nada ha cambiado. En mi opinión ese tiempo ya ha pasado y los leoneses hemos demostrado de mil formas que este marco autonómico se ha impuesto contra nuestra voluntad. Eso pasa hoy y lo ha pasado siempre. Entonces lo que hay que hacer es a partir de esa base para conseguir un marco autonómico propio.

·        También somos poco conscientes de que para avanzar en el objetivo de conseguir una autonomía leonesa es necesario cubrir etapas previas. Hemos reiterado hasta la saciedad que queremos un marco autonómico leonés pero en el “todo o nada” nos quedamos siempre en el nada.

Hoy en este artículo me quiero ocupar de este último punto. Creo que una de esas etapas debe ser el reconocimiento de que este marco autonómico lo componen 2 REGIONES. En consecuencia nunca se debe igualar Comunidad Autónoma y Región. Desde el punto de vista teórico incluso el actual líder del PSOE en esta Comunidad admite esa pluralidad regional e incluso dice que “esta admitida por todos”. Sin embargo es evidente que esto no es así y lo vemos cada día en los medios de comunicación e incluso es habitual que territorios leoneses se identifiquen como castellanos.

Lograr ese reconocimiento de la regionalidad leonesa se debe traducir en hechos. A nivel de comunicación diferenciar las dos regiones, en las estadísticas o en los presupuestos lo mismo. Es decir hay que conseguir pasar del reconocimiento “nominal” al “real” . También hay que pedir al PP de León que sea más reivindicativo y rechace la posición del señor Mañueco en el que dice que León es una provincia más dentro de Castilla y León. Digo el PP de León, tal vez haya que excluir a Ester Muñoz demasiado ocupada en su propia proyección como lugarteniente de Feijoo y castigo de Sánchez. Sus votantes le preocupan entre poco y nada.

La capacidad de influencia se mide fundamentalmente por el número de representantes que puedas tener en cada parlamento. Lo estamos viendo con total claridad en el Gobierno de España. Sin embargo los votos políticos de “las provincias” son muchos más que los que puedan tener Cataluña, Madrid o Euskadi que parecen muchas veces como los únicos puntos de referencia. Igual hay que impulsar una cierta “rebelión” para que su voz “se haga valer”. No puede ser que unos estén para “pagar” y otros para “recibir”. Hay también que promover servicios dignos en las grandes áreas sociales y evitar diferencias en función del potencial económico.

La unidad se logra desde el reconocimiento de la pluralidad. Sin embargo esa pluralidad debe abarcar al conjunto de los pueblos de España y no limitarse a su periferia. El modelo de España de la extrema derecha no es muy distinto del que tienen los partidos independentistas. La diferencia será que unos defienden ese modelo y otros lo detestan, pero comparten contenidos.

El leonesismo debe ganar en concreción de las cosas para que ello permita avances aunque sean pequeños. Desde el principio algo que ha lastrado el conseguir objetivos es que no se considere como algo útil y posible la autonomía leonesa. En la encuesta que en su momento hizo la Diputación al inicio del proceso el 69,21% de las recibidas apostaba por “León solo” frente a un 4.45% que prefería la opción de Castilla y León . Es decir el diferencial era de 64.76 puntos ¡casi nada! Era evidente cuál era la voluntad de los leoneses. Sin embargo había otra pregunta que en mi opinión jugo un papel  decisivo. En concreto era “En el caso de que finalmente, León se inclinará por una opción distinta a la que usted ha señalado ¿la aceptaría igualmente, o la rechazaría por considerarla inaceptable? A lo que un 70.46% de los que respondieron a ese cuestionario contesto que “aceptaría otra opción si quedan a salvo los intereses leoneses” otro 12% la aceptaría sin más cualquier otra opción y un 7.77% rechazaría de plano cualquier otra opción. Quedaba muy en el aire que significaba “quedar a salvo los intereses leoneses” y ello pudo dar pie a que Martin Villa considerase que los concejales de su partido se podrían plegar a sus deseos (de crear una autonomía que sirviese de contrapeso a los nacionalismos vascos y catalanes)

En definitiva creo que el mejor “alimento” para avanzar será ir consiguiendo objetivos. Hay que evitar que se perciba que estamos en un “callejón sin salida”

viernes, 7 de noviembre de 2025

NO ES LEONESISMO, ES DEMOCRACIA.

 

NO ES LEONESISMO, ES DEMOCRACIA.

