Me van a permitir iniciar este
artículo con una cita de un presidente de Estados Unidos (Wilson) que decía : “Todo
poder legítimo deriva del consentimiento de los gobernados. Nadie tiene derecho
a transferir los pueblos de una soberanía a otra como si fuese de su
propiedad”. Creo que está frase se puede aplicar por entero al caso leonés.
Todas las
encuestas desde el inicio del proceso han dejado claro que los leoneses desean
un marco autonómico propio. Pero si alguien tiene dudas puede ver que en los
ayuntamientos leoneses son mayoría los que se han pronunciado por una autonomía
leonesa y muy pocos los que se han opuesto. Podríamos decir que están “los
partidarios” y los que no se pronuncian. También la Diputación de León en
diferentes momentos ha defendido la posición de una autonomía leonesa. En la
calle ha habido muchas manifestaciones leonesistas y ninguna favorable a
Castilla y León. En los estadios hay banderas leonesas pero no de Castilla y
León. En la calle están los símbolos leoneses y en las sedes oficiales los de
Castilla y León. Por todo ello cabe decir que esta autonomía de Castilla y León
no deriva del consentimiento de los leoneses y por tanto no puede considerarse
un poder legítimo (una cosa es que sea legal y otra legítimo).
En esa misma
línea hay que denunciar que en su momento “se transfirió a la Región Leonesa de
una soberanía a otra como si fuese de su propiedad”. Efectivamente Martin Villa
trato la Región Leonesa como un territorio de su propiedad al que sometió a su
propio criterio sin tener para nada en cuenta lo que pensaban los leoneses. Hay
que recordar que Rodolfo Martin Villa era
Ministro de Administración Territorial y a la vez el secretario general de UCD
en León (partido mayoritario en aquel momento). El encargado de diseñar el mapa
autonómico era alguien que llegaba desde el régimen franquista y que para nada
creía en las autonomías ni tampoco le importaba la voluntad popular. En ese
sentido su idea era formar un frente de contención respecto a los nacionalismos
periféricos de Cataluña y del País Vasco. Donde tuvo suficiente poder (como
León) lo hizo y considero que le hubiera gustado también incluir lo que hoy es
La Rioja o Cantabria. Hoy los hechos demuestran claramente que también ese
objetivo de “contención” ha fracasado. 3 peras y 6 manzanas no suman.
Cuando UCD
fracasa y desaparece como partido sus cargos se ven liberados del seguimiento a
Martin Villa. Entonces el que fuera presidente de la Diputación Julio Cesar
Rodrigo De Santiago promueve una votación en la que por 20 votos favorables y 4
en contra se aprueba una moción reivindicativa de la autonomía leonesa. Martin
Villa desaparece de la escena política leonesa para siempre. León dejaba de ser
de su propiedad, pero ahora estaba la dificultad de salir de esta situación.
Pero claro
la creación de Castilla y León no hubiera sido posible sin el impulso que desde
Valladolid daba Peces Barba. Desde el principio era el gran beneficiado de esta
autonomía era Valladolid por cuanto esta unión lo situaba en el centro no sólo
geográfico, también económico y político. Si se hubiera dado una autonomía de
la Región Castellana y otra de la Región Leonesa Valladolid hubiera perdido esa
posición y eso era algo que buscaron evitar en todo momento.
La pregunta
no es ya que marco autonómico desean los leoneses. Esa ya está contestada y no
creo que nadie la pueda poner en duda. La verdadera pregunta sería a los
partidos y sería: ¿cómo demócratas están
dispuestos a respetar esa voluntad de la ciudadanía leonesa y actuar como
representantes de aquellos que los han elegido?
Los leoneses
a lo largo de su historia han sido baluartes de los principios democráticos
(adaptados a cada momento histórico). Es la lucha de “la ley” (Cortes de 1.188,
Fueros de León…) frente a la espada. La del Cid Campeador que guerreaba muy
bien aunque como mercenario lo hiciese en favor de aquel que le reportase
beneficios.
León ha
sufrido el que el relato lo ha hecho el ganador. Alguien pagaba a un juglar
para que hiciese un alegato a su figura (como el cantar del Mio Cid) y luego
eso ha “colado” en la historia a través de los siglos.
Aquel que
defiende unos principios democráticos no puede apoyar un marco autonómico
impuesto que está generando destrucción en toda la economía y sociedad leonesa.
Apoyar una autonomía leonesa es apostar por los principios democráticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario