viernes, 7 de septiembre de 2018

Agua “sostenible” para África.




          El agua es un factor esencial a la hora de fijar los asentamientos humanos. Lo sabían muy bien los romanos, que tenían muy en cuenta las necesidades de agua que podían tener las poblaciones que fundaban. Había que asegurar no sólo la cantidad sino también la calidad de esa agua. Para ello construyeron canales y acueductos que todavía hoy podemos admirar en muchas poblaciones y que explica muy bien el programa “la ingeniería romana”.

            Conozco de primera mano la iniciativa de una ONG (Tadeh-la escuela móvil del agua) para promocionar el que pueda haber pozos de agua en las poblaciones de África que carecen de ellos. Su entusiasmo y sus conocimientos les han llevado a países como Sierra Leona, Mali o Guinea. Durante un mes cambian sus habituales horarios laborales por ese viaje solidario para impulsar llevar el agua a aquellos que la necesitan.

            Hoy el concepto de “sostenibilidad” se ha extendido tanto, que acaba desvirtuándose. Sin embargo yo también lo he aplicado en el título de este artículo por cuanto creo que explica bien la filosofía con la que desde esa ONG se ejercen esas tareas.

            Se trata de que cuando los integrantes de esa ONG se vayan, aquellos que permanecen en esas poblaciones puedan seguir teniendo agua de calidad. Para ello hay que cuidar los materiales con los que se hacen los pozos, de modo que sean lo suficientemente accesibles y baratos como para que los residentes puedan realizar su mantenimiento y reparar las averías que se produzcan. Aquí la sencillez de materiales y técnica es clave.

            Además se busca formar a las personas que viven en esas poblaciones para que contribuyan a difundir ese conocimiento en su entorno. Es plantar una semilla para que luego vaya creciendo en el propio medio. Con ello se quiere promover un medio de vida de algunas personas y que desde ese oficio se favorezca mejorar las condiciones de vida de la población en las que se asientan (y las de su entorno próximo).

            Otro punto de su filosofía es favorecer la construcción de pozos más individuales-familiares que comunales. La experiencia les dicta que “lo que es de todos, al final termina siendo de nadie”. Las responsabilidades respecto a lo que son las tareas de mantenimiento se diluyen en exceso de modo que parece que siempre debe ser “otro” el que las realice y las sufrague económicamente. Sin embargo en esos pozos individuales-familiares esas responsabilidades están mucho más definidas y con ello se consigue que los pozos perduren más en el tiempo.

            Una de las fuentes principales de la inmigración es la que se deriva de la falta de recursos económicos. Sin acceso al agua en unas condiciones suficientes de salubridad diría que es imposible el mantener esos asentamientos humanos. Es decir, este tipo de acciones contribuyen a solucionar los graves problemas que se derivan de la inmigración. El mundo es cada vez  más global y los problemas que puedan surgir en una parte del mundo al final repercuten en el resto.

            Las medidas proteccionistas y de cerrazón no creo que sean la solución. Frente al “ahí te quedas”, desde esa ONG se promueve el “aquí estoy”. Si admitimos que los problemas de “otros” son también los nuestros, debemos favorecer medidas para darles solución. Desde ese punto de vista es clave que se mejoren las condiciones de vida de las zonas geográficas desde donde llegan principalmente esos flujos de inmigración.

            El contacto con otras culturas y formas de vida ha sido a lo largo de la historia fuente de progreso. Podríamos decir que lo fue en tiempos de los romanos que tantas cosas aportaron en las zonas en las que se asentaron. Pero también lo es actualmente, podrían valer los ejemplos deportivos y en concreto la de una selección francesa campeona del mundo y con un marcado carácter multirracial.

            Evidentemente también ese contacto nos genera problemas y no podemos cerrar los ojos ante ellos. Las cosas no suelen ser blancas o negras, la mayoría de las veces son grises. Entiendo que una de las claves es respetar los modos de vida de cada uno y no tratar de imponer el propio a los demás. Ello es válido tanto para aquellos islamistas dispuestos incluso a asesinar a los que tienen otras formas de pensar y vivir, como también para los que se acercan a África tratando de imponer sus modos de vida y costumbres.

            La unidad se construye desde el respeto a la diversidad. Muchas veces es más fácil esa unidad en “la acción”, que en el “pensamiento”. La voluntad de mejorar las condiciones de vida en África es independiente de otras cuestiones. Por decirlo de algún modo, a nadie se le pide un carnet ideológico, ni tener una determinada edad o tener tal procedencia para contribuir a favorecer el que los ciudadanos de África mejoren sus condiciones de acceso al agua (como fuente de vida). También los medios de contribución pueden ser distintos, este artículo también ha querido ser uno de ellos.

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