            En enero de 1.983 se hace público un estudio de Sofemasa  que había encargado la Junta de Castilla y León. En dicho estudio se dice textualmente “los leoneses tienen un sentimiento muy notorio de ser una entidad con identidad propia bien diferenciada de la entidad castellana”. Al mismo tiempo añade “el rechazo que manifiestan los entrevistados leoneses no es tanto al hecho autonómico como hacia la autonomía conjunta”.  Atención que esto se dice en 1.983 y lo dice un estudio pagado por la propia Junta de Castilla y León (que supongo nadie la considerará sospechosa de leonesismo). Es decir se conocía la voluntad de los leoneses y se obro en abierta oposición a sus deseos e intereses.

            También al inicio del proceso la Diputación hace una encuesta entre los ayuntamientos para conocer su posición sobre el tema. Era un modo de sondear sobre lo que podían hacer esos ayuntamientos en sus votaciones. El resultado sobre el total del censo no dejaba lugar a dudas. Un 69.21% deseaba una autonomía leonesa y un 4.45% una autonomía conjunta con Castilla.

            Posteriormente diferentes medios de comunicación se han hecho eco de estudios sociológicos y en todos ellos sin excepción se detecta una mayoría clara favorable a una autonomía leonesa. Por no extenderme demasiado en este punto recuerdo una encuesta de 40DB realizada en Febrero del 2022 en la cual se decía que un 56.3% de los leoneses eran partidarios de dividir la actual Comunidad Autónoma entre León y Castilla mientras los partidarios de mantenerla como estaba eran un 17,5%. (un 26.2% no contestaba). Es decir estamos en unas diferencias que no dejan lugar a dudas.

            Pero habría más indicadores. Por ejemplo a lo largo de los años se han producido muchas manifestaciones favorables a una autonomía leonesa, siendo alguna de ellas reconocidas como las mayores de la historia. Ahora díganme alguna favorable a Castilla y León. No, aquí no existe la división de opiniones, lo que hay es una imposición a la voluntad democrática de los leoneses.

            Vamos ahora  a los acuerdos municipales. Tenemos que 77  Ayuntamientos  (72 en la provincia de León) que han votado resoluciones favorables a una autonomía leonesa. Lo han hecho concejales de todos y cada uno de los partidos, no importaba que en ese ayuntamiento no tuviese representación UPL. En muchos de esos ayuntamientos la decisión se ha adoptado por unanimidad. Los rechazos son insignificantes. También la propia Diputación de León ha aprobado una disposición favorable a una autonomía leonesa.

            Sin embargo esa voluntad popular ha sido “secuestrada” por una clase política que no ejerce su papel de representantes de la ciudadanía que les ha votado.

            Por eso es un poco el título de este artículo. No hace falta ser leonesista para apoyar una autonomía leonesa, basta con ser demócrata y respetar la voluntad de la ciudadanía. Los concejales y alcaldes de muchos ayuntamientos así lo han entendido y se han rebelado a las propias directrices de sus partidos.

            Hoy asistimos a un gran distanciamiento de la ciudadanía respecto de la clase política. Algo que considero que no es bueno y puede fomentar populismos que se alejan del marco democrático. Esta sucediendo no sólo en España sino también en Europa y en general en el mundo. Pero claro si el político se distancia de su papel de representante de sus votantes y desliga su poder de voto con lo que piensan sus votantes es normal que suceda esto.

            Es necesario y hasta urgente que se restablezca la conexión entre los políticos y sus votantes. Que ejerzan su papel de representantes.

            Hay datos más que suficientes para dejar muy claro cuál es la voluntad de los leoneses. Diría que no hacen falta más. La duda no es “lo que desean los leoneses”, la duda es si los poderes políticos van a respetar esa voluntad.

            Si se admite ese papel de representantes luego habrá que examinar como se canaliza esa demanda, pero lo que no se puede hacer es ignorarla. Hay que tener en cuenta como decía al principio de este artículo que ese deseo mayoritario también lo era en el origen de ese proceso y que incluso era conocido por la propia Junta de Castilla y León. Es decir siempre hemos estado en un marco autonómico impuesto. Es hora de reconducir esta situación. Los errores no caducan y los valores democráticos lo exigen.


domingo, 5 de octubre de 2025

¿ES ESTE UN MUNDO CUERDO?

 


            Asisto un día tras otro a la lectura de unas noticias que me parecen irreales. Me parece inaudito que todo un presidente de Francia tenga que poner fotos de su mujer embarazada para demostrar que pertenece al género femenino. Pero supongo que si lo ha hecho será por la presión social para desmentir unos rumores. Menos mal que es el país de las libertades.

