Los leoneses una vez más han salido a la calle a mostrar,
por un lado su rechazo a un marco autonómico impuesto y por otro a las
consecuencias económicas que se derivan de esa situación. Allí estaba
fundamentalmente la ciudadanía, pero también políticos de todo signo político y
todos los sindicatos. Podríamos decir que se daba un consenso básico en la
situación aunque luego cada uno fuera a atribuir las culpas a la institución
que no gobernaba su partido.
A lo largo de la historia los medios coinciden en que las
mayores manifestaciones de la historia leonesa han tenido un contenido de
reivindicación leonesista. La última no fue una excepción. Pero es que jamás ha
habido alguna manifestación pública en ninguno de los territorios de la Región
Leonesa en la que se apoyase el actual marco autonómico de Castilla y León.
Aquí no hay una división social en bloques, lo que hay es una imposición a una
ciudadanía que reclama un marco autonómico propio.
Pero bien, ya se ha salido a la calle y ya se ha expresado
la insatisfacción con lo que tenemos. Pero no creo que eso sea suficiente.
Tampoco confío mucho en las administraciones, que creo que desde su silencio
esperan sentadas el ¡ya se cansarán! Pero igual hay que advertirles que
llevamos más de 40 años y a pesar de los muchísimos millones de euros que se
han gastado no han logrado que esa ciudadanía se calle.
Pero si sigue habiendo oídos sordos a las demandas de la
ciudadanía, tampoco creo que eso cambie por más manifestaciones que pudiera
haber. En ese sentido creo que hay que poner el foco en la organización propia
y en ir marcando hitos.
No se trata sólo de los procesos jurídicos, que pueden
ser más o menos complejos. Como en cualquier carrera a la meta no se llega sin
pasar antes por diferentes etapas. En ese sentido es necesario marcar y definir
esas etapas intermedias.
En mi opinión el lema de “más soluciones, menos cuentos”
era demasiado indefinido, le faltaba concreción. Hay que dar a conocer lo que
se entiende que podrían ser esas soluciones. Es verdad que son tantas las
cuestiones que sería complicado elegir sólo una. Pero a la gente que ha salido
a la calle es necesario trasmitirla que su esfuerzo ha merecido la pena, que ha
conseguido al menos algún objetivo.
Desde la perspectiva leonesista también soy partidario de
la necesidad de cubrir etapas. Es decir soy contrario al “todo o nada”
(fundamentalmente por cuanto en esa elección es casi seguro el quedarte en
nada). Por eso creo importante conseguir de manera efectiva el que se reconozca
que esta autonomía la componen 2 regiones, la Región Leonesa y la Región
Castellana. Creo que en teoría esto es algo que acepta el partido socialista y
que pudiera hacerlo también el PP. Sin embargo eso no pasa de declaraciones y
no llega a que sea trasmitido así por los medios de comunicación en toda
España. Habría que avanzar en ese terreno.
Otra etapa vendría a ser la creación de una Oficina de
Defensa de la Identidad Leonesa. Tendría dos misiones esenciales. Por un lado
denunciar los constantes ataques que desde diferentes medios se hacen contra
esa identidad. Por otro lo que significa de promoción de la existencia de ese
marco geográfico y regional leonés ya se en los libros de estilo de los medios
como en las empresas y sus divisiones territoriales. Puede ser aceptable lo que
se hace desde ILC pero es absolutamente insuficiente. Creo que es mucho más una
cuestión de voluntad política que de recursos económicos. Diría que simplemente
habría que hacer una nueva reorganización de tareas sin necesidad de añadir nuevos recursos. Lo
que no existe es imposible que se venda y claro ello afecta directamente al
tejido económico.
La unidad política que se vio en esa manifestación luego
hay que trasladarla a las diferentes instituciones con independencia de si en
una gobierna mi partido . No es muy tolerable que se gasten los recursos
públicos en los fastos de Villalar mientras tenemos problemas en la atención
sanitaria (por ejemplo en El Bierzo). Además es algo que se ha impuesto a la
ciudadanía.
Una etapa importante será la mejora de las
infraestructuras ferroviarias y de comunicación. Aquí estamos hablando desde la
llegada del tren de Matallana a Padre Isla, o de la reactivación de la Ruta de
la Plata, del núcleo logístico de
Torneros o del Ponfeblino. Los sindicatos y partidos podrían añadir muchas más
. Lo que no cabe es que, como ocurrió con la anterior mesa por León, que los
que la compongan sean también los que provocan ese declive social y económico.
En definitiva creo que la ciudadanía ya se ha manifestado
con suficiente contundencia. Ahora hay que dar paso a la organización y para
ello creo que es necesario la concreción (no “los cuentos”) e ir definiendo las
etapas. Todo ello sin dejar de lado lo que puede ser el objetivo final de
conseguir una autonomía leonesa.