lunes, 9 de diciembre de 2024

UN MUNDO CONVULSO.

 

         Cuando miro el mundo la verdad es que encuentro demasiadas cosas que no me gustan. Más allá de las opciones ideológicas que cada uno pueda defender lo que asusta son unos comportamientos histriónicos que encima reciben un gran respaldo social.

            No logro entender que alguien que actualmente preside Argentina haga campaña electoral con una motosierra y toque la campana de la apertura de la bolsa de Nueva York con una mueca propia de una película de terror. Además resulta extraño que ese personaje reciba el reconocimiento de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Tal vez su “mérito” sea el que ambos coinciden en su oposición a Pedro Sánchez y todo vale para derribarlo.

            Pero claro ni mucho menos es un caso único. Trump en su campaña contra la inmigración les acusa de que “comen nuestras mascotas”. Vamos el problema “son las mascotas” y no tanto la desesperación que pudieran tener esas personas (en el caso de que su afirmación fuera cierta) para tener que comer esas mascotas.

            En Brasil o en Estados Unidos se han dado asaltos a los parlamentos que los indicios muestran que pudieran estar apoyados por los candidatos que perdieron las elecciones.

            En Venezuela alguien dice haber ganado unas elecciones sin mostrar las actas que muestran los resultados en las diferentes urnas.

            En Irán existe una policía de la moral que obliga a respetar unas normas de conducta personal. Ya no es sólo que obligue a las mujeres a llevar velo es que si se lleva “mal puesto” (de acuerdo a lo que ellos consideran), te puede costar la muerte. Mahsa Amini llevaba el velo, pero esa policía de la moral consideraba que lo llevaba “mal puesto”. Fue suficiente.

            En Corea del Norte es habitual el que la disidencia o incluso el error se pueda castigar con penas que llegan hasta la pena de muerte.

                        En toda Europa avanzan las fuerzas de extrema derecha pero también otros con nombres tan curiosos como “El partido por la cerveza” (Austria) o tan personalistas que llevan el nombre y apellido del líder en la propia denominación como la “Alianza Sahra Wagenknecht” (Alemania). La versión española de esos partidos sería la de “Se acabo la fiesta” que también obtuvo 3 escaños en las últimas elecciones europeas.

            En mi opinión todo estos y otros ejemplos nos muestran un mundo excesivamente convulso que camina por medios poco democráticos y donde la racionalidad y la libertad están en declive.

            Creo que ello es también un signo de lo que Alain Finkielkraut denominaba “la derrota del pensamiento”. Este autor concluía su obra (publicada en 1.987) diciendo: “La barbarie ha acabado por apoderarse de la cultura. A la sombra de esa gran palabra, crece la intolerancia, al mismo tiempo que el infantilismo”. Y continuaba “es la industria del ocio, esta creación de la era técnica que reduce a pacotilla las obras del espíritu. Y la vida guiada por el pensamiento cede suavemente su lugar al terrible y ridículo cara a cara del fanático y del zombie”.

            Ese análisis que se hacía 37 años creo que muestra en buena medida  la sociedad actual. Lo que ocurre en las élites políticas no es más que un reflejo de lo que  pasa a nivel general en las sociedades. Lo peligroso no es tanto que surjan estas ideas o alternativas, sino que ellas tienen un amplio respaldo social que los lleva a ganar elecciones o al menos a conseguir una importante representación.

            La sociedad que se nos dibuja en el futuro es aún más individualista que la actual. Se promueve la relación con la máquina en muchos casos como sustitución de la que puede darse con las personas. Podríamos decir que se “digitaliza la conversación” entre personas y que la gestualidad de una sonrisa se convierte en un mero icono.

            En ese medio que destierra el pensamiento en tanto se prima la facilidad de la imagen sobre la profundidad de la “letra”. La elaboración de un discurso filosófico, sociológico o científico se sustituye por una frase lo más corta posible que se repite infinidad de veces. Incluso medimos las veces que se repite dicha frase o imagen (los videos “virales” por ejemplo) antes de lo que pueda aportar en cualquier ámbito del conocimiento. Interesa más el “cuanto se repite” que “lo que dice”.

            En un mundo que tiene retos muy complejos (el cambio climático, la inmigración, las guerras…) sin embargo para enfrentarlos nos vemos con una sociedad donde tiene escasa cabida la reflexión y el pensamiento.