            Luego veo que en Afganistán para rescatar a alguien víctima de un siniestro primero debe preguntar el sexo al que pertenece. Los talibanes anteponen el evitar que una mujer sea atendida por un rescatador hombre a su propia vida. Vamos que si alguien ve una mano entre los escombros lo primero no será  averiguar si está viva sino ver si se trata de un hombre o una mujer. ¡ Que barbaridad ¡

            Corea del Norte dicen que es una República. Pero claro el actual dirigente es hijo de su padre y ya esta preparando para que su hija sea su sucesora. En eso puede tener rasgos comunes con las monarquías, pero claro hay una diferencia muy sustancial aquí su poder es omnímodo y no sujeto ni a leyes ni a parlamento. Dirige, manda y ordena.

            Como la información es poder, pues en Corea del Norte el ver una película o una información que viene del exterior está penado con prisión o incluso con pena de muerte. Y ese personaje es uno de los tres líderes que aparecen con el chino y el ruso para una alternativa al mundo occidental. Bueno pues desde luego no es algo que yo desee.

            En Estados Unidos que en una cadena privada alguien dice algo que disiente del pensamiento de Trump pues nada, lo echamos de la cadena. Ah, que dicen que son liberarles, bueno pues mi concepto de libertad es muy diferente del suyo.

            Puedo entender que en todas las sociedades hay personas que hacen actos “locos”. Eso entraría en lo que E. Durkheim denominaba “hechos normales” ( y ponía como ejemplo el suicidio). Pero es que aquí estamos hablando no de la excepción, estamos hablando de la norma en esas sociedades y también de sus más altos dirigentes.

            Asistimos a una gran polarización social. Se es de Sánchez o anti-Sánchez,  pro-Trump o anti-Trump… Apenas hay lugar a los matices o a decir sobre que cosas estas de acuerdo y sobre que otras no. La polarización va de la mano de la personalización con lo que las ideas suelen quedar a un lado. Coincido que se da lo que Alain Finkielkraut denominaba “la derrota del pensamiento”.

            Pero claro todo esto tiene un sustrato social. Diría que en este momento tenemos diferentes alternativas para “que piensen por nosotros”. En el coche ya tenemos el GPS que nos indica el camino a seguir. Si hay dudas sobre una cosa consultamos en internet o a través de la denominada inteligencia artificial. Pero es cuestionable si todo esto favorece un mayor desarrollo o lo que hace es “embobarnos” en la comodidad de que otros piensen por nosotros.

            Hubo un momento en que en el ámbito educativo se fomentaba el que hubiese el mayor número de ordenadores en las aulas y que los alumnos tuviesen acceso a ellos. Hoy sin embargo ya empieza a haber la tendencia contraria por cuanto esos ordenadores y tabletas lo que hacían era limitar el desarrollo personal de los alumnos. De la necesidad muchas veces ha surgido la innovación, pero la comodidad lo que nos hace es ser más vagos.

            Esos procesos también aumentan nuestra dependencia de otros. Somos menos autosuficientes. Elaborar un pensamiento o una reflexión supone un esfuerzo. Casi siempre estará llena de matices sobre aquello sobre lo que se quiere opinar. Sin embargo cuando nos dejamos llevar, eso hace más fácil los gobiernos de la tiranía que también “piensan por nosotros”.

            El que las opciones radicales estén ganando peso en el mundo igual tiene que ver con el hecho de pasar del “pensamiento” al “seguimiento” ( y no sólo en el plano político).

            La cultura de la imagen gana cada vez más peso frente a la lectura, la reflexión o el pensamiento. Hoy la referencia son los influencers que desde la simplicidad llegan a un gran número de personas en formatos muy cortos de tiempo. Pero elaborar un pensamiento supone unas exigencias distintas. Nuevamente aquí la referencia es mostrar e invitar a seguir. El que recibe este tipo de estímulos no busca elaborar con ellos otros propios. Quiere que le den las cosas hechas y cuanto más fácil mejor. Diría que también algunos padres siguen este modelo de educación para sus hijos. Pero claro cuando se tengan que enfrentar al mundo no van a tener el bagaje suficiente para hacerlo con éxito.

            Para ganar en cordura debemos avanzar en autonomía de pensamiento y diría que no vamos por el mejor camino.

 

jueves, 2 de octubre de 2025

LEONESES FUERA DE LEÓN.

