domingo, 10 de julio de 2016

"LAS ENCUESTAS"


 

          Quiere ser este artículo un alegato contra la generalización. En mi opinión al hablar de "las encuestas" se hace uniformizando todo lo que se engloba en ellas sin hacer distinción entre unas y otras para asociarlas en su conjunto a valoraciones normalmente negativas. Admitiríamos sin dificultad que sería absurdo denostar a todos los cocineros o al conjunto de los hoteles. Aquí si somos capaces de establecer diferencias e incluso existen estamentos que nos indican la categoría asociada a cada establecimiento en función del número de estrellas. En las encuestas sin embargo las propias webs que las recopilan establecen un "poll of polls"  en función de las que van recopilando sin la menor diferenciación ya sea por muestra o por nivel profesional de cada empresa encuestadora. Se iguala todo y se le da el mismo peso. En mi opinión es como si damos la misma ponderación a la opinión de Arzak y al cocinero de un restaurante que da menús del día. Lo que en otras profesiones es extraño en el mundo de "las encuestas" es lo habitual.

          En las últimas elecciones hemos asistido a grandes despropósitos como el de hacer encuestas con una base muestral absolutamente insuficiente para luego incluso repartir escaños. He podido ver estudios que con 800, 1.000 o 1.500 encuestas daban reparto de escaños a los diferentes partidos. Pero claro los escaños se reparten por cada una de las provincias, entonces ¿con cuántas encuestas se ha hecho el reparto que le correspondería a Soria o a Almería? En el "todo vale" se ha buscado el titular con independencia de la fiabilidad del dato. Pero también ha habido otras empresas que han evitado dar ese reparto de escaños a sabiendas que con la muestra que disponían ese objetivo no contaba con la garantía necesaria. Es mejor "no tener información, que mala información", pero para tener buena información hay que invertir una cantidad de dinero suficiente (como en cualquier otra cosa).

          La calidad, en casi todas las cosas, suele tener un precio. No se puede competir en una carrera de fórmula uno con un utilitario. Las encuestas también tienen sus exigencias en cuanto al número mínimo de la muestra, a la garantía de la empresa o de las personas que se encargan de su diseño y elaboración. Hay una trayectoria a considerar y puede ser que no sea lo más aconsejable el elegir empresas que nacen para unas elecciones y desaparecen tras ellas. Por la propia dificultad de tenerlas, uno guarda algunas cartas de medios de comunicación con reconocimiento expreso del nivel de concordancia de los datos que se le habían dado con los resultados finales.  

          En todo caso aquellos que hacemos sondeos electorales no somos futurólogos, el sondeo recoge la opinión del momento en que se hace el trabajo de campo. Esa opinión es susceptible de cambiar y  de hecho cambia hasta el propio día de las elecciones. El pensar que acontecimientos como el brexit no tuvo ningún tipo de incidencia en los resultados de las elecciones españolas entiendo que es un claro error. Tampoco nadie somos "garantía" de reflejar unos resultados finales. El error está presente en cualquier ciencia, desde el diagnóstico de un médico hasta las predicciones meteorológicas o de posibles terremotos. Las limitaciones siempre existen y la dificultad para captar las opciones de voto de la ciudadanía es diferente en cada elección.

          Es verdad que en el sondeo de salida de urnas, que contaba con muestra suficiente y se hacía en el propio día en el que se celebraban las elecciones, algo fallo ya que los resultados que allí se apuntaban poco tenían que ver con los resultados finales. Sin duda será la empresa encargada de llevar a cabo ese estudio el que con mejor criterio pueda dictaminar cuál han podido ser los errores cometidos. En  esos resultados se sobre ponderaba el voto de Unidos Podemos e infra ponderaba el del PP. Tal vez ello se pueda deber a que los datos ofrecidos están muy directamente asociados a los recogidos. Ha faltado la tan criticada "cocina" que trata de corregir el voto directo por cuanto sabemos que hay "voto oculto" que no afecta por igual a todas las candidaturas. El determinar "cuanto voto oculto" hay en cada partido será clave para alcanzar una aproximación a los resultados finales. Pero ese proceso de "cocina" (que en ningún caso hay que confundir con manipulación interesada) requiere su tiempo y tal vez eso le ha faltado a la empresa que ha llevado a cabo ese sondeo de salida de urnas.

          La investigación sociológica nos ayuda a conocer mejor nuestra realidad social. Es verdad que cuando el objeto a investigar es un tema político la dificultad aumenta considerablemente y llega a su nivel máximo en los sondeos electorales. Sin embargo me parece acertada la posición de Carolina Bescansa (Unidos Podemos) que ha manifestado que ellos hubieran necesitado más sondeos propios. En todo caso no creo que sea tanto una cuestión de más o menos sondeos, como de mejores sondeos. Pero esta es una tarea que  a todos nos afecta ya que lo mejor se asocia también a mayores recursos para poder alcanzar esa meta.
Publicado en el Correo. El 9-7-16

1 comentario:

  1. Muy de acuerdo con lo que dices David, y yo también protesto por esa tendencia a generalizar, pero dime una cosa ¿Ha habido alguna encuesta que acertara? Las encuestas a pie de urna han estado muy alejadas del resultado final (el error ha sido considerablemente mayor que en otras elecciones), y las de una semana antes tampoco fueron certeras.

    Un abrazo, Juantxu.

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