            Creo que hay que recuperar el valor de la palabra.. Conseguir que se mantenga la relación entre las personas ya sea en un acto de compra o en una ventanilla administrativa. La despersonalización es un camino hacia la intolerancia y ella nos lleva a gobiernos no democráticos La libertad tiene rostro humano y no debemos perderlo.

jueves, 5 de diciembre de 2024

AUTONOMÍA LEONESA Y DEMOCRACIA.

 


                        Me van a permitir iniciar este artículo con una cita de un presidente de Estados Unidos (Wilson) que decía : Todo poder legítimo deriva del consentimiento de los gobernados. Nadie tiene derecho a transferir los pueblos de una soberanía a otra como si fuese de su propiedad”. Creo que está frase se puede aplicar por entero al caso leonés.

            Todas las encuestas desde el inicio del proceso han dejado claro que los leoneses desean un marco autonómico propio. Pero si alguien tiene dudas puede ver que en los ayuntamientos leoneses son mayoría los que se han pronunciado por una autonomía leonesa y muy pocos los que se han opuesto. Podríamos decir que están “los partidarios” y los que no se pronuncian. También la Diputación de León en diferentes momentos ha defendido la posición de una autonomía leonesa. En la calle ha habido muchas manifestaciones leonesistas y ninguna favorable a Castilla y León. En los estadios hay banderas leonesas pero no de Castilla y León. En la calle están los símbolos leoneses y en las sedes oficiales los de Castilla y León. Por todo ello cabe decir que esta autonomía de Castilla y León no deriva del consentimiento de los leoneses y por tanto no puede considerarse un poder legítimo (una cosa es que sea legal y otra legítimo).

            En esa misma línea hay que denunciar que en su momento “se transfirió a la Región Leonesa de una soberanía a otra como si fuese de su propiedad”. Efectivamente Martin Villa trato la Región Leonesa como un territorio de su propiedad al que sometió a su propio criterio sin tener para nada en cuenta lo que pensaban los leoneses. Hay que recordar que  Rodolfo Martin Villa era Ministro de Administración Territorial y a la vez el secretario general de UCD en León (partido mayoritario en aquel momento). El encargado de diseñar el mapa autonómico era alguien que llegaba desde el régimen franquista y que para nada creía en las autonomías ni tampoco le importaba la voluntad popular. En ese sentido su idea era formar un frente de contención respecto a los nacionalismos periféricos de Cataluña y del País Vasco. Donde tuvo suficiente poder (como León) lo hizo y considero que le hubiera gustado también incluir lo que hoy es La Rioja o Cantabria. Hoy los hechos demuestran claramente que también ese objetivo de “contención” ha fracasado. 3 peras y 6 manzanas no suman.

            Cuando UCD fracasa y desaparece como partido sus cargos se ven liberados del seguimiento a Martin Villa. Entonces el que fuera presidente de la Diputación Julio Cesar Rodrigo De Santiago promueve una votación en la que por 20 votos favorables y 4 en contra se aprueba una moción reivindicativa de la autonomía leonesa. Martin Villa desaparece de la escena política leonesa para siempre. León dejaba de ser de su propiedad, pero ahora estaba la dificultad de salir de esta situación.

            Pero claro la creación de Castilla y León no hubiera sido posible sin el impulso que desde Valladolid daba Peces Barba. Desde el principio era el gran beneficiado de esta autonomía era Valladolid por cuanto esta unión lo situaba en el centro no sólo geográfico, también económico y político. Si se hubiera dado una autonomía de la Región Castellana y otra de la Región Leonesa Valladolid hubiera perdido esa posición y eso era algo que buscaron evitar en todo momento.

            La pregunta no es ya que marco autonómico desean los leoneses. Esa ya está contestada y no creo que nadie la pueda poner en duda. La verdadera pregunta sería a los partidos y sería:  ¿cómo demócratas están dispuestos a respetar esa voluntad de la ciudadanía leonesa y actuar como representantes de aquellos que los han elegido?

            Los leoneses a lo largo de su historia han sido baluartes de los principios democráticos (adaptados a cada momento histórico). Es la lucha de “la ley” (Cortes de 1.188, Fueros de León…) frente a la espada. La del Cid Campeador que guerreaba muy bien aunque como mercenario lo hiciese en favor de aquel que le reportase beneficios.

            León ha sufrido el que el relato lo ha hecho el ganador. Alguien pagaba a un juglar para que hiciese un alegato a su figura (como el cantar del Mio Cid) y luego eso ha “colado” en la historia a través de los siglos.

