En un libro
muy interesante (Cuaderno de Aluches) que he podido leer este verano( y que recomiendo)
se recoge una cita de Francisco Flecha que dice “en el mundo hay dos razas de hombres que lo pueblan: los que vivimos en
corro y los que marchan en fila, enfilados, desfilando”.
Esa cita me
ha hecho reflexionar diría que el vivir en corro es sinónimo de búsqueda del
diálogo, de buscar soluciones desde el acuerdo entre diferentes. Son “corro”
esas mesas redondas a través de las cuáles se buscan salidas a los grandes
conflictos internacionales. Recuerdo que cuando las delegaciones de Estados
Unidos y de Vietnam (en aquel momento del norte) se reunían en Paris para
buscar una salida al conflicto armado, un punto importante y objeto de semanas
de discusiones en debate inicial es la forma que debía de tener esa mesa desde un principio de que debía ser redonda. En contraposición cuando alguien nos tiene o
lo tenemos “enfilado” es todo un signo de situación de enfrentamiento ya sea
directo o indirecto.
Ya ven los
leoneses hasta la lucha la hacemos en “corro”. En nuestros aluches se conjuga
un signo clave de la identidad leonesa como es la unión entre la individualidad
y la pluralidad. Son esos corros de Ribera frente a Montaña en el que cada
luchador individual retaba a su oponente en representación de su comunidad de
referencia. Es esa lucha incruenta en la que se asumen valores como el honor de
modo que el vencedor levanta al vencido y el vencido al vencedor. Es el
reconocimiento de que una vez finalizado el combate el mismo no se extiende
fuera del propio recinto y se acepta el resultado que dictamina el árbitro.
En “corro”
se hacen nuestros concejos como representación de una democracia directa. Los
parlamentos de la gran mayoría de países tienen también esa forma de “corro” o
semicírculo, la excepción sería el parlamento británico. En definitiva el
“corro” lo podemos asociar a la democracia. Así, mire usted por dónde, podemos
establecer un paralelismo entre los aluches y el ser “cuna del
parlamentarismo”. Ambos son “corros” y son expresiones de una personalidad
leonesa que se expresa en distintas formas y ámbitos. En “corro” se hacían y se
hacen nuestros filandones como modo de compartir vivencias, un ejemplo más de
modo de vida asociado a la conductas de los leoneses.
Por el
contrario “las filas” son propias de los desfiles militares y de las
dictaduras. Diríamos que “las filas” se asocian a la uniformidad ya sea de un
desfile militar o de algún colegio en que los alumnos de uniforme forman filas
antes de entrar a sus clases. Por el contrario el corro es la referencia de la
diversidad, es el diálogo entre distintos, es la búsqueda de pactos. Hay una
larga tradición de debate en la cultura leonesa (las cabezadas, los debates
entre “foro” y “oferta”…).
En la
construcción de España diríamos que se dio esa pugna entre “filas” y “corros”.
El modelo de “filas” asociado en mayor medida al concepto militar lo ha
representado Castilla. Así podemos ver asociado
Castilla al Cid Campeador, a Fernando III como patrono de las fuerzas
armadas… Fue un modelo que supuso el avance en las conquistas militares en el
período conocido como reconquista. Pasear por Burgos es encontrarnos a cada
paso a referencias del Cid, Tizona, Rodrigo… En las tierras leonesas las
principales referencias son las Cortes. Cuando Castilla ejerce una posición
dominante ello significa la pérdida de influencia de las Cortes como
institución (y no tanto la unidad en las Cortes de Castilla y de León como la
historia oficial nos hace querer ver).
El que a la
Región Leonesa no se le haya reconocido su derecho a constituirse en Comunidad Autónoma
va mucho más allá de un tema identitario leonés (que también), es el apostar
por las “filas” frente a “los corros”. Son dos modelos políticos en disputa y
Martín Villa eligió aquel que buscaba contrarrestar los nacionalismos
periféricos (catalanes y vascos) con un centro fuerte que consideraba que
formarían Castilla y León. El fracaso de
esa política es hoy evidente cuando en Cataluña se plantea incluso la
secesión de España. Los contrapesos diseñados no han funcionado. Algunos
catalanes se consideran “enfilados” por el resto de los españoles y “enfilan” a
España. Hay que recuperar la cultura de “los corros” como signo de acuerdos
entre diferentes. La uniformidad nos empobrece y la diversidad nos enriquece.
Igual la “no autonomía leonesa” y el
auge del independentismo catalán tiene algo que ver
Se hace necesario
que en este corro leonés alguien grite ¡Hay quién luche! Igual los leoneses
estamos excesivamente pasivos, tenemos el síndrome de los derrotados y hay
insuficiente disposición de cambiar situaciones injustas. Sin embargo los
errores no caducan y van agravando el mal en forma de cierre de empresas,
aumento del paro y pérdida de condiciones de bienestar. El Reino de León no
puede ser el Reino de los cementerios.
El texto de la cita en http://franciscoflecha.blogspot.com.es/.../la-vida-en...
ResponderEliminarCRÓNICAS DEL REINO MENGUANTE: La vida en corro