Hace unos días la presidenta de las
Cortes de Castilla y León, la señora Silvia Clemente hacía la propuesta de
cambiar la denominación de la Fundición de Dinero Público Villalar para
“acercarla a León”. Bueno al menos esto supone el reconocimiento de que esa
Fundación es ajena a los intereses de los leoneses (que sin embargo la están
pagando, junto con otros).
Como la presidenta deja a medias su
propuesta, nosotros la vamos a ayudar a
completarla y le sugerimos que cambie la denominación Fundación Villalar por la
de “Fundación Vaya Olor…”. Creo que puede ser la más apropiada dado el tufo que
aportaría de continuidad con la promoción de una historia hecha a la medida de
lo que manda el poder. No importa que para ello se tengan que decir falsedades.
Todo vale si se ajusta a nuestros intereses y al adoctrinamiento político. Si
además ello lo hacemos en forma de comic para que llegue más fácil a los niños,
mejor que mejor. Luego será más complicado convencer a esos niños de la
falsedad de aquello que les ha enseñado. ¿La verdad? ¿La ciencia? No importan
gran cosa, lo que se busca es reescribir la historia en función de sus
intereses que para ello pagan convenientemente a aquellos que se prestan a
ello. Claro a algunos esto nos huele mal, pero muy mal y por eso pensamos que lo
correcto sería el cambio en la denominación que proponemos.
Diríamos que este afán de adaptar la
historia a los propios intereses viene de largo en la historia de Castilla.
Recordamos los cantares de gesta y en concreto el del “mio Cid” en el que se da
categoría de héroe a aquel que utilizaba las cabezas de sus enemigos como
munición de sus catapultas. Durante siglos en Zamora a Bellido Dolfos se le ha
considerado “traidor” en base a la historia difundida a través de esos
cantares. Aquel que libera a su ciudad de un asedio resulta que difunden la imagen de que es un “traidor” y
la puerta por donde salió se la conocía como la puerta de la traición. Además
tuvieron éxito en la difusión de esa imagen. Hoy después de siglos se ha
empezado a dar un reconocimiento a su figura y ya han cambiado el nombre de esa
puerta de la muralla por la de “puerta de la lealtad”. En todo caso es
significativo de la capacidad que han tenido esos cantares de gesta de difundir
una historia en función de los intereses de los vencedores. Así en multitud de
ocasiones a los leoneses y al conjunto de los españoles se nos ha hurtado
conocer la historia real. La Fundición de Dinero Público Villalar ha tratado de
contribuir a difundir historias que nada tienen que ver con la historia real.
La señora Silvia Clemente debe ser
aficionada al tango. Si, pero con ligeros cambios. Ella en lugar de decir “que
20 años no es nada”, lo transforma en “que 20 millones de euros no es nada”. Si,
esa es la cantidad que lleva gastados la Fundición de Dinero Público Villalar y
ahora quieren que lo siga haciendo, eso sí con otro nombre. Igual a usted,
amigo lector, se le ocurren algunas ideas de donde utilizar mejor esos 20
millones de euros, yo desde luego podría indicar unas cuantas propuestas.
En el concepto que se maneja desde la
presidenta de las Cortes de lo leonés se refiere a una provincia más de las que
componen la actual autonomía. Así textualmente dice “mi objetivo es que todos los contenidos (se refiere a la Fundación
Villalar) se acerquen a las nueve
provincias. Pretendo que cada provincia aporte su identidad histórica. Hay que
contemplarlas y respetarlas desde el ámbito provincial para hacerlo a nivel de
Comunidad”. En esas declaraciones no hay ningún tipo de reconocimiento de que
en esta autonomía coexisten DOS REGIONES, la Región Leonesa y la Región Castellana. Por ello mismo
existen DOS IDENTIDADES (como se reconoce en el Acuerdo por la Identidad
Leonesa firmado entre otros por su partido, el PP). La propia denominación de la
actual Autonomía hace alusión a que se conforma en DOS partes y no en nueve
como afirma Silvia Clemente. No es Castilla y Soria o Castilla y Burgos… Así
que igualar el concepto León con el de Burgos o el de Soria (en nuestro
ejemplo) no tiene ningún tipo de justificación. Claro que esa teoría de las
nueve provincias se plasma en la propia entrada a las Cortes en Valladolid
donde se pueden ver los nombres de esas nueve provincias con sus respectivos
municipios y sin ningún tipo de distinción entre las provincias leonesas (León,
Zamora y Salamanca) de las castellanas. Es este el tipo de ideología el que se
trata de difundir con el dinero de todos y que trata de diluir nuestra
identidad y nuestra historia.
No es cuestión de nombres, se trata de
que la institución no de el tufillo del olor que lleva a reescribir la historia
de acuerdo a lo que se demanda desde el poder y que todo ello sea pagado con el
dinero público.
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