            Aquel que defiende unos principios democráticos no puede apoyar un marco autonómico impuesto que está generando destrucción en toda la economía y sociedad leonesa. Apoyar una autonomía leonesa es apostar por los principios democráticos.

lunes, 2 de diciembre de 2024

LA CRISIS DE AUTORIDAD Y LA SOBREPROTECCIÓN FOMENTAN EL AUTORITARISMO.

 


            Creo que puede haber un cierto consenso en considerar que en la sociedad actual se dan estas tres circunstancias: 1/ Hay una crisis de autoridad 2/ En las familias tiende a darse un exceso de protección a los niños  3/ En el mundo van ganando peso los dirigentes con un talante autoritario y personalista. Este artículo mantiene la tesis de que no son cuestiones independientes sino que más bien están interrelacionadas.

            Vamos a empezar por el análisis de la crisis de autoridad. Sostengo que esa crisis está muy directamente asociada a una falta de identificación de valores. Hay una anomía que difumina las normas sociales. No son suficientemente claros los límites de conductas y la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal. En ello tiene también su influencia el que en Europa la religión (que da normas de comportamiento) haya perdido gran parte de su peso en nuestras sociedades y no ha sido sustituida por alguna otra institución capaz de fomentar normas de conducta.

            Es un mundo en el que las pantallas son nuestro principal punto de referencia. Los juegos en los que se daba una interacción con otros niños, en los que había unas normas que había que cumplir son hoy fundamentalmente un recuerdo del pasado. Ello nos lleva a una sociedad en gran medida individualista y en la que “el otro” apenas cuenta.

            La autoridad se basa en la existencia de normas y en el consenso de que alguien debe velar por su cumplimiento. Pero hoy en muchos ámbitos y especialmente en la función pública no hay una estructura que permita premiar a aquellos que hacen bien su labor y castigar al que lo hace mal o muy mal. Con ello se beneficia al infractor.

            Mantengo que otra de las cosas que caracteriza nuestro medio social es la excesiva sobreprotección que se da a los niños. Es lo que hace que podamos verlos con trajes de neopreno en la playa o con todo tipo de cascos cuando patinan. Estamos fabricando niños burbuja. Ello hace que se sientan poco preparados para enfrentarse al mundo cuando necesariamente deban salir de esas burbujas y actuar por sí mismos.

            Uno de los factores que explica esa sobreprotección de los padres es la falta de seguridad en sí mismos. Tratan de evitar el problema que le pueda suceder a su hijo para así no tener que enfrentarse al mismo.

            La actual tendencia a la sobreprotección de la infancia lleva a una sociedad menos preparada para afrontar las dificultades. Se ha acostumbrado al niño a que cuando surgen los problemas son otros los que deben afrontarlos y por tanto  no se le educa en fomentar su capacidad para poder superarlas.

            Por otro lado podemos ver como en el mundo va ganando peso las posiciones vinculadas al autoritarismo. Trump ha ganado las elecciones en Estados Unidos y por la importancia de ese país y su repercusión mediática es una referencia de esas posturas. En todo caso dista muchísimo de ser la única. Por ejemplo Irán con su policía de la moral, o los talibanes en Afganistán o Netanyahu en Israel. Pero también Javier Milei o Maduro. En Europa Putin y el avance de la extrema derecha en muchos países de la Unión Europea. En Asia tenemos a Corea del Norte o China.

            En el análisis sobre el origen del nazismo Erich Fromm decía que “les daba la fuerza de la que el yo carece”. Creo que esa explicación también es válida hoy. En una sociedad en la que se da esa anomía y carencia de normas. En la que hay falta de autoridad y exceso de proteccionismo. Todo ello fomenta personas poco autónomas en su forma de actuar. En las que se hace más fácil seguir lo que alguien dice. El pensamiento no pasa por su mejor momento y se prima la imagen o el slogan. En ese sentido muchas veces se prima más a un determinado líder que nos marca un camino (el que sea). Cobra más importancia el “cómo se dicen las cosas” a “lo que se dice”. Esos líderes muestran capacidad de convencer en base a la propia fuerza con la que expresan sus ideas (les dan “la fuerza de la que el yo carece”). Trump o Milei pueden tener puntos en común en lo que fueron sus campañas electorales. Ese “ser distintos” y salir de la imagen del político tradicional ha contribuido a que hayan podido ganar sus respectivos procesos electorales.

