domingo, 5 de octubre de 2025

¿ES ESTE UN MUNDO CUERDO?

 


            Asisto un día tras otro a la lectura de unas noticias que me parecen irreales. Me parece inaudito que todo un presidente de Francia tenga que poner fotos de su mujer embarazada para demostrar que pertenece al género femenino. Pero supongo que si lo ha hecho será por la presión social para desmentir unos rumores. Menos mal que es el país de las libertades.

            Luego veo que en Afganistán para rescatar a alguien víctima de un siniestro primero debe preguntar el sexo al que pertenece. Los talibanes anteponen el evitar que una mujer sea atendida por un rescatador hombre a su propia vida. Vamos que si alguien ve una mano entre los escombros lo primero no será  averiguar si está viva sino ver si se trata de un hombre o una mujer. ¡ Que barbaridad ¡

            Corea del Norte dicen que es una República. Pero claro el actual dirigente es hijo de su padre y ya esta preparando para que su hija sea su sucesora. En eso puede tener rasgos comunes con las monarquías, pero claro hay una diferencia muy sustancial aquí su poder es omnímodo y no sujeto ni a leyes ni a parlamento. Dirige, manda y ordena.

            Como la información es poder, pues en Corea del Norte el ver una película o una información que viene del exterior está penado con prisión o incluso con pena de muerte. Y ese personaje es uno de los tres líderes que aparecen con el chino y el ruso para una alternativa al mundo occidental. Bueno pues desde luego no es algo que yo desee.

            En Estados Unidos que en una cadena privada alguien dice algo que disiente del pensamiento de Trump pues nada, lo echamos de la cadena. Ah, que dicen que son liberarles, bueno pues mi concepto de libertad es muy diferente del suyo.

            Puedo entender que en todas las sociedades hay personas que hacen actos “locos”. Eso entraría en lo que E. Durkheim denominaba “hechos normales” ( y ponía como ejemplo el suicidio). Pero es que aquí estamos hablando no de la excepción, estamos hablando de la norma en esas sociedades y también de sus más altos dirigentes.

            Asistimos a una gran polarización social. Se es de Sánchez o anti-Sánchez,  pro-Trump o anti-Trump… Apenas hay lugar a los matices o a decir sobre que cosas estas de acuerdo y sobre que otras no. La polarización va de la mano de la personalización con lo que las ideas suelen quedar a un lado. Coincido que se da lo que Alain Finkielkraut denominaba “la derrota del pensamiento”.

            Pero claro todo esto tiene un sustrato social. Diría que en este momento tenemos diferentes alternativas para “que piensen por nosotros”. En el coche ya tenemos el GPS que nos indica el camino a seguir. Si hay dudas sobre una cosa consultamos en internet o a través de la denominada inteligencia artificial. Pero es cuestionable si todo esto favorece un mayor desarrollo o lo que hace es “embobarnos” en la comodidad de que otros piensen por nosotros.

            Hubo un momento en que en el ámbito educativo se fomentaba el que hubiese el mayor número de ordenadores en las aulas y que los alumnos tuviesen acceso a ellos. Hoy sin embargo ya empieza a haber la tendencia contraria por cuanto esos ordenadores y tabletas lo que hacían era limitar el desarrollo personal de los alumnos. De la necesidad muchas veces ha surgido la innovación, pero la comodidad lo que nos hace es ser más vagos.

            Esos procesos también aumentan nuestra dependencia de otros. Somos menos autosuficientes. Elaborar un pensamiento o una reflexión supone un esfuerzo. Casi siempre estará llena de matices sobre aquello sobre lo que se quiere opinar. Sin embargo cuando nos dejamos llevar, eso hace más fácil los gobiernos de la tiranía que también “piensan por nosotros”.

            El que las opciones radicales estén ganando peso en el mundo igual tiene que ver con el hecho de pasar del “pensamiento” al “seguimiento” ( y no sólo en el plano político).

