El concepto
de “diversidad” va estrechamente ligado al de “unidad”. La aceptación de que
algo es diverso implica también la consideración de que se forma parte de un
tronco común. Por otro lado entiendo que la unidad se construye desde la
aceptación de las diferencias y no desde la imposición de la uniformidad.
Conjugar unidad y pluralidad es la base de las reglas democráticas.
En base a
todo ello hay que decir que las posiciones independentistas son contrarias a la
apuesta por la diversidad social y política. Simplemente buscan de establecer
una oposición entre dos conceptos que tratan como “unidades”. Conceptúan España
como una “unidad” frente a la que contraponen otra “unidad” (la “suya”). Nos
igualan a todos alrededor de esos dos conceptos (“catalanes” frente a
“españoles” por ejemplo).
Por otro
lado tenemos a los que siguen apostando por la España uniforme “de la bata de
cola y los toros”. Muchos que somos y nos sentimos españoles, sin embargo no
nos identifican esos símbolos. En un medio social y político los nacionalismos
excluyentes se alimentan entre sí. La irrupción de Vox en el panorama político
tiene como una de las variables de explicación más importantes, lo que está
sucediendo en Cataluña. Por otro lado esa imagen de España vinculada a posiciones
de extrema derecha y que reclama que la reconquista de Granada sustituya como
“día de Andalucía” al 28 de febrero, también alimenta las posiciones independentistas.
Por todo
ello creo necesario el recuperar la imagen de una España diversa que reconoce
su unidad en su pluralidad. El día en que veamos que un kaiku o una barretina
son tan españoles como lo pueda ser una bata de cola andaluza significará que
algo habrá cambiado.
Es conocido
que la historia la escriben los vencedores y ese papel no ha correspondido a
los leoneses en los últimos siglos. De este modo se ha construido los libros de
historia (especialmente los que se han dado en los centros educativos) en base
a lo que decían los cantares de gesta. Es decir se ha tomado como documentos la
propaganda que un señor poderoso pagaba a un juglar para que cantase sus
“hazañas” y elogiase su figura. No es extraño que con este panorama, aquel que
libero a su ciudad del asedio enemigo fuese considerado en esos libros como “el
traidor Bellido Dolfos”.
La
diversidad se debe conjugar con la solidaridad. No cabe que se transforme en un
coto de privilegios para unas zonas en detrimento de otras. El equilibrio
territorial en España y en el mundo exige conductas solidarias con aquellos que
más lo necesitan. Me resulta incomprensible
la defensa del “todo para mí”. La
incomprensión aumenta cuando esas posiciones se adoptan desde personas que
teóricamente pertenecen a partidos de izquierda (como el alcalde de
Valladolid). Si además esas teorías se invocan desde aquellos que tienen
situaciones de privilegio económico o político todavía se entiende menos. Vamos
es como si una persona de clase acomodada reclamase más recursos para sí mismo
en detrimento de las clases bajas.
La
solidaridad se alcanza viendo más allá de las propias fronteras y teniendo empatía
con las personas que viven fuera del propio territorio. Por ello mismo la
solidaridad va unida al propio concepto de diversidad. A veces habrá que elegir
entre “los míos primero” o “primero aquellos que tienen más necesidades”.
Aceptando la dificultad de establecer medidas en todo ello, habrá que tener al menos la
sensibilidad hacia esos criterios de solidaridad. Luego habrá que encontrar las fórmulas
concretas para acertar con esas políticas (algo que entiendo nada sencillo).
Diría que en
este momento en el mundo hay un avance de los partidarios del proteccionismo
económico en detrimento de aquellos que defienden posiciones de solidaridad.
Ello está llevando a que se fomente la
creación de fronteras y murallas. Es el muro que pretende hacer Trump pero
también la proliferación en Europa de aquellos que quieren salir de la Unión
Europea para adoptar posiciones proteccionistas y de exclusión hacia la
inmigración.
Diversidad y
solidaridad vendrían a ser dos caras de la misma moneda. No es casual que la
defensa de la uniformidad se haga desde aquellos que propugnan más medidas
proteccionistas. Por ello mismo nos posicionamos por una España diversa y
solidaria en un marco de valores democráticos. La Región Leonesa tendría mucho
que decir en todo ello.
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