            Evidentemente este escenario de una sociedad débil que propicia líderes políticos autoritarios es peligroso. Podríamos decir que la racionalidad se pierde y el grito gana a la palabra. Pero para cambiar todo ello, lo primero que habría que hacer es cambiar los modos de conducta de esta sociedad. Hacerla más adulta con reconocimiento de los principios de autoridad y ganando en autonomía en las decisiones.


sábado, 2 de noviembre de 2024

DEPENDE DE QUIÉN

 


            Donald Trump en alguno de sus mítines ha proclamado “que se aplicará la pena de muerte para los inmigrantes que asesinen a ciudadanos de Estados Unidos”. Esta barbaridad la dice alguien que ha sido presidente de ese país y que cuando escribo estas líneas aspira a la reelección.  Así textualmente decía: “Tenemos que hacerlo…estoy pidiendo la pena de muerte para cualquier migrante que mate a un ciudadano estadounidense o a un agente de las fuerzas del orden…el Congreso lo va a aprobar”.

            En este artículo ni siquiera voy a entrar en el debate sobre la pena de muerte. Baste decir que soy contrario a su aplicación. Pero lo que me resulta totalmente escandaloso es que la condena se aplique en función no ya del delito cometido sino de quien lo haya podido cometer. Si un inmigrante asesina a un estadounidense según su teoría sería condenado a la pena de muerte. Pero claro parece que sería distinto si el asesinato lo comete otro estadounidense y ya no digamos si el asesinado es un inmigrante.

            Vamos que la teoría que defiende Trump es que el castigo se aplicaría en función de quién comete el delito y no tanto del acto cometido. Que alguien que defienda estas cosas pueda ser uno de los hombres más poderosos del mundo la verdad es que da mucho miedo.

            La imagen que representa la justicia es la de una mujer con los ojos vendados. Con ello se ha querido significar que la justicia se aplica a todos por igual con independencia de cualquier circunstancia como el estatus económico, la ideología, la orientación sexual y desde luego el origen. Es contrario a cualquier sentido de la libertad o de los derechos humanos que se tenga una justicia que actué en función de quien sea el que cometa el delito.

            En Europa defendemos una “justicia igual para todos” y creo que en ello puede haber un consenso básico entre las diferentes fuerzas políticas. Podemos admitir incluso que haya imperfecciones en su funcionamiento, pero lo que no creo es que haya un líder político que defienda que haya diferentes varas de medir en función de quien haya cometido un delito.

            El tema de la inmigración entiendo que es un problema complejo y delicado. Algunas fuerzas políticas defienden la expulsión de todos aquellos que hayan cometido delitos. Pero ello se aplicará en función de lo que son sus actos y hay que evitar una generalización que lleva directamente al racismo.

            La inmigración en la última encuesta del CIS aparecía como la principal preocupación de la ciudadanía. Es innegable que este tema también está cobrando gran importancia a nivel mundial y en concreto en Estados Unidos. También es claro que el crecimiento de los partidos de extrema derecha en Europa y en el mundo tiene mucho que ver con este tema y con el creciente rechazo a la inmigración. En Gran Bretaña el triunfo del Brexit también podemos decir que estuvo muy asociado a buscar “defender las fronteras británicas frente a la inmigración”.

            Algunos países pactan acuerdos con Albania (el caso de Italia) o con Ruanda (el Británico) para expulsar de sus países a los inmigrantes. Más allá de los criterios éticos para llevar este tipo de actuaciones, también hay que considerar que no es algo eficaz para detener esos procesos migratorios. Habrá siempre límites en esa admisión.

            La inmigración surge como alternativa ante los graves problemas ya sean de tipo económico, político o de seguridad que se viven en los territorios de procedencia. Se arriesgan la vida en esos viajes y muchos la pierden, es todo un drama. Claro que en esa avalancha habrá personas de todo tipo y algunas de ellas cometerán delitos. Lo que no cabe es aplicar la uniformidad a todas ellas, ni todos son “santos” ni todos “asesinos”.

            Es un fenómeno que se está dando a nivel mundial y que llega a diferentes países con gobiernos no ya distintos sino contrarios. Hoy por hoy parece imparable y no creo que las murallas que quiere hacer el señor Trump vayan a detenerlo.

            Entiendo que tampoco es deseable la llegada de personas sin ningún tipo de control. Hay que conseguir una regulación que permita una integración social. Todos tenemos experiencias de como personas que han venido de otros países han colaborado en la atención a nuestros familiares o los hemos encontrado desarrollando tareas en nuestro barrio.

            El desarrollo económico y social , el ganar en seguridad en sus países de origen será clave para evitar esos trasvases migratorios. Por ello será fundamental establecer mecanismos de cooperación que consigan un mundo más equilibrado.

jueves, 31 de octubre de 2024

SOBRE LAS SOLUCIONES Y LOS CUENTOS.

