Al parecer
Unidos Podemos entre las reformas que plantea respecto a la Constitución
Española está la de incluir el llamado "derecho a decidir" vinculado
de forma exclusiva a las Comunidades Autónomas de Catalunya, Euskadi y Galicia.
A los demás territorios según su criterio no le corresponden esos derechos. Es
la filosofía de "quién tiene poder, tiene derechos".
No entiendo
que se reconozca el derecho a la ruptura del marco español a un determinado
territorio sin tener en consideración lo que puedan pensar al respecto los
residentes en otras partes de España. Según ese curioso criterio se podría
optar por la independencia de España, pero no por constituirse en una autonomía
diferenciada.
Hay que
recordar que cuando se llega a la España de las autonomías una de las Regiones
que la componían era la Región Leonesa y así se estudiaba en los libros de
texto (conformada por León, Zamora y Salamanca). Al contrario de lo que sucedió
con el resto de Regiones en el caso de leonés no se constituyó como una
autonomía propia en la España de las autonomías. No hubo consulta de ningún
tipo a la ciudadanía (a pesar de haberlo demandado en las mayores
manifestaciones de la historia leonesa). Martín Villa impuso su criterio tanto
a su partido como a los leoneses en general. Posteriormente se produce una
rebelión política y por 20 votos a 4, la Diputación rechaza la inclusión leonesa
en el actual marco autonómico (en lo que ha sido su último pronunciamiento al
respecto). Sin embargo los tribunales no han reconocido ese derecho a la
rectificación.
Cuando se
trata de unir dos cosas que son distintas creo que se hace necesaria la pregunta
para conocer si esas partes consienten esa unión. Lo demás es una pura
imposición y por tanto no debería tener efectos legales. Sin embargo creo que
la situación es diferente cuando se trata de procesos independentistas (que
promueve la separación de algo que ha
estado unido durante siglos), entonces
creo que se hace necesario el pronunciamiento de ambas partes.
Según el
criterio que defiende Podemos, los leoneses no tendríamos derecho a decidir
nuestro marco autonómico, pero tampoco respecto a los desafíos
independentistas. En definitiva "no tendríamos derecho a decidir" y
seríamos meros espectadores de los acontecimientos. Esto es algo que considero absolutamente
inaceptable.
En mi
opinión esto tiene bastante que ver en cómo se estructura este partido en base
a lo que denominan sus confluencias. Hay que tener en cuenta que en las últimas
elecciones generales Podemos fue el partido más votado tanto en Catalunya como
en Euskadi. Los diputados de Podemos procedentes de las Comunidades Autónomas a
las que reconoce el derecho a decidir representan un tercio del total de sus
diputados (cuando en el conjunto de la Cámara los elegidos por esas Comunidades
Autónomas son un 25% del total). En definitiva pueden jugar en esas decisiones
más sus intereses partidistas que los generales.
Podemos en
Euskadi acaba de hacer una declaración conjunta con EH Bildu y con PNV que
entre otras cosas afirma “Catalunya, como
Euskal Herria y todos los pueblos del mundo, tiene legitimidad democrática para
decidir su futuro, teniendo que ser el límite lo que la ciudadanía exprese y
decida”. Considerando que los leoneses del mundo si debemos ser, nos
quedaría por conocer quién y cómo se mide eso de “ser pueblo”. Uno tiene la
impresión de que el diploma “de pueblo” lo otorgan precisamente los que firman
esa declaración arrogándose unos derechos que entiendo no les corresponden. Para
empezar ya definen como “pueblos del mundo” a Catalunya y a Euskal Herria.
Cabría preguntarles si esos son los únicos “pueblos” que hay en España.
En esa
declaración otro error evidente es que se toma el concepto “pueblo” en un valor
absoluto (al modo de cualquier dictadura, la franquista sin ir más lejos). Sin
embargo “los pueblos” se superponen e interrelacionan unos con otros. Se puede
ser “vitoriano”, “alavés”, “vasco”, “español”
“europeo” y “ciudadano del mundo”. De hecho diría que ese el sentimiento
mayoritario en Vitoria. ¿Cuál de esos sentimientos de pertenencia a un pueblo,
según esa declaración, “tiene legitimidad
histórica para decidir su futuro”? ¿La
tendrían los alaveses o los vitorianos para rechazar su pertenencia a una
hipotética Euskadi independiente?
Curiosamente
para una parte de la población ese supuesto derecho se defiende sin más límite
que lo que “la ciudadanía exprese y decida”.
Para otros sin embargo les trae al pairo lo que esa ciudadanía pueda pensar
y le niegan cualquier posibilidad de decisión. Es algo así como que para
“algunos vale todo” y para otros “nada”. No creo que ello sea precisamente una
expresión de valores democráticos, de igualdad o de defensa de las libertades.
Tampoco creo
que haya un país en el mundo que no situé ese poder de decisión en algún marco
legal que lo delimite. Sería interesante que nos explicarán donde se da esa
posibilidad de que una parte de un territorio pueda decidir su independencia
saltándose cualquier ley. Desde luego ni en Escocia ni en Quebec ha sido así (y
en ambos ha triunfado el rechazo a las posiciones independentistas).
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