domingo, 13 de octubre de 2019

NIVEL DE RENTA Y MARCO AUTONÓMICO.




          El INE acaba de publicar su Atlas de Distribución de la Renta. Su publicación ha despertado gran interés por cuanto entraba muy al detalle de esa distribución tanto por municipios como por Distritos y secciones.

          De algún modo esta es una publicación que nos recordaba a la que anteriormente hacía Banesto. Esta entraba en detalle a nivel municipal y la que hacía el Banco Bilbao era más bien a nivel provincial.

          Si analizamos los datos de renta de las ciudades de León, Zamora, Salamanca y Ponferrada podemos comprobar que son inferiores a los que se dan en Valladolid.

          Si consideramos los datos en sentido evolutivo en los dos años en los que el estudio hace referencia (2.015 y 2.016) tenemos que el diferencial negativo de las capitales leonesas respecto a Valladolid ha aumentado tanto en números absolutos como en porcentaje. Dentro de esa tendencia general la peor parte se la ha llevado Ponferrada (-520 en renta y -1,3%).













































ATLAS DE DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA.
FUENTE: INE. 2019
RENTA DE LOS HOGARES
DIFERENCIAL CON VALLADOLID
TOTAL
%
MUNICIPIO
LEON
2015
29358
-883
-2,9
2016
29866
-1080
-3,5
EVOLUCIÓN
-197
-0,6
ZAMORA
2015
26068
-4173
-13,8
2016
26586
-4360
-14,1
EVOLUCIÓN
-187
-0,3
SALAMANCA
2015
26934
-3307
-10,9
2016
27355
-3591
-11,6
EVOLUCIÓN
-284
-0,7
PONFERRADA
2015
26013
-4228
-13,98
2016
26198
-4748
-15,3
EVOLUCIÓN
-520
-1,32
VALLADOLID
2015
30241
2016
30946




          El que esto sea así igual tiene que ver con el hecho de que un 22% de los funcionarios de la Junta de Castilla y León ejercen sus funciones en Valladolid (por encima de lo que le corresponde por tamaño de población). Sin embargo la provincia de León teniendo un 19.2% de población tan sólo cuenta con un 16,7% de los funcionarios de la Junta. En el conjunto de la Región Leonesa se sigue esa misma disparidad y con un 40.2% de población tan sólo hay un 37.4% de funcionarios de la Administración autonómica. Estos datos son oficiales y se pueden comprobar en el boletín estadístico de personal de las Administraciones Públicas correspondiente a enero del año 2018.

          Pero claro en el 2018 ya se hacían notar mucho los efectos de la adscripción leonesa a ese marco autonómico. Así en 1983 la provincia de León tenía 526.439 habitantes y Valladolid 487.630. Es decir había un diferencial de 38.809 favorable a León. Sin embargo en el 2018 la provincia leonesa pasaba a tener 463.319 y la de Valladolid 519.674 con lo que el diferencial favorable para la provincia castellana era de 56.355.

          En definitiva desde la creación de este marco autonómico se ha pasado de tener 38.809 más población León que Valladolid a tener 56.355 menos. Un diferencial negativo de 95.164 personas. Estos son datos reales y constatables. Por supuesto eso ha tenido consecuencias económicas y políticas (perdiendo representación en instituciones y parlamentos).

          A partir de esos datos igual alguien simplemente los atribuye a “la mala suerte” o el puro azar. No veo en todo caso mucho interés en buscar explicaciones a ese hecho entre los que defienden la continuidad leonesa en ese marco autonómico. Simplemente obvian esos datos.

          Yo sí creo que esa evolución negativa (que demuestran abrumadoramente los datos) se fundamenta en la adscripción leonesa a un marco autonómico no deseado y que fue impuesto de forma antidemocrática.

          Pero más allá de la voluntad de corregir errores, desde Valladolid se hacen declaraciones demandando mayor centralidad. Así podemos ver como el actual alcalde de esa ciudad demandaba concentrar aún más las inversiones en pucela. Desde otro signo político se demandaba la capital de la Autonomía para Valladolid. Esos casos dejan muy patente que la identidad territorial era claramente mayor que la identidad política. El cambio de partido en la alcaldía de Valladolid no ha supuesto cambio alguno en ese discurso centralizador.

          Si vamos a los datos de la Agencia Tributaria tenemos que mientras en León la media de los rendimientos del trabajo es de 18.138€ en Valladolid alcanzan los 20.445€. No creo que esa diferencia quepa asociarla a los recursos naturales que puedan darse en uno y otro territorio.

          La autonomía de Castilla y León ha otorgado a Valladolid una posición geográfica central que no hubiera tenido nunca si las dos regiones históricas hubieran formado dos autonomías distintas. Esa posición geográfica le ha llevado a una centralidad política. Todo ello también ha tenido consecuencias en la economía promoviendo la instalación de polos de desarrollo y grandes empresas.

          En definitiva podemos considerar que el enriquecimiento de unos se está basando en el empobrecimiento de otros. Se promueve crear servicios en Valladolid que se sustentan con los impuestos de otras provincias. Además se demanda que el resto de la ciudadanía vaya a consumir a ese núcleo central (desde viajes hasta las apuestas del casino).

          Esta situación se complementa con un marco teórico que busca el adoctrinamiento ya sea en la educación como en el plano general y social. Esta es la función de la Fundación Villalar.

          El marco autonómico es causa directa del empobrecimiento de los leoneses tanto en el plano individual como territorial.


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