El 15 Congreso del PP de la
provincia de León ha buscado hacer una referencia al leonesismo y para ello le
ha añadido el concepto de utilidad. Le han llamado “leonesismo útil”.
Más allá de otras discrepancias, lo
que no es admisible es que el PP de León no pueda tener el derecho a expresar
lo que considere oportuno y tenga que esperar la rectificación a sus propuestas
desde Valladolid. La primera reivindicación ni siquiera afecta al marco
autonómico, es que ustedes puedan acordar libremente sus posiciones. Si no
tienen autonomía para poder hacerlo ya resulta imposible que la reclamen para
el conjunto de los leoneses. Más allá de un planteamiento leonesista, se trata
de un planteamiento democrático.
En ese congreso han quedado patentes
dos cosas. Por un lado el deseo de las bases del PP en León de acercarse a las
posiciones leonesistas. Por el otro la falta de respeto que desde el PP en
Valladolid se tiene respecto a lo que puedan ser esas posiciones de ese partido
en León.
Es incompatible la referencia al
leonesismo con aceptar que luego sea Valladolid el que corrija su ponencia. No
puede haber un leonesismo al dictado de lo que diga Valladolid.
Ustedes hablaban “de las
ineficiencias del sistema autonómico” y de “una deuda histórica con León”.
Incluso recogen cifras de la evolución demográfica leonesa en comparación muy
negativa respecto a la que ha tenido Cantabria o Valladolid. Pero a la
dirección del partido a nivel de la Comunidad Autónoma eso no le gustaba y lo
sustituye por ser “una provincia que participa de forma activa en el sistema
autonómico”. Vamos que se pasa de la queja por el funcionamiento de Castilla y
León al halago de ser activos en el impulso de esa Comunidad. Claro el problema
es que la queja la dicen los militantes del PP de León y el halago llega desde
Valladolid.
En la ponencia leonesa se hablaba de
la necesidad de “corregir el rumbo que
nos lleva a que haya una Castilla y León de dos velocidades y una España de dos
velocidades, procesos ambos en los que León se ve gravemente perjudicado”.
Pues eso de las dos velocidades a Valladolid no le ha gustado ¿Por qué será? Y
así, lo que era una referencia a un funcionamiento deficiente del actual marco
autonómico lo transforman en una elegía hacia Castilla y León. Así la dirección
de Valladolid sustituye el párrafo anterior por otro que promueve “seguir el rumbo que lleve hacia una Castilla
y León fuerte, dentro de una España unida, siempre de acuerdo con el principio
constitucional de solidaridad interregional”. Nos puede quedar la duda de
si desde el PP de Valladolid cuando hablan de “solidaridad interregional” es entre León y Castilla. Pero vamos,
creo que no, que como han hecho siempre se refieren a la lucha que a lo largo de
la historia Valladolid ha mantenido con otras Comunidades Autónomas.
Para que no queden dudas desde
Valladolid nos aclaran lo que es para ellos “lo útil” y lo hacen atacando a las
opciones leonesistas. Es curioso que traten de definirse como leonesistas y a
la vez admitan que desde Valladolid traten al leonesismo como una especie de
virus “que otros partidos tratan de
inocular”, “desde una concepción rupturista y populista”. Claro que luego
también dicen que eso lo hacen “buscando
su propio interés partidista”. Es decir vienen a admitir que ese leonesismo
tiene tirón social. Igual por ello mismo ustedes ha buscado apropiarse del
concepto leonesismo y para que “no les contamine” han añadido el apelativo
útil.
En el apartado 21 de su Congreso se
dice textualmente que “León y Castilla
son DOS regiones diferentes amparadas por ese Estatuto y por la Constitución”.
Sería interesante para empezar que esa concepción se extienda dentro de su
propio partido. Por ejemplo ¿cómo quieren plasmar a nivel administrativo y
político esta distinta identidad regional? ¿A través de qué cauces se le va a
dar carta de existencia? ¿La documentación que envía la Junta a todos los
niveles va a diferenciar esas dos regiones o
a seguir como hasta hora marcando sólo la distinción a nivel provincial?
En esa misma línea sería interesante conocer las iniciativas que pudieran darse
a nivel de comunicación para trasladar al conjunto de los españoles que esta
Comunidad Autónoma está compuesta por dos regiones.
Más allá de estas cuestiones un
partido debe ganarse la credibilidad de aquellos a los que luego va a pedir su
voto. El que ustedes carezcan de libertad y tengan que someterse a lo que les
digan en Valladolid les sitúa en las antípodas del leonesismo, pero también de
la libertad. Ya ven, no sólo pedimos autonomía para León, también lo hacemos
para que su partido la pueda tener sin depender de lo que le digan desde otras
instancias. No puede haber un leonesismo al dictado de Valladolid.
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