En
la visión que se tiene de lo que es el leonesismo vemos muchas veces un exceso
de reduccionismo. El leonesismo es un movimiento social que surge como
oposición a un marco autonómico en el que se suprime la Región Leonesa de un
modo no democrático y con la oposición mayoritaria tanto de la ciudadanía como
de sus instituciones.
En el leonesismo encontramos a personas simpatizantes desde Vox hasta Podemos,
pasando por cualquiera del resto de los partidos políticos. Esto es así por
cuanto también lo es la realidad política leonesa. Hay algo en lo que si se da
una unidad y es el reconocimiento de que
existe una identidad leonesa que permanentemente está vilipendiada. Hay
un acuerdo en considerar que lo que fue
la Región Leonesa hasta la llegada del Estado de las Autonomías debió de adquirir
el mismo rango autonómico que cualquiera de las regiones existentes hasta ese
momento.
El leonesismo no es privativo de un determinado marco
ideológico y hay pruebas evidentes de que ello es así. Sin embargo si es un hecho
que los partidos no recogen lo que desean sus votantes, simpatizantes o
militantes. Hay un problema en su propias estructuras organizativas de modo que
se establece una distancia entre lo que quieren y desean las personas que lo
componen y lo que son las directrices de su partido. Se imponen criterios de
obediencia sobre los de la representatividad. Lo que piensen los militantes
leoneses no importa demasiado y deben plegarse a lo que les diga el partido en
otras instancias. Me lo decía un candidato de Equo que concurría como cabeza de
lista a las elecciones municipales del 2015, “yo personalmente optaría por una autonomía de la Región
Leonesa, pero al ser un partido de ámbito nacional este tema no tiene cabida”.
Creo que esto es algo que se repite en el resto de partidos. Tal vez habría que
revisar esas estructuras organizativas como escasamente democráticas por no
representativas. El alcanzar posiciones relevantes dentro del partido va
asociado a conductas de sumisión.
En un artículo en
estas mismas páginas unos militantes socialistas hacían un reconocimiento
explícito de que las posiciones leonesistas eran mayoritarias dentro de las
juventudes socialistas. Sin embargo esto parecía importar poco para determinar
lo que eran las posiciones de este partido en este tema concreto. Es como decir
lo que usted piense o quiera me importa poco.
En Podemos en su organización a través de círculos niega el
reconocimiento a “Podemos Región Leonesa” y propone incluso la supresión de
aquello que en este momento lleva el apelativo “leonés” (como la provincia).
Diríamos que lleva a cabo un proyecto netamente centralista que sin embargo
promueve referéndums en Catalunya y los niega para la Región Leonesa. Tal vez
es por cuanto se pliega a los intereses de los territorios con poder y los
niega a los “más desfavorecidos” (o con menor capacidad de influencia). Enfin
ellos tendrán que explicarlo especialmente si como dicen quieren acercarse a
representar a la ciudadanía.
Son muchos los casos de personas que tienen que elegir
entre la continuidad en un partido, del cuál discrepan en su posicionamiento
sobre el tema autonómico, o seguir en el mismo a pesar de esa falta de
sintonía.
En el leonesismo ha faltado ese elemento aglutinador que
sea capaz de unir a personas que en muchas otras cosas pueden pensar de modos
muy distintos. Entonces por un lado chocamos con la dificultad para implantar
las ideas leonesistas en cada uno de sus respectivos partidos y por otro de la
capacidad para aglutinar en un partido a ideologías discrepantes.
Esas dificultades para avanzar llevan a algunas personas a
considerar que el leonesismo no tiene suficiente implantación social. Yo diría
que esto no es así, pero que es complicado visualizar los apoyos que pudiera
tener. Desde luego para ello no se puede contabilizar únicamente los votos a
una opción política por cuanto el leonesismo está presente en todas y cada una
de las opciones que se presentan a unas elecciones.
No conozco personas que nos den argumentos para decir que
el actual marco autonómico es el mejor. No parece ese el debate. Se quiere
conseguir que se desista de este empeño por aburrimiento, pero no por
convencimiento. Pero claro eso es llevarnos del Reino de León al Reino de los
Cementerios y algunos no estamos muy dispuesto a que ello sea así. Los muertos
no hablan, ni protestan, son muy obedientes incluso a las disciplinas de
partido.
Es fundamental que para alcanzar la representatividad
social se dé un reconocimiento de la diversidad ideológica y territorial. No
todos pensamos igual. Tal vez podría ser una solución el que los diputados
electos se elijan por pequeñas circunscripciones al modo anglosajon. Ello
supondría que ese candidato tenga un mayor contacto y dependencia de los
ciudadanos a los que representa y mayor independencia de las estructuras de su
partido. Estamos convencidos que si se diese ese cambio podrían cambiar muchas
cosas, al menos en lo que a la autonomía leonesa se refiere. Habría un
reconocimiento a esa pluralidad ideológica y con ello alcanzaría representación
política lo que son las demandas de la ciudadanía en este tema.
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