 


            Vaya por delante que el autor de este artículo piensa acudir a la manifestación convocada el 10 de noviembre en la ciudad de León, aunque para ello tenga que recorrer más de 700 kilómetros. Creo que el diagnóstico que se hace de la situación decadente de la economía leonesa es correcto y que todo lo que se haga para denunciarlo me parece conveniente.

            Sin embargo también le pongo muchos peros a esa convocatoria y a los sindicatos convocantes. Para empezar hay que decir a esa situación no se ha llegado por casualidad. El actual marco autonómico de Castilla y León ha contribuido en gran medida a ese deterioro económico y eso hay que denunciarlo (algo que los convocantes no hacen). Hoy en España se ha invisibilizado lo leonés y eso tiene repercusiones muy importantes. Todas y cada una de las marcas de cualquier tipo gastan muchos millones en ganar en visibilidad, en que los consumidores les recuerden. Por ello uno de los indicadores principales en cualquier estudio de mercado es el de la notoriedad de marca. La Región Leonesa que es una de las 4 representadas en el escudo de España ha perdido gran parte de su notoriedad hasta “dejar de existir” para muchos españoles.

            El que se nos asimile a Castilla no beneficia precisamente a nuestro turismo, tampoco facilita la venta de nuestros productos, ni permite ganar en influencia en las esferas de poder.

            Dicen los convocantes que “León se muere”. Bueno eso lo vengo escuchando desde hace 40 años y algunos llevamos todo ese tiempo denunciando este hecho que otros parecen haberlo descubierto ahora.

            Pero claro hay que tener en cuenta que en alguno de esos sindicatos se ha actuado de manera escasamente democrática sustituyendo a dirigentes leoneses para silenciar el discurso reivindicativo leonés. Para ello no han dudado en traerse líderes de otras zonas de España. Claro con ese procedimiento no son los más legitimados para abanderar la lucha por la mejora de la economía leonesa.

            Hay que recordar que en otra manifestación (año 2.020) el gran grueso de participantes lo fue desde el leonesismo y prueba de ello fue que cuando Pepe Álvarez cito desde el estrado a Castilla y León pudo escuchar un rechazo generalizado que le obligo a decir que él era asturiano (casi a modo de disculpa).

            También creo que a esa manifestación le falta concreción en cuanto a los objetivos que se reclaman. Lo de + soluciones y – cuentos es demasiado inconcreto. Cuando hay demandas sindicales se hace necesario establecer el objetivo que se reivindica.

            Los leoneses han salido en muchas ocasiones a la calle para reivindicar tanto su propia identidad como la mejora de sus condiciones económicas y sociales. Lo han hecho en lo que se reconoce como las mayores manifestaciones de la historia leonesa. Pero hace falta trasmitir que  sirven para algo, que son útiles. Ciertamente la experiencia no es buena. En la anterior convocatoria se creo una “mesa por León” que entraría de lleno en “los cuentos”. No sirvió para nada práctico más allá de “llenar el camino de pisadas”. Podríamos decir que esa “mesa por León” nació muerta por su propia composición.

            Hace falta instituciones leonesas con poder suficiente y que cuenten con respaldo. No nos van a solucionar las cosas aquellos que han colaborado en nuestra destrucción. No se pueden repetir los errores y hace falta que al día siguiente de la manifestación se vea la propia utilidad de esta.

            Tampoco creo que la solución pase por “no hacer nada”. Por eso mi apoyo a esa manifestación a pesar de las críticas que he ido exponiendo. Hay que lograr que los medios de comunicación sean altavoces de esas demandas y no actúen poniendo sordina a las mismas.

            También ese silencio mediático hacia lo leonés  es consecuencia de la propia organización territorial de España y de la carencia de un marco autonómico leonés. Lo exponía muy bien Belén Molleda en su artículo “León sin voz”. Así decía que los medios tienen el siguiente organigrama: una sede central en Madrid, una delegación en cada Comunidad Autónoma y una corresponsalía en cada provincia que en muchos casos es de un colaborador externo. En ese sentido explicaba: “Si una noticia acontece en León, el periodista de turno una vez seleccionada como relevante informa de ello a la corresponsalía de su autonomía (Castilla y León) y en caso de que lo considere relevante lo ofrece a la sede central en Madrid. Un proceso que requiere hasta tres filtros para que un acontecimiento que sucede en León, llegue a Madrid”. También en eso la situación sería distinta si hubiese una Comunidad Autónoma Leonesa.

martes, 17 de septiembre de 2024

“SÓLO MORIR PERMANECE” (L.E. AUTE)

 


            Decía el gran Luis Eduardo Aute que “sólo morir permanece”. Que la vida tanto en el plano personal como social es un cambio continuo. Ello era también una invitación a buscar “un mundo mejor”.

