viernes, 10 de febrero de 2023

HAY QUE RESPETAR LA VOLUNTAD DE LOS LEONESES?

 


En 1983 la Junta de Castilla y León encarga un estudio a la empresa Sofemasa. Ese estudio en sus conclusiones dice textualmente “los leoneses tienen un sentimiento muy notorio de ser una entidad con identidad diferenciada de la castellana. El rechazo que manifiestan no es al hecho autonómico sino a una autonomía conjunta”. Ya ven esto lo decía un estudio que había encargado la propia Junta. Digo yo, que no será sospechosa de “leonesismo”.

Durante 40 años ha habido diferentes estudios en los que se ha preguntado a los leoneses sobre le marco autonómico deseado. En todos y cada uno de ellos la conclusión es unánime, los leoneses apuestan por una autonomía leonesa. Reto a cualquiera a que me indique un estudio en el que se diga que los leoneses desean como marco autonómico el de Castilla y León. Sinceramente creo que no existe.

En 1979 la Diputación de León encarga un estudio para conocer lo que es la opinión de los Ayuntamientos e instituciones sobre el tema autonómico. Considerando el total de respuestas recibidas y sobre el total del censo, ese estudio ponía de manifiesto que el 69,21% de los que habían contestado al cuestionario prefería “León sólo” y un 4,45% la autonomía de Castilla y León. El resto se repartían por otras opciones o simplemente no emitían ninguna opinión (13.37%). En definitiva el diferencial entre los que querían una autonomía leonesa y los que preferían la unión con Castilla era de nada menos que 64,76 puntos. Vamos que ni siquiera era algo que plantease división de opiniones.

Sin embargo conociendo esos datos se obro en abierta oposición a esas voluntades. Incluso habría que decir que también se voto contrariamente a lo que querían las instituciones leonesas y la propia Diputación de León. Lo dijo con toda claridad el que era portavoz entonces de UCD en el Ayuntamiento de Ponferrada, Luis Soto Pérez. Así en 1983 decía: “El sentimiento, la aspiración de TODOS los componentes de la Diputación, así como la mayoría de mujeres y hombres de El Bierzo, era el de optar por León sólo, lo que así se manifestó en una primera encuesta realizada entre los ayuntamientos”. Ya ven ese sentimiento también era mayoritario en El Bierzo.

Estudios más recientes como el realizado por 40DB para El País nos dice que el apoyo a la autonomía leonesa era del 56,3% y el de Castilla y León un 17.5%. (el resto 26.2% no contesto a esa pregunta). Ileon publica en el año 2020 un sondeo realizado por Celeste-Tel que afirma que más de la mitad de los leoneses respaldan la creación de una autonomía leonesa y tan sólo un 16,6% era contrario a esa creación. En esa misma encuesta de Ileon se afirma que la opción de una autonomía leonesa es mayoritaria en todos los segmentos de voto (algo que también se puede ver en la aprobación de las mociones leonesistas en los diferentes Ayuntamientos). Ya en 2.023 SyM Consulting hace un estudio para La Crónica de León que dice que el apoyo a una autonomía leonesa es del 67,1% frente a un 30.6% que desearía permanecer en el actual marco autonómico. Es decir en todos ello el diferencial entre partidarios de una autonomía leonesa y aquellos que defienden el actual marco autonómico es abrumador. No deja lugar a dudas.

Además hay que tener en cuenta que entre los que dicen apoyar la permanencia en Castilla y León lo hacen más desde la resignación (no cabe hacer otra cosa) que desde el convencimiento. Es el caso de la candidata del PP a la alcaldía de León Margarita Torres que nos dice que “ella hubiera deseado otro marco autonómico” pero que llegados a este punto lo que hay que hacer es mantener la actual autonomía.

En definitiva creemos que hay que centrar el debate. No se trata de conocer los deseos de la ciudadanía (que se han expresado con claridad y nitidez en todos estos años). El núcleo de la cuestión es conocer si se es partidario de que esos deseos deban ser respetados o por el contrario se defiende mantener un marco autonómico impuesto contra la voluntad de los leoneses.

Desde luego considero que desde una perspectiva puramente democrática hay que defender que los políticos ejerzan de representantes de aquellos que les han elegido y eviten imponer sus criterios a los de la propia ciudadanía. En todas las ocasiones en las que esa ciudadanía ha tenido oportunidad de pronunciarse lo ha hecho con claridad y nitidez. Los dirigentes políticos conocían que esto era así, y tal vez por ello mismo han evitado que esas consultas tuvieran un carácter decisivo. Es decir han primado lo que pudiera ser su propia opinión a la que manifestaban aquellos que les habían votado. En definitiva les ha importado muy poco la opinión de los leoneses.

Creo que ha llegado el momento de cambiar las cosas y respetar la voluntad de la ciudadanía. La imposición de ese marco autonómico no deseado nos ha traído pobreza económica y despoblación.

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