            La cultura de la imagen gana cada vez más peso frente a la lectura, la reflexión o el pensamiento. Hoy la referencia son los influencers que desde la simplicidad llegan a un gran número de personas en formatos muy cortos de tiempo. Pero elaborar un pensamiento supone unas exigencias distintas. Nuevamente aquí la referencia es mostrar e invitar a seguir. El que recibe este tipo de estímulos no busca elaborar con ellos otros propios. Quiere que le den las cosas hechas y cuanto más fácil mejor. Diría que también algunos padres siguen este modelo de educación para sus hijos. Pero claro cuando se tengan que enfrentar al mundo no van a tener el bagaje suficiente para hacerlo con éxito.

            Para ganar en cordura debemos avanzar en autonomía de pensamiento y diría que no vamos por el mejor camino.

 

jueves, 2 de octubre de 2025

LEONESES FUERA DE LEÓN.

 


            El que esto escribe es uno de esos muchos leoneses que viven fuera de la Región Leonesa. A ellos habría que sumar los que habiendo nacido en otros territorios tienen a sus padres o a sus abuelos de origen leonés. En mi experiencia personal puedo decir que tanto en el ámbito laboral como en el de vecindad he encontrado un gran número de personas que tienen origen leonés.

            Buscando un modo de relación y de contacto con las cosas de su tierra se crearon las casas de León con diferentes denominaciones. La del Hogar Leonés en Bilbao está cerca de cumplir nada menos que 100 años (se creo en 1930) y es la más antigua de las que hay en España. Está ubicada en el Casco Viejo de Bilbao y desde sus ventanales se puede ver el Teatro Arriaga como centro neurálgico de la villa.

            Diría que estos centros actúan a modo de “embajadas leonesas” ya sea en otros puntos de España o también en el extranjero. Allí se presentan libros de contenido leonés, se proyectan películas que estén hechas por leoneses o traten temas de León (en Bilbao en el ciclo “León va de Cine”) o se colabora para que los productos de León se puedan ver y vender en las calles de la ciudad. También son fundamentales para que se pueda visualizar “lo leonés” fuera de León. En ese sentido a través de ellos se canaliza la presencia de los pendones en las calles de sus ciudades (por ejemplo).

            Pero también en  estos centros se deja notar el paso del tiempo y hay dificultades para poder seguir haciendo lo que antes se llevaba a cabo. Una ley excesivamente restrictiva ha llevado a que no puedan tener unos modos de financiación suficientes (por ejemplo prohibiendo que pueda haber bingos en sus locales). Además el tiempo no sólo recae sobre la propia organización, también lo hace sobre las personas que son sus socios. Eso supone la dificultad de integrar a generaciones jóvenes que buscan modos de relación que no encuentran en esas instalaciones (los jóvenes buscan lugares donde van los jóvenes). Todo ello provoca que no se hagan cosas que antes se hacían. Por ejemplo en Bilbao había un corro de aluches que se hacía delante mismo del Teatro Arriaga, se hacía un magosto en el Arenal de Bilbao y también cada año se hacía una reunión alrededor de un cocido maragato o también del Botillo.

            Estos Centros son también un ejemplo de resistencia y resiliencia. La Junta viene tratando desde hace muchos años en transformarlos en Centros de Castilla y León. Para ello la presión es de tipo económico, negando apoyo a los centros leoneses. A ello se ha venido dando respuesta de que “la dignidad no está en venta” y siguen siendo lo que han sido siempre, leoneses (y en el caso de Bilbao son casi 100 años). Ello no supone que se niegue el derecho a ser socio a personas que han nacido en otros lugares (fuera o dentro de la actual Comunidad Autónoma), pero siempre manteniendo la esencia leonesa.