            En esa misma línea Yuval Noah Harari nos habla de la revolución científica como el aspecto central que suponía el cambio de la edad media hacia la modernidad. Ese cambio central se sustentaba en dejar a un lado las certezas propias de los ámbitos religiosos y dar entrada al reconocimiento de la duda y de que el saber es siempre un camino. Las certezas religiosas conducían a un cierto estatismo, por el contrario, la ciencia sustentaba los avances en considerar que el conocimiento como algo que era provisional. Así dice que: “La ciencia moderna se basa en el precepto latino ignoramus: «no lo sabemos». Da por sentado que no lo sabemos todo. E incluso de manera más crítica, acepta que puede demostrarse que las cosas que pensamos que sabemos son erróneas a medida que obtenemos más conocimiento. Ningún concepto, idea o teoría son sagrados ni se hallan libres de ser puestos en entredicho”. Ese cambio suponía diferenciar el plano del conocimiento del plano religioso. El experimentar se reconocía como una importante vía de acceso al conocimiento. Se respetaban las creencias religiosas, pero desde ese momento se vinculaban más al plano de los valores. Ya no correspondía a la religión el dictaminar sobre la centralidad de la Tierra en el universo o sobre la circulación de la sangre.

Podríamos decir que en el caso leonés el debate no se centra en la idoneidad del actual marco autonómico. Hay un consenso social en considerar que la autonomía de Castilla y León ha perjudicado gravemente los intereses de los leoneses. A partir de ello, la diferenciación se establece en lo que habría que hacer ante esa situación. Unos somos partidarios convencidos de que si algo funciona mal hay que cambiarlo. Otros creen que hay que seguir como estamos ante la dificultad de poder cambiarlo. Diría que esas fueron básicamente las posturas que se dieron en el último debate sobre este tema en la Diputación de León . Los que votaron contra la resolución en ningún momento argumentaron en base a que fuera mejor el actual marco autonómico.

Algunos pretenden que se acepte este marco autonómico como “un acto de fe” y como algo “inevitable”. Diría que promueven su aceptación admitiendo incluso el sacrificio de permanecer en “este valle de lágrimas”. No hay mayores esfuerzos en indicar que esa pueda ser la mejor opción, no se aportan datos o relatos que pudieran promover esa aceptación. Es el discurso propio del medioevo en que “los dirigentes” promueven la aceptación de las cosas como algo inevitable y que está exento de cualquier discusión. En tanto “acto de fe” se considera que es algo “para siempre” y no susceptible de cambios o de adaptarse a la voluntad de las personas. En ese sentido ellos dejan fuera el valor de la experiencia y lo sustituyen por dictar creencias en función de sus propios intereses.

            Frente a ese posicionamiento los leonesistas si creemos que efectivamente “ningún concepto, idea o teoría son sagrados ni se hallan libres de ser puestos en entredicho”. Evidentemente tampoco la autonomía de Castilla y León. Tras más de 40 años si se puede decir que hay datos suficientes como para considerar que es necesario cambiar. Los errores no caducan y hay que cambiar a medida que el conocimiento nos demuestra el error. Nada es inmutable y ese es el principal elemento que define lo que es el argumento científico del “revelado”. Además, hay que tener en cuenta que antes como ahora, algunos se erigen en los que sustentan e interpretan esas revelaciones. Al pueblo en general únicamente le corresponde el obedecer lo que son sus propias sentencias. Este modelo se contrapone al de una sociedad democrática en el que el protagonismo esencial está en la voluntad popular.

Imaginemos que una persona es condenada a muerte. Que se sabe que esa persona es inocente, pero que algunos defienden que se cumpla su condena ante la dificultad de cambiar la norma. Para mi ese discurso es inadmisible por cuanto muy por encima de la norma está la justicia y evitar que se cumpla una condena injusta. La norma se puede cambiar, lo que no se puede es devolver la vida a alguien que ha sido condenado a muerte. Este ejemplo también valdría para el caso leonés. Si algo está mal, perjudica y va contra la voluntad de la ciudadanía hay que cambiarlo solventando las dificultades que pueda haber en el proceso.

Es la racionalidad la que debe imponerse. Es un signo fundamental de la democracia y de la modernidad aceptar que son las personas las que dictan las normas. Las dictaduras suelen apoyarse en unos designios “divinos” que ellos se encargan de interpretar (al modo de los talibanes).

            La resignación ante la opresión no creo que sea el camino por seguir. Si algo no funciona habrá que cambiarlo y esta Comunidad Autónoma ya ha dado suficientes signos de mal funcionamiento.

viernes, 6 de septiembre de 2024

EL DEVENIR LEONÉS EN LA CORONA DE CASTILLA.

 


            Una confusión muy extendida entre el conjunto de la sociedad y difundida por las élites culturales es la de que la identidad leonesa sucumbe como tal con la unión con Castilla en 1230. Sin embargo ello es algo rotundamente falso.

            Para empezar hay que decir que, como demuestra Pérez Bustamante en su tesis doctoral sobre la Corona de Castilla en ella había 5 grandes circunscripciones a saber:

·        León

·        Galicia

·        Castilla

·        Murcia

·        Andalucía o Frontera.

Es decir, no todos los territorios que componían la Corona de Castilla podían ser identificados como castellanos. Tal identidad sólo correspondía a una parte, a uno de sus reinos, al Reino de Castilla. Si alguien pretendiera decir que a partir de 1230 León y Castilla forman una misma unidad tendría que incluir en esa supuesta unidad castellana a Andalucía, Galicia o Asturias.

Pero es que además esas divisiones no tienen el mismo peso. La bandera de esa Corona son dos castillos y dos leones. No era un simple adorno o un regalo más bien identificaba los reinos predominantes en esa Corona. Así el Reino de León será el único de todos los que componen la Corona de Castilla que mantendrá Cortes propias de forma regular hasta el año 1302 y después de ese año lo hará más esporádicamente.

Es decir, la Corona de Castilla lo que confirmaba era la hegemonía de castellana, la dirección de Castilla en la organización territorial y del estado. Ahora bien, junto a esa personalidad castellana se mantenía vigorosa la personalidad leonesa hasta el punto de que se hacía necesaria su nominación para hacer entender a un interlocutor que formaba parte de esa corona. No se decía por ejemplo la corona castellana y gallega o castellana y andaluza. La referencia al Reino de León podríamos decir que era a “otro nivel”.

      Desde el punto de vista histórico y sociológico es muy fácil comprender que un reino como el leonés que hasta hace poco tiempo había mantenido una posición hegemónica entre los reinos de España, no podía sin más desaparecer. El Reino de León había perdido su carácter hegemónico pero siguió conservando su personalidad e identidad.

Con la hegemonía castellana se produce un cambio significativo. La administración de los territorios de la Corona se hará conforme al espíritu castellano tendente a centralizar el poder en manos del soberano. Así los Adelantados y Merinos Mayores pasarán a ser fundamentalmente delegados regios. La titularidad del nombramiento correspondía al rey. Los grandes oficios de la administración central se concebían como una delegación del poder que correspondía al monarca. Es decir se produce una importante concentración de poder en el rey y pierden peso y autonomía los Adelantados y Merinos Mayores. Eso también supone una decadencia progresiva de las Cortes como institución. No es que decayeran las Cortes Leonesas (como a veces se interpreta) es que lo que pierde valor con esa hegemonía castellana son los Parlamentos.

      En esa línea se dice en el tomo 5 del libro sobre la Historia de Castilla y León de la Editorial Ámbito: “Las Cortes muy vivas en el siglo XV iniciaron en el siglo siguiente un rápido declive, hasta el punto de que terminaron por asistir a sus reuniones sólo 17 ciudades”. Es decir cuando el Reino de León deja de tener Cortes propias se inicia un declive general de esa institución. Las Cortes Leonesas no desaparecen  tanto como fusión de identidades, como algunos han pretendido hacer creer, como por la falta de vigor de la propia institución de las Cortes y el aumento de las cuotas de poder centralizado.

Es perceptible inmediatamente la diferencia existente entre esa concepción de España y esa otra que buscaba el Regnum Imperium Leonés en la que el emperador era concebido como un rey de reyes cada uno de los cuales conservaba su propia soberanía sobre su territorio. En la concepción que se imponía desde la hegemonía castellana el poder tenía un titular único (el del rey que luego delegaba en los Adelantados o Merinos). En la concepción leonesa el poder era plural, cada soberano tenía su propia potestad sobre los distintos asuntos y luego había una instancia superior a todos ellos que era la figura del emperador como salvaguarda de esa unidad en la pluralidad.

      León ha venido sufriendo durante siglos una manipulación y ocultación de su historia. Un mercenario como El Cid ha sido considerado héroe y alguien como Bellido Dolfos que libera a su ciudad del cerco enemigo pasa durante siglos a la historia como “traidor”.

