Recientemente
David Bueno ha publicado un libro que en mi opinión contiene una serie de
reflexiones que resultan muy interesantes. Lo ha titulado “el arte de
persistir”. Este artículo recogiendo esos principios los ha buscado trasladar
al ámbito leonés.
El autor nos
dice que el motivo que le inspiro para realizar ese libro, fue precisamente la
canción que ha sido en buena medida el himno de la pandemia, “Resistiré”. Se
dice en ese libro que resistir es una actitud fundamentalmente pasiva ante las
cosas. Por el contrario, persistir supone el ser activo en tratar de conseguir un
determinado objetivo, como puede ser el alcanzar el fin de la pandemia.
Creo que ese
pensamiento también se puede trasladar al ámbito leonés. No se trataría tanto
de “resistir” en una Autonomía de Castilla y León, como el “persistir” en
tratar de alcanzar una autonomía leonesa. Resistir implica una cierta
aceptación de una situación negativa, o también que la misma se pueda rebasar desde
la pasividad y sin contar con nuestra participación. Pero claro, para superar
situaciones no deseadas es necesaria la contribución de la ciudadanía, las
cosas no cambian como por arte de magia.
Creo que es
una evidencia que la Autonomía de Castilla y León ha sido perjudicial para los
intereses leoneses. Los indicadores ya sean económicos, demográficos, sociales
o culturales no dejan lugar a dudas. Tanto yo, como otros autores se han
extendido en analizar esa evolución negativa. Sin embargo, no conozco a los que
puedan mantener que ese marco autonómico ha tenido un impacto positivo entre
los leoneses. En consecuencia, no hay mayor discusión de que la pertenencia a
esa autonomía está resultando perjudicial para los leoneses.
Ante esa
situación se hace necesario marcar un objetivo claro y diáfano. En nuestro caso
es el de alcanzar una autonomía leonesa. Ello es necesario para para luego
tener la fuerza suficiente para poder lograrlo. Lo habitual es que para superar
cualquier situación negativa que se pueda dar a nivel individual o social se
hace necesario bastante tiempo. Nada es inmutable (por mucho que nos lo quieran
hacer creer), pero tampoco es de esperar que las cosas cambien sin esfuerzo y
aportación de los propios leoneses. Diríamos que para superar una enfermedad se
hace necesaria la medicación y también cambios en nuestros hábitos.
Desde la
claridad de los objetivos el siguiente paso es definir los pasos a seguir y los
modos a actuar para avanzar en alcanzar la meta final. Por continuar con
nuestro paralelismo sería identificar las medidas que nos llevan a avanzar en
esa meta. Para superar la pandemia nos dicen que tenemos que vacunarnos, llevar
mascarilla y mantener una distancia de seguridad. En el caso leonés se
comprueba que “si somos, estamos”. Es decir, para que se nos considere en el
conjunto de España es necesario que cada uno asuma su propia condición de
leonés desde la propia pluralidad de sus comarcas. Por decirlo de algún modo el punto de partida
sería la propia voluntad de la ciudadanía.
Un segundo
paso es transformar esa voluntad en poder político y social. Esto habría que
conseguirlo por un lado con la fuerza de los votos y por otro con la presión
social. Para ello es necesario que se considere que alcanzar ese objetivo es
algo fundamental para mejorar nuestras condiciones de vida. En ese sentido hay
que interpretar que es más importante fijar la mirada más en las personas que
puedan ejercer tu representación en los diferentes parlamentos y menos en los
líderes que puedan ser los que gobiernen en las diferentes instituciones.
Otro paso
será que los diferentes partidos cumplan lo que ellos mismos dicen. Entre los
partidos con representación en los diferentes parlamentos hay un cierto
consenso en decir que está Comunidad Autónoma la componen DOS regiones. Sin
embargo, esa posición política que dicen mantener el PP, PSOE, Podemos y desde
luego UPL no tiene una aplicación práctica. Hay que conseguir pasar de la
teoría a los hechos. En ese sentido apoyamos la creación de una oficina de
defensa de la identidad leonesa en la Diputación. Habría que preguntar a los
diferentes partidos que es lo que hacen para promover que efectivamente existe
una Región Leonesa y en ese sentido impulsar cambios en esa línea en el
conjunto de los medios de comunicación. No es admisible que se hable de “las
dos Castillas”, o de asignar territorios leoneses como castellanos. Con todo,
lo más grave es que todo ello se haga ante la pasividad de muchas de las
instituciones leonesas.
Persistir es
un gran paso para poder llegar a vencer. Desde luego abandonar es aceptar la
derrota y permanecer en una situación que perjudica de forma grave los
intereses del conjunto de los leoneses. El paso del tiempo lo único que ha
puesto de manifiesto es que la situación se agrava y que los errores no caducan.
Por ello más que resistir se hace necesario persistir.
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