            En unos tiempos en los que en los medios hay un ataque continuado a la identidad leonesa, la presencia de estos centros es fundamental como un “faro que reivindica la propia existencia leonesa fuera del ámbito leonés”. Y esto no es algo que sólo encaje en la esfera de los sentimientos, también tiene una importante repercusión económica . Es imposible vender “lo que no existe”. Dar a conocer la propia existencia y prestigiarla es el camino para ganar cuota de mercado . Todas las grandes marcas lo saben y por eso gastan grandes cantidades de dinero en ganar notoriedad y prestigio.

            Creo conveniente el potenciar el papel de esos centros como “altavoces” de lo leonés en cualquier ámbito (cultural o económico). Hay que aprovechar el potencial que tienen de estar ubicadas en el centro de las ciudades. Por otra parte,  se hace necesario el apoyar esos centros y a sus directivas para lograr el mantenimiento de sus sedes y también el favorecer la incorporación de personas jóvenes que vean representados sus intereses en las actividades que se realizan. La sociedad no es la misma hoy que hace 100 años y hay que favorecer que se produzca esa adaptación (sin por ello perder sus esencias).

            Los leoneses que vivimos fuera sentimos nuestra tierra y también necesitamos que esa tierra nos sienta como algo propio. Un buen ejemplo de ello es el reciente premio “leonés en el extranjero” a Pilar de la Puente. Hay que aunar las necesidades que habría que cubrir y ampliar los servicios que se pueden prestar . Hacerlo será la clave del futuro y puede permitir mantenerlas y que sean altavoces de todo aquello que se desarrolla en el ámbito leonés.

viernes, 12 de septiembre de 2025

LA DIVISIÓN NO ES EL BIERZO, LEÓN. TAMPOCO CATALUÑA, ESPAÑA.

 


            Últimamente es frecuente ver que en bastantes medios de comunicación se establece la división entre “León y El Bierzo”. Desde luego no comparto esa fragmentación. El Bierzo es una parte de la Región Leonesa y carece de sentido establecer esa diferencia.

            Además eso supone anular la gran riqueza comarcal leonesa. En esa división ya no entran comarcas de gran personalidad como Maragatería, Babia, Laciana o Cabrera (por poner sólo algunos ejemplos). Ese reduccionismo lleva a la disyuntiva entre “León” o “El Bierzo” y claro es un error.

            La simplificación es un camino hacia la falsedad. Ni la ciudad de León se puede identificar con “León” ni Ponferrada con “El Bierzo”. Bajo esas denominaciones hay muchas otras cosas que no se deberían obviar.

            Lo que ocurre con León me recuerda en gran medida a las divisiones que los independentistas establecen entre Cataluña y España ( otros lo hacen entre “Euskadi y España”). También en esos casos se parte del concepto de que Cataluña o Euskadi no forman parte de España. En esa misma filosofía se anula a las diferentes partes que forman España. Es un concepto uniformista y centralista en el que ya dejan de existir Extremadura, León, Andalucía o Aragón (y otros más). Se comparte también la cierta idea de asociar Madrid con España (algo muy propio de Ayuso también). Pero España es mucho más que Madrid y la prueba es que en el propio escudo de España no hay presencia  de Madrid. En ese escudo que es una representación de nuestra historia encontramos referencias a Castilla, a Aragón, a León y a Navarra. Dejar de lado todo ello equivale a falsificar nuestra historia.

            En los desastres de los incendios que hemos tenido este verano creo que entre los muchos errores cometidos también los ha habido en la referencia a la localización. Es un error referirse a un marco político de relativa reciente implantación para comunicar donde se han dado los incendios. Es decir no cabe hablar de Castilla y León cuando los graves incendios se han producido en las provincias leonesas y especialmente en León y Zamora. Afortunadamente en Ávila, Segovia o Valladolid (entre otras) no ha habido incendios. Claro por otra parte hay que recordad que esos incendios se repiten fundamentalmente en esas provincias leonesas (recordemos el de la Sierra de la Culebra en Zamora ). Los marcos naturales entienden poco de las divisiones artificiales que se han hecho por intereses políticos a espaldas y contra la opinión de la gran mayoría de la ciudadanía.

            No creo correcta la división la división que se establecía si el fuego se había producido en León (incluyendo Picos de Europa) o en El Bierzo. Podríamos decir que esos medios tampoco informaban sobre la división que según ellos pertenecía a uno u a otro territorio. Más bien sospechamos que esa división obedecía a su propia estructura organizativa estableciendo las áreas de las que se debían ocupar sus periodistas.

            Creo en la unidad que se construye desde el respeto a la pluralidad. Pero cuando desde los nacionalismos se apuesta por “la biletaridad” lo que se hace es buscar destruir esa pluralidad y situarse en un rango de igualdad con “España”. Es decir la división que establecen sería entre “catalanes” y “españoles” (o “vascos” y “españoles”). Para mi esto es muy similar a la de aquellos que marcan una división entre “bercianos” y “leoneses”. Incluso hemos podido ver este tipo de discurso en algunos responsables políticos en el Ayuntamiento de Ponferrada.

            En todo ello hay un cierto menosprecio al resto de poblaciones y comarcas. La capital histórica de la provincia de El Bierzo fue Villafranca y esta fue partido judicial hasta el año 1966 en que pasa a ser de Ponferrada.

            Las rivalidades “locales” ya sea entre la ciudad de León y Ponferrada o entre Madrid y Barcelona creo que también apoyan esas divisiones que venimos comentando. Esto es especialmente así si trasladamos esa rivalidad al ámbito deportivo y particularmente al futbol. Recuerdo que cuando estudiaba en la universidad un profesor nos decía que un penalti no pitado al Athletic era favorable al incremento del nacionalismo vasco. Creo que además tenía razón en ello, pero claro en ese sentido algunos de esos sectores nacionalistas preferían la injusticia del error arbitral si con ello aumentaba su causa nacionalista.

            Hay que decir que no todos aquellos que hacen este tipo de divisiones obedecen a criterios ideológicos . Muchas veces es o por comodidad o por ignorancia.

            Los que somos leoneses y españoles creo que debemos oponernos a este tipo de tratamiento informativo. El respeto a la pluralidad es también garantía de reconocimiento a la dignidad de las partes que componen un territorio. La simplificación contribuye a la ocultación de esas partes y creo es algo que debemos evitar.

viernes, 5 de septiembre de 2025

HAY QUE UNIFICAR EN EL GOBIERNO DE ESPAÑA LA GESTIÓN DE LOS DESASTRES NATURALES.

 

 HAY QUE UNIFICAR EN EL GOBIERNO DE ESPAÑA LA GESTIÓN  DE LOS DESASTRES NATURALES.

Diría que es una evidencia de que estamos ante un cambio climático. Puedo admitir una mayor discusión sobre los motivos a los que obedece ese cambio pero los datos meteorológicos son claros de que hay un incremento de la temperatura. Podríamos decir que las estaciones ahora se reducen a dos, que podríamos simplificar como verano e invierno. Las estaciones “intermedias” desaparecen.

Es también claro que el cambio climático va acompañado de un notable incremento de los desastres naturales. En menos de un año en España hemos tenido dos de gran magnitud como fue la Dana de Valencia en octubre del 2024 y la ola de grandes incendios que ha asolado principalmente (aunque no exclusivamente) a la Región Leonesa.

La normativa actual lleva a que las competencias para gestionar esos desastres naturales recaigan sobre las Comunidades Autónomas. Diría que hay un cierto consenso en considerar que ha sido una gestión deficiente. Los propios afectados son los primeros que lo han considerado así.

Con la normativa actual el Gobierno de España no puede actuar hasta que así se lo demande y “le dé permiso” el gobierno de la Comunidad Autónoma.

Por un lado este sistema favorece que se produzca un conflicto de competencias. Por ejemplo en la Dana se dijo que las previsiones meteorológicas eran competencia del Gobierno de España aunque el facilitar recursos ante el desastre era algo de la Comunidad Autónoma. Ello hace que  se tiren los trastos unos a otros con lo que se pierde eficacia en la gestión.