 


            El que esto escribe es uno de esos muchos leoneses que viven fuera de la Región Leonesa. A ellos habría que sumar los que habiendo nacido en otros territorios tienen a sus padres o a sus abuelos de origen leonés. En mi experiencia personal puedo decir que tanto en el ámbito laboral como en el de vecindad he encontrado un gran número de personas que tienen origen leonés.

            Buscando un modo de relación y de contacto con las cosas de su tierra se crearon las casas de León con diferentes denominaciones. La del Hogar Leonés en Bilbao está cerca de cumplir nada menos que 100 años (se creo en 1930) y es la más antigua de las que hay en España. Está ubicada en el Casco Viejo de Bilbao y desde sus ventanales se puede ver el Teatro Arriaga como centro neurálgico de la villa.

            Diría que estos centros actúan a modo de “embajadas leonesas” ya sea en otros puntos de España o también en el extranjero. Allí se presentan libros de contenido leonés, se proyectan películas que estén hechas por leoneses o traten temas de León (en Bilbao en el ciclo “León va de Cine”) o se colabora para que los productos de León se puedan ver y vender en las calles de la ciudad. También son fundamentales para que se pueda visualizar “lo leonés” fuera de León. En ese sentido a través de ellos se canaliza la presencia de los pendones en las calles de sus ciudades (por ejemplo).

            Pero también en  estos centros se deja notar el paso del tiempo y hay dificultades para poder seguir haciendo lo que antes se llevaba a cabo. Una ley excesivamente restrictiva ha llevado a que no puedan tener unos modos de financiación suficientes (por ejemplo prohibiendo que pueda haber bingos en sus locales). Además el tiempo no sólo recae sobre la propia organización, también lo hace sobre las personas que son sus socios. Eso supone la dificultad de integrar a generaciones jóvenes que buscan modos de relación que no encuentran en esas instalaciones (los jóvenes buscan lugares donde van los jóvenes). Todo ello provoca que no se hagan cosas que antes se hacían. Por ejemplo en Bilbao había un corro de aluches que se hacía delante mismo del Teatro Arriaga, se hacía un magosto en el Arenal de Bilbao y también cada año se hacía una reunión alrededor de un cocido maragato o también del Botillo.

            Estos Centros son también un ejemplo de resistencia y resiliencia. La Junta viene tratando desde hace muchos años en transformarlos en Centros de Castilla y León. Para ello la presión es de tipo económico, negando apoyo a los centros leoneses. A ello se ha venido dando respuesta de que “la dignidad no está en venta” y siguen siendo lo que han sido siempre, leoneses (y en el caso de Bilbao son casi 100 años). Ello no supone que se niegue el derecho a ser socio a personas que han nacido en otros lugares (fuera o dentro de la actual Comunidad Autónoma), pero siempre manteniendo la esencia leonesa.

            En unos tiempos en los que en los medios hay un ataque continuado a la identidad leonesa, la presencia de estos centros es fundamental como un “faro que reivindica la propia existencia leonesa fuera del ámbito leonés”. Y esto no es algo que sólo encaje en la esfera de los sentimientos, también tiene una importante repercusión económica . Es imposible vender “lo que no existe”. Dar a conocer la propia existencia y prestigiarla es el camino para ganar cuota de mercado . Todas las grandes marcas lo saben y por eso gastan grandes cantidades de dinero en ganar notoriedad y prestigio.

            Creo conveniente el potenciar el papel de esos centros como “altavoces” de lo leonés en cualquier ámbito (cultural o económico). Hay que aprovechar el potencial que tienen de estar ubicadas en el centro de las ciudades. Por otra parte,  se hace necesario el apoyar esos centros y a sus directivas para lograr el mantenimiento de sus sedes y también el favorecer la incorporación de personas jóvenes que vean representados sus intereses en las actividades que se realizan. La sociedad no es la misma hoy que hace 100 años y hay que favorecer que se produzca esa adaptación (sin por ello perder sus esencias).

            Los leoneses que vivimos fuera sentimos nuestra tierra y también necesitamos que esa tierra nos sienta como algo propio. Un buen ejemplo de ello es el reciente premio “leonés en el extranjero” a Pilar de la Puente. Hay que aunar las necesidades que habría que cubrir y ampliar los servicios que se pueden prestar . Hacerlo será la clave del futuro y puede permitir mantenerlas y que sean altavoces de todo aquello que se desarrolla en el ámbito leonés.

viernes, 12 de septiembre de 2025

LA DIVISIÓN NO ES EL BIERZO, LEÓN. TAMPOCO CATALUÑA, ESPAÑA.

