HACIA UNA ADMINISTRACIÓN MÁS EFICIENTE.
Si hay una palabra que define la actual
crisis económica es la de la irresponsabilidad. Son muchas las
administraciones que han gastado lo que no tenían y se han
endeudado (y nos han endeudado a todos) por encima de sus posibilidades. No
puede ser que haya comunidades autónomas que gasten millones de euros en hacer
grandes parques de atracciones o en promover grandes competiciones deportivas
(náuticas, motorismo...) y luego no tengan para pagar los medicamentos o la
educación.
Se hace necesario más que nunca
delimitar lo que son necesidades básicas de lo que simplemente puede estar bien, pero a la vez puede ser
perfectamente prescindible. Distinguir lo que es inversión productiva de lo que
es simplemente gasto.
Esa búsqueda de una administración más
eficiente está poniendo en cuestión el propio estado de las autonomías. Es poco
comprensible que se emplee el dinero público para sostener unas televisiones
autonómicas que no llegan a cubrir sus presupuestos.
Se puede poner en cuestión si aspectos
como la sanidad no deberían ser algo que se gestionase directamente desde la
administración central. La garantía y el derecho a la asistencia sanitaria no
se puede hacer depender del lugar de residencia dentro de España. De este modo
se evitarían los problemas de los territorios limítrofes para que puedan acudir
al centro sanitario más próximo con independencia de su pertenencia a una u
otra comunidad autónoma (algo que ha ocurrido en algunas poblaciones de La
Rioja alavesa respecto a Logroño).
La división de competencias dificulta
la armonización en la toma de decisiones y las ralentiza . Si esto es algo que
se está demandando a nivel europeo parece lógico que también se haga a nivel de
España. Las Comunidades Autónomas no pueden convertirse en un obstáculo para
superar la crisis.
En teoría el estado de las autonomías
se crea para salvaguardar la identidad plural de los españoles y acercar la
administración a la ciudadanía. Sin embargo es muy cuestionable que se haya
conseguido lo uno y lo otro. Al menos es así en el caso leonés. El actual marco
autonómico es un atentado directo contra nuestra identidad social y cultural
como leoneses. Es también plenamente cuestionable que se haya acercado la
administración al conjunto de la ciudadanía leonesa.
El declive cultural, económico y social
de la Región Leonesa no llega con la actual crisis, sino que se extiende muchos
años antes y desde luego el actual marco autonómico no ha hecho más que
acrecentarla. Lo he manifestado ya en otras ocasiones con claridad, en mi
opinión “sobra la Junta de Castilla y
León”. Su desaparición redundaría en reducir los gastos de la
administración y supondría un reparto más equitativo de los mismos.
Valladolid ha sido el gran beneficiado
de este invento. En esa ciudad se centralizan los órganos administrativos y
alrededor de los mismos los centros de poder informativos así como diferentes
organismos públicos y empresas privadas. Todo ello se sostiene con dineros del
conjunto de la ciudadanía que lógicamente se detraen de otras necesidades que
son más perentorias.
Se crea la Fundación Villalar para
crear de la nada una identidad inexistente y se la dota económicamente con
recursos para hacer una historia a la medida de quien gobierna. Estamos pagando
organismos que tienen como
objetivo destruir nuestra identidad cultural sin reparar en que para ello deban
reinventar la historia y encontrar castellano-leoneses hasta en la prehistoria.
Creo que el debate de supresión de
órganos administrativos no debe centrarse en las Diputaciones. Las provincias
son mucho más referente social que las Comunidades Autónomas. Prueba de ello es
que los medios de comunicación tienen ámbitos provinciales. A los leoneses les
interesan las noticias de León, a los zamoranos las de Zamora y a los
burgaleses las de Burgos. Creo que esto es extensivo al conjunto de España.
Luego estarán las noticias nacionales, europeas (cada vez más) e
internacionales pero en esta lista apenas tienen cabida las noticias
“autonómicas”. Aquellos medios que han intentado el tener un ámbito autonómico
han fracasado.
Se debe compaginar la eficiencia en el
ámbito administrativo con el sentimiento de pertenencia a un determinado ámbito
cultural. Ese puede ser el reto y para
ello puede ser necesario efectuar cambios en el actual estado autonómico que se
está planteando excesivamente costoso e ineficiente. Además en el caso leonés
es algo impuesto de modo antidemocrático a la ciudadanía y sus instituciones
(La Diputación voto en contra de esa inclusión, con un diferencial de 20 votos contrarios y 4 a favor).
David Díez
Llamas
Sociólogo
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