domingo, 12 de diciembre de 2021

¿QUÉ ES LEONESISMO?.

 


               Todos los líderes de los diferentes partidos se han referido de una u otra forma al leonesismo. Entendemos que ello es un indicador de que ese leonesismo ha calado en el tejido social leonés.

            Pero claro luego cada uno lo interpreta a su manera. En mi opinión a Pablo Casado habría que darle el premio a la originalidad. El líder del PP ha inventado nada menos que el “castellanoleonesismo”. Claro, igual es el único que participa de su invento. El leonesismo puede sentirse muy vinculado con el castellanismo por cuanto la existencia de Castilla viene a ser “la otra cara” de la existencia de la Región Leonesa. Vamos qué si existe Castilla, existe León. Lo “castellano-leonés” es la anulación no sólo de la identidad leonesa, también de la castellana. Si bien es verdad, que nadie se va a referir a los castellanos como leoneses y sin embargo en multitud de ocasiones se nos confunde a los leoneses como castellanos. Pero vamos lo de “castellanoleonesismo” rechina por todos los costados, incluso a las personas que pudieron acompañar a Casado en su visita.

            El PP de León se ha referido al “leonesismo útil” pero luego en su ponencia tiene que hacer las rectificaciones que le dicen desde Valladolid. No parece que sea esa la mejor forma de expresar la utilidad de una reivindicación. Vamos es como si el patrón de la empresa les dice a los trabajadores lo que deben de reivindicar. Creo que eso a ningún sindicato eso le convencería y nadie lo calificaría de “útil”. No es de recibo un “leonesismo al dictado de Valladolid”.

            Otros como el señor Eduardo Moran se dice también “leonesista” y afirma que ese leonesismo se debe a la discriminación que ha sufrido la Región Leonesa con tantos años de gobierno del PP. En su opinión todo ello cambiaría cuando hipotéticamente Tudanca accediese a la presidencia de la Junta. Primero reduce el leonesismo a una mera reivindicación económica, sin considerar otras variables sociales e históricas. Tampoco considera el sentimiento de identidad que tienen los propios leoneses. Uno diría que “obras son amores y no buenas razones” o también que “por sus obras les conoceréis”. Pues bien creo que pocos dirán que su gobierno desde la Diputación ha favorecido los intereses económicos y sociales de los leoneses. Desconozco que desde su presidencia en la Diputación se haya elevado una sola protesta ante las múltiples ocasiones en que se han referido a territorios leoneses como castellanos. Ya ve, para la defensa de la identidad leonesa ni siquiera es preciso el apostar por una autonomía leonesa. Pero claro su inacción ante todo ello, hace que no sea en nada creíble que usted se declare leonesista.

            También hay otros que vienen a confundir el leonesismo como una forma de nacionalismo excluyente. En ese sentido aluden al término de “leonesidad” y lo diferencian del leonesismo como algo propio del nacionalismo. Uno sospecha que ello se debe a que aquel que es abanderado de la “leonesidad” en algún momento de su vida ha padecido ese nacionalismo excluyente. En mi caso si puedo identificarme como “leonesista” pero sin apoyar para nada los nacionalismos. La gran mayoría de los leonesistas nos sentimos leoneses y españoles.  Lo que no somos es ni castellanos, ni castellano-leoneses.

            El leonesismo tiene una identidad política. No se trata de querer más o menos a esta tierra. En ese sentido leonesismo hoy está directamente asociado a la defensa de la autonomía leonesa. Desde luego los que durante tantos años no han hecho nada para defender la identidad leonesa frente a los continuados ataques, los que no se han posicionado en defensa de sus intereses económicos y sociales poco o nada pueden decir relativo al leonesismo.

            El leonesismo es también una apuesta por la democracia. Está ha sido una autonomía impuesta y no refrendada por la ciudadanía. Castilla y León se crea a modo de dique de contención de los nacionalismos periféricos de Cataluña y Euskadi (algo que a la luz de hoy es evidentemente un fracaso). En la propia visita del señor Casado se dejaba ver esa idea de oponer territorios de una Comunidad de Castilla y León enfrentada con Cataluña. El PP debe tener muy claro que su modelo de España tiene muy pocos seguidores en Euskadi y Cataluña. El modelo leonés de España de “unidad en la pluralidad” (al modo de lo que fue el Regnun Imperium Leonés) probablemente habría tenido mayor éxito en conseguir una mayor y mejor convivencia entre los territorios, algo básico para alcanzar una mayor unidad.

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