martes, 28 de marzo de 2017

DIVERSIDAD Y SOSTENIBILIDAD.


 

          Hay un acuerdo generalizado de que la sostenibilidad del planeta está en función de mantener las condiciones  de diversidad. La biología nos dice que los organismos con menor diversidad desde el punto de vista genético, son también más vulnerables, de modo que una enfermedad o una ligera variación medioambiental que mate a un individuo pueden matarles a todos.  La uniformidad es así un signo de peligrosidad en las condiciones de vida de un medio natural o de una especie. Ello nos ha llevado a que se clasifiquen los animales o las plantas en función de su nivel de amenaza como especie diferenciada, para así poder establecer medidas de protección que eviten su desaparición. Cada comunidad social se esfuerza en proteger aquellos animales o plantas que son endémicos de su territorio. En nuestra opinión estos principios que se refieren al medio natural también serían aplicables al medio social. Es decir mantenemos que la sostenibilidad de un medio social se fortalece desde la asunción de la diversidad y se empobrece desde la apuesta por la uniformización.

            Sin embargo esos principios que a nivel teórico se asumen cuando nos referimos a tierras lejanas sin embargo parece que tenemos mucha más dificultad para verlos en los horizontes que nos son más próximos y cercanos. En las innumerables ocasiones en las que “lo leonés” se presenta como “castellano” no he visto nunca reacciones de protesta desde el plano institucional y las que surgen son siempre  desde la iniciativa privada. Como en otros planos aquí también se anula la diversidad para que campe a sus anchas la uniformidad. Ni siquiera estaríamos ante un tema político, ya que incluso aquellos que apuestan por el "ya  no hay remedio” (respecto al actual marco autonómico) si reconocen (otra cosa es que lo defiendan) dos identidades dentro de esa autonomía, la leonesa y la castellana. Sin embargo una cosa es  que se reconozca esto a nivel teórico (como en el Acuerdo por la Identidad Leonesa firmado por los grandes partidos) y otro que hagan algo para que ese tipo de cosas no se produzcan. Es como firmar el acuerdo de Kioto para luego no tomar ningún tipo de medida de modo que aquello que allí se ha acordado, luego tenga una vigencia en la práctica. La coherencia diría que no es un valor que se tenga suficientemente en cuenta en este medio social.

            Un ejemplo de este tipo de cosas se ha producido con motivo de la lectura en diferentes lenguas del Quijote en la Biblioteca Nacional en Madrid. El que entre otras muchas una de ellas allá sido el leonés es fruto del esfuerzo de una asociación, las instituciones públicas en nada han respaldado el reconocimiento público de ese elemento diferencial. Ese acto era un reconocimiento a la obra de Cervantes precisamente resaltando la diversidad de lenguas en las que era leído. Es decir es una obra con capacidad para llegar a millones de personas con costumbres y lenguas diferentes pero con un factor común de admiración hacia lo que se estaba leyendo. Para los leoneses era también una oportunidad de lanzar un grito de  ¡existimos!

            En diferentes ocasiones he defendido que existe un modelo leonés de España basado en la “unidad en la pluralidad”. Es un modelo “político” basado en la pluralidad, frente a otros modelos “militares” que apuestan por valores de uniformidad. Muchos de los problemas que hoy tenemos, hubieran tenido un desarrollo muy diferente si hubiese triunfado el modelo leonés de España. Por ejemplo estoy convencido de que el movimiento independentista en Catalunya no hubiera tenido el desarrollo que ha tenido. La aceptación de la diversidad debe fortalecer los elementos de sostenibilidad de un marco de unidad, la imposición de la uniformidad por el contrario contribuye  a resquebrajarlo. Esto también sería aplicable a la actual autonomía de Castilla y León en la que en nada se aprecia una voluntad de aceptación de la diversidad (un ejemplo de ello sería la Fundación Villalar). Pero claro también son absolutamente uniformizadores muchos políticos nacionalistas que establecen leyes para que se impidan formas de expresión que son propias de muchas de las personas que residen en su territorio. Desde esas posiciones no se defiende la diversidad, sino más bien lo que se hace es fomentar una unidad excluyente de todo aquello que no coincida con sus propios planteamientos.

            También desde las distintas corrientes leonesistas se debe de comprender que sólo desde el reconocimiento de las diferencias se avanza hacia la unidad y sostenibilidad. La fortaleza se alcanza asumiendo la diversidad. El individualismo leonés no debe de ser obstáculo para poder lograr objetivos comunes desde la colaboración.
            La libertad se construye desde la diferencia, las prisiones son las que son las
que uniformizan a los reclusos. Nuestros pendones son el mejor ejemplo de cómo se conjuga lo que pueden ser sensibilidades distintas (de raza, de credos, de edades, de pueblos...) en aras a avanzar cada uno con el pendón de su pueblo hacia el interés común de todos. Yo quiero una España y una Región Leonesa que sea como un desfile de pendones

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