No me deja
de llamar la atención que aquellos que toman como bandera “España”, por otro
lado son los primeros en ensalzar lo bien que se hace en otros países y lo muy
mal que se hace en el nuestro. Tampoco es que propongan alternativas y se
limitan a “ver los toros desde la barrera” y decir al “torero” correspondiente
que “se debe arrimar más al toro”. La demanda será siempre “a pedir más”
(mascarillas, test, respiradores…) pero no he visto demasiadas iniciativas o
propuestas sobre las estrategias a seguir para afrontar la crisis.
Esa España
que supuestamente defienden es una España sin españoles. Es un modelo
excluyente de la mayoría de los españoles. En Democracia a un país le
representa un Parlamento. Sin embargo en su referencia de España no incluyen ni
a los socialistas, ni a Podemos, ni a los diferentes grupos nacionalistas… Su
España es poco más que ustedes mismos. Identifican lo que son sus posiciones
con lo que es España.
Ya ven, para
mi esa España sin españoles representaría más bien la anti España. Hacen mucho
daño. Promueven que sean menos los que se identifican con España y lo español
por cuanto disienten de sus posiciones.
Soy y me
siento español. Me alegro cuando a España le va bien ya sea en la economía, en
el deporte o en la cultura. Me causa tristeza si algo nos va mal en cualquiera de esos ámbitos. Sin
embargo ustedes, tan españoles, parecen disfrutar comparando lo bien que
supuestamente lo hacen otros y lo mal que se hace en España. Es como decir “si
nosotros no estamos al mando esto ya no es España”. Pues mire, creo que si algo
nos diferencia de otros países es que en la mayoría se asume que con
independencia del partido que gobierna, su presidente lo es de su país y que en
momentos tan complicados es más útil arrimar el hombro que poner zancadillas.
Los ejemplos los que quieran, Portugal, Francia, Alemania, Italia…
Se ha dado
una excesiva “colección de barbaridades”. He podido escuchar cosas como que
“estamos en arresto domiciliario en cárceles chavistas”, de que mi rival
político es un “matasanos” o que estamos en una “dictadura constitucional”. Demasiados
insultos y pocas propuestas.
Aquellos que
establecen una ligazón entre la gestión política y la incidencia de la crisis
del coronavirus igual tendrían que explicar los motivos que han llevado a que
la máxima incidencia se haya dado en Madrid y la menor en Murcia, Andalucía o
Galicia. Es decir el partido que gobierna en todas ellas es el mismo pero los
resultados son muy diferentes. No creo que valga decir “los muertos en mi
Comunidad son por tu culpa” y “los recuperados lo son gracias a mí”. Hay que recordar que la mayor incidencia en
Rioja o en Castilla La Mancha se asocia a un funeral celebrado en Vitoria,
igual hay que pensar que pueden darse otras causas fuera de la política. A ese
funeral asistieron personas residentes en Haro y en Tomelloso que además por su
profesión recorrían diferentes municipios en mercadillos. Singapur que había
sido considerado modelo en la gestión de la crisis en un primer momento, luego
ha sido uno de los principales países donde se ha producido un rebrote. Por
todo ello creo que se impone la prudencia a la hora de valorar las causas.
Creo en la
España plural y democrática. La España en la que caben todas las opciones
ideológicas y de pensamiento. La que dice que nadie es más español que nadie
por pensar de un modo u otro. También la España que es diversa en sus orígenes
de modo que un catalán o un vasco no es menos español que un madrileño o un
andaluz.
El modelo
leonés de España es el de “unidad en la pluralidad”. Ese es el modelo que ahora
debe ser referente principal en lo que es la política a seguir para afrontar
esta gran crisis. Desde el reconocimiento de esa pluralidad y diversidad social
se debe alcanzar la unidad que prime los intereses de la ciudadanía a cualquier
interés partidista.
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