Con
la reciente proclamación como nuevo rey de Felipe VI parece haberse reabierto
en algún grado el debate sobre la forma de estado entre monarquía y república.
Uno diría que en ese proceso no he visto gran entusiasmo entre el conjunto de
los españoles por ninguna de las dos opciones. Considero que el conjunto de la
población ha venido a decirnos que ese no es un tema que les preocupe en exceso
tal vez por cuanto no afecta de modo directo a su modo de vida, a su cotidianidad.
No he visto entusiasmo ni en los actos de proclamación del nuevo rey ni tampoco
en las manifestaciones pro-república.
En
mi opinión los mayores antirepublicanos son los que promueven este modelo de
república. Me explico, son muchos los que pudiendo considerar como mejor opción
un sistema republicano sin embargo desechan entrar en guerras sobre cuál deba
ser la bandera de España. La bandera tricolor es y se lleva como bandera
republicana pero no como bandera de España. Entrar en divisiones entre los
españoles por un tema de estas características es algo absurdo, especialmente
si tenemos en cuenta que la actual bandera española extiende su utilización
desde 1785 con la única interrupción de 5 años de bandera republicana. Sería
mucho más integrador que la opción republicana se acogiese con lo que los
españoles asumen como su bandera, aquella con la que animan a sus equipos en
las competiciones deportivas o nos representa en cualquier lugar del mundo.
La
republica que algunos demandan nace bajo el signo de la división y el
enfrentamiento. No es la República Francesa o la Alemana o la Italiana en la
que bajo ese modelo de estado conviven gentes de cualquier espectro ideológico.
Así en Francia tenemos como defensores de su República tanto al Frente Nacional
de Le Pen como al Partido Comunista Francés. Aquí parece que el modelo de
República que se quiere promover es fundamentalmente excluyente y eso es en
extremo peligroso. En general podemos decir que lo son todos los modelos que se
basan en formas que inciden al enfrentamiento y no a la convivencia entre
diferentes. ¿Aceptarían aquellos que promueven el modelo republicano que
Mariano Rajoy fuese el presidente de esa República?
No
creo que haya sido un modelo político de éxito la segunda república española.
Diríamos que los historiadores son bastante unánimes al respecto y ello con
independencia de su posición política. En ese sentido puede ser perfectamente
comprensible que muchas personas que defienden la república como forma de estado
sin embargo rechazan el modelo republicano que se les propone en asociación a
épocas anteriores.
Aquí
en España República se vincula a "partidos de izquierda", pero no hay
que olvidar que por ejemplo en Estados Unidos la opción más conservadora la
representa el "partido republicano".
Los
españoles han dado más importancia a mantener un modelo de convivencia que a
fomentar la división y la crispación en un momento en que se hace necesario
concentrar todos los esfuerzos en superar la actual crisis económica, en
generar empleo y en mejorar las condiciones de vida. Diríamos que se quiere una
España próspera antes de que este bajo el auspicio de un monarca o de un
presidente de la República. Son muy pocos los que conocen que el presidente de
la República Federal de Alemania es Joachin Gauck pero casi todos saben que la
canciller es Ángela Merkel. Ello nos da idea del protagonismo político de los
presidentes de la república o de los reyes en el devenir de un país.
En
definitiva considero que aquellos que promueven esta forma de república son
también los que hacen más complicado que se acepte esa propuesta. Son los que
en este artículo he denominado "los antirepublicanos".
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