He tratado de demostrar que la
identidad leonesa va mucho más allá de lo que fue el Reino de León y que se ha
extendido en diferentes referencias institucionales hasta los albores de la
llegada del Estado de las Autonomías. No hay que olvidar que una de las
Regiones de España era hasta ese momento la Región Leonesa. A ello he dedicado
una tesis doctoral y mi libro "la identidad leonesa".
También he querido dejar claro que la
inclusión de la Región Leonesa en la autonomía de Castilla y León se hace de un
modo poco democrático y contrario a la voluntad de los propios leoneses e
incluso de sus instituciones. Estudios sociológicos independientes ponen
claramente de manifiesto que los leoneses no querían una autonomía de Castilla
y León. La Diputación de León por 20 votos a favor y 4 en contra en su último
pronunciamiento sobre este tema rechazo la inclusión de León en esa autonomía.
A dejar testimonio de todo ello he dedicado mi libro "el proceso
autonómico leonés".
También en artículos recientes he
tratado de demostrar los efectos que han tenido esa autonomía sobre la
demografía y la economía leonesa. He procurado hacerlo sobre datos que sean
constatables y verificables por todo aquel que lo desee. Nadie, que yo sepa,
los ha puesto en duda. Para no repetirme demasiado sólo recordar que desde el
nacimiento de la autonomía de Castilla y León, la provincia pasa de representar
un 20,15% del conjunto del PIB de la Comunidad a un 18,23% mientras en
Valladolid se hace el camino inverso y pasa de un 20,45% a un 23,44%. A nivel
demográfico mientras la provincia de León pierde un 6,55 Valladolid gana un
28.46%. Habría datos que ya he ofrecido similares para el conjunto de las tres
provincias leonesas que ahora no me extiendo en recordar.
Bien pues ante este panorama diría
que hay dos posturas: Los del "ora pro nobis" y los que creemos que
"los errores no caducan" y que se hace necesario rectificarlos. No
creo que existan los que tengan un convencimiento de la bondad de este marco
autonómico.
En el "ora pro nobis" o
"ruega por nosotros" curiosamente encontramos personas laicas e
incluso que se dicen de izquierdas. Son los que piensan que este mundo
(Castilla y León) es un valle de lágrimas al que venimos a sufrir y hay que
aceptar con resignación estos padecimientos. ¡Oiga que encima lo dicen así sin
ni siquiera prometernos disfrutar de "una vida eterna y feliz después de
la muerte"!. Son los del ¡no se puede hacer nada ante esto! , ¡Qué remedio
queda!... Vamos eso que ante la desdicha sólo queda el "ora pro
nobis", el que alguien se apiade de nosotros. No deja de sorprender que en
esas posturas que alguien pudiera considerar propias de "viejas
beatas" encontramos a gente que se dice atea y hasta revolucionaria. ¿Cómo
se puede compaginar el "ora pro nobis" y la defensa del status quo
autonómico con posiciones de izquierda? Yo no lo entiendo y ellos no lo
explican.
Hay otros que siendo o no de
creencias religiosas son más de aquello de "a Dios rogando y con el mazo
dando" y piensan más en la trasformación de las cosas desde el esfuerzo
colectivo por superar una situación que se hace insostenible. Al menos se hace
necesario una voluntad de cambiar esta situación, de arreglar lo que se ha
hecho. Luego ya podemos debatir los caminos por los cuáles avanzar.
También hay algunos otros que creen
que eso del "mazo dando" es para utilizarlo con los compañeros en ese
viaje de superar el marco autonómico. Que miran más hacia los lados, que hacia
el frente, hacia el norte que nos llevaría a avanzar en ese camino. No creo que
nadie reparta carnets de "autenticidad leonesista", ni que sea útil
aquello del "yo más que tú". El esfuerzo es necesario centrarlo en
salir de este atolladero y para ello, todas las fuerzas son necesarias. Los
"purismos" son exclusivistas y necesitamos de muchos
"impuros" para salir de donde estamos.
Antes de avanzar en la curación, se
hace necesario detener las hemorragias. Claro cuando un ser humano o un cuerpo
social se desangra, no cabe mucho el "ora pro nobis". Eso es la
condena a la muerte. Así que habrá que actuar. Los ejemplos inmediatos pueden
ser muchos. Van desde el rechazo a cualquier forma que promueva la integración
en algo que es manifiesto que nos perjudica. No debemos promover que esa
enfermedad avance. En concreto rechazar la integración de "Productos de
León" en Tierra de Sabor, que la Fundación Villalar deje de recibir
cualquier tipo de subvención de los leoneses, que las Casas de León sigan actuando
con su propia denominación y que reciban las subvenciones a las que tienen
derecho, que la Junta deje de tener representación en los órganos de las instituciones
financieras y en concreto de las Cajas, que las Diputaciones cobren mayor
protagonismo y capacidad de poder frente a la Junta, que exista en esas
Diputaciones un gabinete de prensa que se encargue de la imagen y la identidad
leonesa de forma que sea "combativo" con todas aquellas publicaciones
que nos asimilan a Castilla... ¿Más?, pues sí las que ustedes quieran pero no
les voy a cansar.
Hay que actuar y cuanto más pronto
mejor. El "ora pro nobis" no sirve y no creo que debamos seguir
pagando el nuevo "tributo de las cien doncellas".
David
Díez LLamas.
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