Además el que la Comunidad Autónoma tenga que solicitar ayuda al Gobierno de España enlentece el proceso. Hay alguien que hace una petición y otro que tiene que responder. Sería  mucho más ágil si hay una unidad de acción.

La desconfianza para dar poder para actuar dentro de lo que es su ámbito de competencias es algo habitual. Es algo así como “tu dame los recursos, pero los gobierno yo”.  Si esto es así en general, cuando las administraciones son de diferente color político la desconfianza se incrementa exponencialmente (y aún más en el momento político actual).

Ante la magnitud de los desastres naturales no cabe las actuaciones parciales o regionales. A todos los españoles nos afecta lo ocurrido en Valencia y no hace falta que seamos valencianos. Entonces a los grandes problemas debemos de dar una respuesta unitaria, lo que hace que se gane en eficacia y rapidez de respuesta.

Los desastres naturales no entienden de fronteras políticas. Es falso lo que se ha repetido en muchos medios de comunicación de que la ola de incendios ha afectado a Castilla y León. Eso es tratar por igual a Soria y Segovia (por poner 2 ejemplos) que a Zamora y León. Esos incendios han afectado principalmente  a la Región Leonesa y esto es algo que se ha repetido otros años (como en la Sierra de la Culebra). Si en Valencia hay mayores posibilidades de inundaciones y en la Región Leonesa de incendios, habrá que adaptar los recursos a esas circunstancias.

Es otra evidencia el considerar que los desastres naturales no se combaten sólo cuando se producen. Hay mucho que hacer como tareas preventivas. La despoblación y el abandono del medio rural tienen mucho que ver con los incendios. No es casualidad que estos incendios se producen en provincias donde ha aumentado notablemente la despoblación. Con bosques saneados la posibilidad de que el fuego encuentre material inflamable disminuye de modo importante.

También habrá que respetar los cauces de ríos y regueras, evitando construir en ellos.  Muchas lecciones se han podido recoger en las inundaciones de Valencia sobre ello.

La pandemia o estos desastres naturales nos llevan a concluir que el ser humano es bastante “poca cosa” ante la naturaleza. Hay que ser más humildes y dejar de lado esa prepotencia que muchas veces tenemos.

En definitiva abogamos por centralizar las competencias asociadas a la gestión de los desastres naturales en el Gobierno de España. Con ello ganaremos en unidad de respuesta, en agilidad en los procesos. Esa unidad también podría propiciar una mayor fuerza para enfrentarnos a esos desastres, concentrando los recursos de España allá donde se necesiten. Los debates políticos no pueden prevalecer mientras hay ciudadanos que sufren en primer grado las consecuencias. Les aseguro que la ciudadanía les importa mucho más que les den soluciones ante el desastre que saber si un político es en mayor medida culpable que el otro. Por eso es mejor la unidad de acción.

domingo, 10 de agosto de 2025

LAS RAICES Y EL ÁRBOL.

 


             Para que un árbol se mantenga vivo es imprescindible que lo haga sobre unas raíces suficientemente sanas. Es la parte que no se ve, ni aparece en las fotografías, pero es fundamental en el propio desarrollo de la planta.

            Las raíces sostienen el árbol (y por extensión otras plantas) y le alimentan. En tiempos de vendaval las raíces son las que se encargan de que ese árbol se mantenga firme y no caiga. Cuando llega las estaciones secas son también las raíces las que “aguantan” esas situaciones hasta que llegan las lluvias.

            Cada árbol tiene un tipo diferente de raíces. Hay raíces ramificadas otras tuberosas, adventicias… Cada planta necesita un tipo de raíz distinto para cumplir mejor sus funciones.

            Para mi todo ello es un ejemplo de la importancia de las raíces también en el ámbito social. En esta época de la globalización en la que se tiende a uniformizar todo y hacer un mundo que da poco valor a la diferenciación, doy importancia a “nuestras raíces”.

