En el leonesismo creo debemos hacer
una cierta autocritica sobre nuestros modos y formas de organización. En mi
opinión caemos en estos errores:
·
El
individualismo, que nos lleva a pensar que cada individuo tiene la solución y
descarta lo que se haya podido hacer hasta ahora. Así “descubrimos el
Mediterráneo” cada poco tiempo y es una eterna vuelta a empezar.
·
Somos
muy dados al discurso, a la manifestación, algo que nos sirve más como desahogo
y no tienen consecuencias prácticas. Al día siguiente las cosas siguen como
estaban y nada ha cambiado. En mi opinión ese tiempo ya ha pasado y los
leoneses hemos demostrado de mil formas que este marco autonómico se ha
impuesto contra nuestra voluntad. Eso pasa hoy y lo ha pasado siempre. Entonces
lo que hay que hacer es a partir de esa base para conseguir un marco autonómico
propio.
·
También
somos poco conscientes de que para avanzar en el objetivo de conseguir una
autonomía leonesa es necesario cubrir etapas previas. Hemos reiterado hasta la
saciedad que queremos un marco autonómico leonés pero en el “todo o nada” nos
quedamos siempre en el nada.
Hoy en este artículo me
quiero ocupar de este último punto. Creo que una de esas etapas debe ser el
reconocimiento de que este marco autonómico lo componen 2 REGIONES. En
consecuencia nunca se debe igualar Comunidad Autónoma y Región. Desde el punto
de vista teórico incluso el actual líder del PSOE en esta Comunidad admite esa
pluralidad regional e incluso dice que “esta admitida por todos”. Sin embargo
es evidente que esto no es así y lo vemos cada día en los medios de
comunicación e incluso es habitual que territorios leoneses se identifiquen
como castellanos.
Lograr ese
reconocimiento de la regionalidad leonesa se debe traducir en hechos. A nivel
de comunicación diferenciar las dos regiones, en las estadísticas o en los
presupuestos lo mismo. Es decir hay que conseguir pasar del reconocimiento
“nominal” al “real” . También hay que pedir al PP de León que sea más
reivindicativo y rechace la posición del señor Mañueco en el que dice que León
es una provincia más dentro de Castilla y León. Digo el PP de León, tal vez
haya que excluir a Ester Muñoz demasiado ocupada en su propia proyección como
lugarteniente de Feijoo y castigo de Sánchez. Sus votantes le preocupan entre
poco y nada.
La capacidad de
influencia se mide fundamentalmente por el número de representantes que puedas
tener en cada parlamento. Lo estamos viendo con total claridad en el Gobierno
de España. Sin embargo los votos políticos de “las provincias” son muchos más
que los que puedan tener Cataluña, Madrid o Euskadi que parecen muchas veces
como los únicos puntos de referencia. Igual hay que impulsar una cierta
“rebelión” para que su voz “se haga valer”. No puede ser que unos estén para
“pagar” y otros para “recibir”. Hay también que promover servicios dignos en
las grandes áreas sociales y evitar diferencias en función del potencial
económico.
La unidad se logra
desde el reconocimiento de la pluralidad. Sin embargo esa pluralidad debe
abarcar al conjunto de los pueblos de España y no limitarse a su periferia. El
modelo de España de la extrema derecha no es muy distinto del que tienen los
partidos independentistas. La diferencia será que unos defienden ese modelo y otros
lo detestan, pero comparten contenidos.
El leonesismo debe
ganar en concreción de las cosas para que ello permita avances aunque sean
pequeños. Desde el principio algo que ha lastrado el conseguir objetivos es que
no se considere como algo útil y posible la autonomía leonesa. En la encuesta
que en su momento hizo la Diputación al inicio del proceso el 69,21% de las
recibidas apostaba por “León solo” frente a un 4.45% que prefería la opción de
Castilla y León . Es decir el diferencial era de 64.76 puntos ¡casi nada! Era
evidente cuál era la voluntad de los leoneses. Sin embargo había otra pregunta
que en mi opinión jugo un papel
decisivo. En concreto era “En el caso de que finalmente, León se
inclinará por una opción distinta a la que usted ha señalado ¿la aceptaría
igualmente, o la rechazaría por considerarla inaceptable? A lo que un
70.46% de los que respondieron a ese cuestionario contesto que “aceptaría otra
opción si quedan a salvo los intereses leoneses” otro 12% la aceptaría sin más
cualquier otra opción y un 7.77% rechazaría de plano cualquier otra opción. Quedaba
muy en el aire que significaba “quedar a salvo los intereses leoneses” y ello
pudo dar pie a que Martin Villa considerase que los concejales de su partido se
podrían plegar a sus deseos (de crear una autonomía que sirviese de contrapeso
a los nacionalismos vascos y catalanes)
En definitiva creo que
el mejor “alimento” para avanzar será ir consiguiendo objetivos. Hay que evitar
que se perciba que estamos en un “callejón sin salida”
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