 


            Últimamente es frecuente ver que en bastantes medios de comunicación se establece la división entre “León y El Bierzo”. Desde luego no comparto esa fragmentación. El Bierzo es una parte de la Región Leonesa y carece de sentido establecer esa diferencia.

            Además eso supone anular la gran riqueza comarcal leonesa. En esa división ya no entran comarcas de gran personalidad como Maragatería, Babia, Laciana o Cabrera (por poner sólo algunos ejemplos). Ese reduccionismo lleva a la disyuntiva entre “León” o “El Bierzo” y claro es un error.

            La simplificación es un camino hacia la falsedad. Ni la ciudad de León se puede identificar con “León” ni Ponferrada con “El Bierzo”. Bajo esas denominaciones hay muchas otras cosas que no se deberían obviar.

            Lo que ocurre con León me recuerda en gran medida a las divisiones que los independentistas establecen entre Cataluña y España ( otros lo hacen entre “Euskadi y España”). También en esos casos se parte del concepto de que Cataluña o Euskadi no forman parte de España. En esa misma filosofía se anula a las diferentes partes que forman España. Es un concepto uniformista y centralista en el que ya dejan de existir Extremadura, León, Andalucía o Aragón (y otros más). Se comparte también la cierta idea de asociar Madrid con España (algo muy propio de Ayuso también). Pero España es mucho más que Madrid y la prueba es que en el propio escudo de España no hay presencia  de Madrid. En ese escudo que es una representación de nuestra historia encontramos referencias a Castilla, a Aragón, a León y a Navarra. Dejar de lado todo ello equivale a falsificar nuestra historia.

            En los desastres de los incendios que hemos tenido este verano creo que entre los muchos errores cometidos también los ha habido en la referencia a la localización. Es un error referirse a un marco político de relativa reciente implantación para comunicar donde se han dado los incendios. Es decir no cabe hablar de Castilla y León cuando los graves incendios se han producido en las provincias leonesas y especialmente en León y Zamora. Afortunadamente en Ávila, Segovia o Valladolid (entre otras) no ha habido incendios. Claro por otra parte hay que recordad que esos incendios se repiten fundamentalmente en esas provincias leonesas (recordemos el de la Sierra de la Culebra en Zamora ). Los marcos naturales entienden poco de las divisiones artificiales que se han hecho por intereses políticos a espaldas y contra la opinión de la gran mayoría de la ciudadanía.

            No creo correcta la división la división que se establecía si el fuego se había producido en León (incluyendo Picos de Europa) o en El Bierzo. Podríamos decir que esos medios tampoco informaban sobre la división que según ellos pertenecía a uno u a otro territorio. Más bien sospechamos que esa división obedecía a su propia estructura organizativa estableciendo las áreas de las que se debían ocupar sus periodistas.

            Creo en la unidad que se construye desde el respeto a la pluralidad. Pero cuando desde los nacionalismos se apuesta por “la biletaridad” lo que se hace es buscar destruir esa pluralidad y situarse en un rango de igualdad con “España”. Es decir la división que establecen sería entre “catalanes” y “españoles” (o “vascos” y “españoles”). Para mi esto es muy similar a la de aquellos que marcan una división entre “bercianos” y “leoneses”. Incluso hemos podido ver este tipo de discurso en algunos responsables políticos en el Ayuntamiento de Ponferrada.

            En todo ello hay un cierto menosprecio al resto de poblaciones y comarcas. La capital histórica de la provincia de El Bierzo fue Villafranca y esta fue partido judicial hasta el año 1966 en que pasa a ser de Ponferrada.

            Las rivalidades “locales” ya sea entre la ciudad de León y Ponferrada o entre Madrid y Barcelona creo que también apoyan esas divisiones que venimos comentando. Esto es especialmente así si trasladamos esa rivalidad al ámbito deportivo y particularmente al futbol. Recuerdo que cuando estudiaba en la universidad un profesor nos decía que un penalti no pitado al Athletic era favorable al incremento del nacionalismo vasco. Creo que además tenía razón en ello, pero claro en ese sentido algunos de esos sectores nacionalistas preferían la injusticia del error arbitral si con ello aumentaba su causa nacionalista.

            Hay que decir que no todos aquellos que hacen este tipo de divisiones obedecen a criterios ideológicos . Muchas veces es o por comodidad o por ignorancia.

            Los que somos leoneses y españoles creo que debemos oponernos a este tipo de tratamiento informativo. El respeto a la pluralidad es también garantía de reconocimiento a la dignidad de las partes que componen un territorio. La simplificación contribuye a la ocultación de esas partes y creo es algo que debemos evitar.