            Cuando alguien visita un lugar quiere ver aquello que es diferente y especial del lugar al que llega. Es un primer aviso de la importancia de las raíces sociales.

            Podríamos decir que esas raíces en primer lugar afectan al ámbito de la familia. No importa donde nos haya podido llevar la vida, pero siempre tenemos una referencia a ese ámbito familiar. Algunos escritores dicen que es la infancia el lugar donde siempre volvemos y anidan nuestros recuerdos. Lo que somos se fundamenta en gran medida en ese periodo de nuestra vida.

            En el ámbito social tienen gran peso lo que son las tradiciones que han ido marcando nuestras vidas.  En el caso leonés podríamos hablar de los pendones, de los carnavales o antruejos, el ramo leonés y tantas otras. Esas tradiciones forman parte de nuestras vidas. Mi apoyo a esas asociaciones que muchas veces con muy pocos medios tratan de conservarlas y difundirlas.

            También en el ámbito social para “ser” necesitamos proteger nuestras raíces. Sin ellas este árbol social se desmorona y cae. No es sólo una cuestión sentimental (que también) es que afecta directamente a nuestra calidad de vida.

            La propia existencia como Comunidad Social esta ligada a las raíces sociales. No se puede vender “lo que no existe” y por ello es primordial la labor de conservación y difusión de esa existencia. Todas las grandes marcas se gastan muchos millones de euros en primero dar a conocer su existencia y luego conseguir asociarla a valores positivos que sirvan para diferenciarla respecto a sus competidores.

            En León estas raíces están muy vinculadas a los valores democráticos. Son las Cortes de 1.188 que la Unesco reconoce como “Cuna del Parlamentarismo” y que supone que por vez primera el pueblo tiene presencia en el Parlamento. Pero también podemos hablar del Fuero de León o de los Concejos que se desarrollan en los diferentes pueblos. La labor del común se podía ver en las Hacenderas o en las Veceras que tantas veces he podido ver en los pueblos de la Ribera del Órbigo. En consecuencia podemos decir que perder estas raíces es perder también los valores democráticos que las sustentan.

            Desgraciadamente en León en  este momento asistimos de forma continuada a una agresión a nuestras raíces y señas de identidad. Hay incluso instituciones que pagadas con el dinero público destinan millones de euros anuales a tratar de eliminar las señas de identidad leonesa, de suprimir nuestras raíces. Es habitual ver en los diferentes medios como se nos asocia a una parte de Castilla o como incluso el propio presidente de la Junta dice que León es una provincia más de esta comunidad como pueda serlo Soria o Ávila (por ejemplo). Pero claro en el escudo de España tan sólo hay referencias a 4 grandes territorios Navarra, Castilla, Aragón y León. El identificarnos como una “provincia más” es intentar robarnos nuestras raíces.

            Otro ejemplo podría ser el relativo a las Cortes de 1.188. No es que no fueran unas Cortes de Castilla y León es que esas cortes nacen por cuanto el rey de León busca el apoyo del pueblo llano contra la nobleza castellana.

            Siempre el poder ha buscado que el relato histórico o social se adapte a lo que son sus demandas. No importa la verdad o el rigor histórico, lo que se quiere y se premia es la sumisión al interés de aquel que paga (aunque lo haga con el dinero de otros).

            El defender nuestras raíces diría que es una cuestión de supervivencia. Si comparamos la evolución de la población leonesa en función de como les ha ido a otras con marco autonómico propio, los resultados son claros. Entre 1.981 y 2024 la provincia de León pierde        -76.260 mientras Navarra gana 169.091 (en 1981 Navarra tenía menos habitantes que León) y La Rioja gana 69.057.  Estos datos (como he explicado en otros artículos) son extensibles al conjunto de las Comunidades Autónomas uniprovinciales (que aumentan un 3.11% sobre el total de la población española, mientras la provincia de León pierde -0.44% y el conjunto de la Región Leonesa -0.97%)