En
cualquier época se hace necesario evitar dilapidar el dinero público pero esa
exigencia es aún mayor en la época en que vivimos. No se puede demandar a la
ciudadanía esfuerzos vía aumento de impuestos o reducción de los servicios
públicos mientras contempla que desde la administración no se controlan
sus gastos. Es desde la ejemplaridad en
la austeridad cuando se puede solicitar de otros que te apoyen en la lucha de
tratar de mejorar nuestras infraestructuras económicas vía reducción del
déficit.
Un
ejemplo de cómo el dinero que se recauda luego se tira por la borda son las
Fundaciones que ha creado la Junta de Castilla y León. Es el caso de la
Fundación Villalar que se lleva en su presupuesto la nada despreciable cifra de
1.240.000 euros. ¿Qué recibe la ciudadanía a cambio?, la mejor respuesta sería
que los leoneses no recibimos nada, pero claro esto sería demasiado benévolo.
Con ese dinero que se recauda con el esfuerzo de todos la Junta financia proyectos
que atentan directamente a la identidad, la cultura y la economía leonesa. ¿Qué
para eso conviene inventarse una historia sin base científica alguna? Pues se
hace que para eso tenemos 1.240.000 euros. ¿Qué eso puede incidir en que la
ciudadanía cuente con menos servicios en transportes o en sanidad? ¿Qué vendría
muy bien ese dinero para mantener a equipos tan representativos de sus ciudades
como Zamora, Ademar…?. Nada, bagatelas, nosotros hacemos y editamos un
comic que luego distribuimos a modo de propaganda
para que los escolares aprendan la historia que nosotros queremos. Vamos que si
hay que decir que en la prehistoria ya existía Castilla y León se dice, que si
hay que afirmar que todos estamos contentos con una autonomía que fue asumida
por la ciudadanía leonesa pues se pone en el papel, que para eso se paga. Claro
la mentira necesita más esfuerzos de difusión que la verdad, más que nada exige
“esfuerzo creativo”. ¿No estamos por la creatividad y la innovación pues la
aplicamos a la historia? Estos de la Fundación-Fundición Villalar deben pensar
que es demasiado aburrido contar las cosas que sucedieron en el pasado y que es
mucho “más güai” inventarlas. Claro que en esa invención arriman demasiado el
ascua a su sardina y se les nota demasiado.
Otra
de estas creaciones de la Junta es la Fundación Siglo. La misma está dotada con
la nada menos que con 23 millones de euros y cuenta con unos 150 empleos. Entre
sus méritos está el haber conseguido cargarse la gestión del MUSAC. Este museo
había alcanzado una cota de prestigio importante en toda España y las
referencias al mismo han sido frecuentes en muchos medios de comunicación y
facultades de Bellas Artes del país. Bueno pues está Fundación consigue que
dimita la directora del Musac. ¿Un caso aislado? Ya, pero es que a continuación
dimite todo su equipo directivo y parece encuentran dificultades para
sustituirlo. No es tema de dinero sino que parece que vuelve a darse una
injerencia política en la gestión de está institución. ¿Acaso no hemos tenido suficiente
con el papel que han jugado los políticos en la gestión de las Cajas de Ahorro?
No es casual que en la promoción de las Edades del Hombre se haga en base al
slogan “25 años construyendo identidad”. ¿Cuánto nos está costando el crear esa
identidad castellano-leonesa que quieren? ¿Con que medios contamos para evitar
esa invasión cultural y económica?
Otro
caso es la marca “Tierra de Sabor”. En este caso no es una fundación pero en
bastantes cosas tiene similitudes. Vayan y entre en internet para ver su
página. En ella podrán ver tres referencias centrales, el vino de Ribera de
Duero, Pedraza y el “queso castellano”. Vamos ni rastro de cualquier referencia
a los productos leoneses. Es decir con el dinero de los leoneses se promociona el vino de Ribera de Duero
(Bierzo, Prieto Picudo no existen) o el queso de Castilla (al de Zamora, León o
Salamanca se les da la alternativa o que se vendan como castellanos o se les
quita de cualquier tipo de promoción). Las referencias a la “tierra castellana”
son constantes en toda la página. Los leoneses contamos en la misma sólo para
pagar con nuestros impuestos algo que lo mejor que se podría decir es que es
inútil. En “Tierra de Sabor” se promociona con dinero público el “León no
existe” y el “todo es Castilla”. Sin embargo en ello hay también el
reconocimiento de la dificultad de vender algo como “Castilla y León”. No es
una buena marca comercial el vino “castellano-leonés” o el “queso
castellano-leonés”. Ante su dificultad para reconocer que en está autonomía existen
dos regiones los de “Tierra de Sabor” optan sencillamente por unificar todo
como Castilla. Supongo que a la gran mayoría de las personas les resulta
indiferente que un producto venga o no con la marca "Tierra de
sabor", pero es que esa indiferencia cuesta mucho dinero. Por otro lado es
cuestionable que sean más los que compran por tener un producto que los que lo
rechazan por tenerla, algo que deberían tener en cuenta aquellos que ponen está
marca en sus productos.
Pues
miren si, pienso que estas y otras Fundaciones son fundamentalmente
“fundiciones de dinero público”. Se dilapida el dinero para conseguir unos
objetivos meramente políticos. En algún caso es casi como dar dinero a alguien
para que adquiera el instrumental necesario para que luego pueda atracarte.
Vamos una delicia.
Es
necesario racionalizar el gasto público, evitar dispendios y un paso en ello
será claramente el acabar con este tipo de Fundaciones creadas y gestionadas
con carácter político y contrarias a los intereses de la ciudadanía en general
y de la leonesa en particular.
David
Díez LLamas
Sociólogo.
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