      La recuperación de la historia de León es también la de la España democrática. La España de las libertades se escribe con L de León.

jueves, 15 de agosto de 2024

REGIÓN LEONESA Y MARCO AUTONÓMICO.

 


         He escuchado a los representantes del PP como del PSOE el referirse a que esta autonomía la componen DOS REGIONES y que una de esas Regiones es la Región Leonesa.

         Sin embargo de forma casi unánime en los medios de comunicación se trasmite como términos idénticos el de Comunidad Autónoma y Región. Tampoco vemos demasiada oposición para evitar esa confusión.

         Cabría preguntar ¿ Qué tipo de caracterización política darían ustedes a la Región Leonesa en el marco de la Autonomía de Castilla y León? Mañueco habla de León como “una provincia más de Castilla y León” (lo que contradice la propia denominación de la Comunidad Autónoma). Sin embargo Javier Santiago Vélez dice que Castilla y León “son dos regiones diferentes”. Curiosamente lo hace en un artículo en el que por una parte se reivindica como “leonesista” y por otra defiende su oposición a la autonomía leonesa en la votación de la Diputación. También Ester Muñoz habla de que “por supuesto en esta autonomía conviven dos identidades distintas” (sin embargo creo que falta mucho para que se considere que eso ya se da “por supuesto”).

         Cabría preguntar a aquellos que consideran la existencia de la Región Leonesa pero defienden su permanencia en este marco autonómico que caracterización política dan a sus propias posiciones. Para empezar el propio marco autonómico tendría que diferenciar que parte de esa autonomía es Castilla y que otra le corresponde a León. Luego habría que plasmar en todas las comunicaciones que se emitiesen desde la Junta esa caracterización de existencia de 2  Regiones (tanto a nivel de estadística como de promoción).

         Diría que es evidente que el modelo actual no recoge de modo suficiente la caracterización de esta Comunidad como compuesta por 2 Regiones. Entonces sería preciso conocer lo que sería su propuesta de modificación del actual marco jurídico y administrativo.

         Lo que no es aceptable es decir que “León es una de las 2 Regiones de esta Comunidad” y luego mantener que esta Comunidad la componen únicamente 9 provincias sin ninguna caracterización distinta entre ellas.

         Hay que ir más allá de las declaraciones, es necesario ir creando instrumentos que defiendan esa identidad leonesa. Uno de ellos sería el crear una Oficina de Defensa de la Identidad Leonesa que tendría como objetivos por un lado, defendernos frente a los ataques que nos asimilan como parte de Castilla, pero también de promoción de esa identidad en los diferentes ámbitos de la administración y de la comunicación.

         En algún caso se producen reticencias a crear esa Oficina de Defensa de la Identidad Leonesa en base a los costes que pudiera tener. Cabría decir que con un cambio en la asignación de funciones podría ser suficiente, no habría necesidad de nuevas contrataciones o instalaciones. Pero por otro lado hay que tener en cuenta que todas las grandes empresas gastan muchos millones de euros en hacer visible su existencia y ganar en notoriedad. ¿Estamos pensando que todas se equivocan? ¿ Que todas ellas malgastan su dinero? Uno más bien piensa que buscan rentabilizar esa inversión y que una se puede equivocar, pero todas no. La Oficina de Defensa de la Identidad Leonesa tendría como fundamental objetivo remarcar la existencia de lo “leonés” y evitar que “desaparezcamos  del mapa”

         Si hay personas y partidos que dicen que esta Comunidad la componen 2  Regiones, pues démosles carta de existencia real, que vaya más allá de unas declaraciones.

         En la  última votación de la Diputación de León tanto el PP como el PSOE habían dado libertad de voto a sus representantes en esa institución. Pero podríamos decir que fue una libertad “demasiado teórica”. Tanto en las filas del PP como en las del PSOE  hubo uniformidad en el voto, lo que es un claro signo de que predominaron las consignas de partido. Así alguien que en su municipio había votado favorablemente a una autonomía leonesa luego voto en sentido opuesto cuando esa votación se produce en el ámbito de la Diputación.     También se dio el caso contrario voto negativo en su municipio y afirmativo en Diputación.

         Me ha llamado la atención que en la justificación que se daba entre los que votaron negativamente a la moción proautonomía leonesa, en ningún momento se pudo escuchar comentarios positivos hacia el actual marco autonómico. Sus argumentos hacían más bien referencia a los procedimientos pero en ningún caso a “lo bueno que era la autonomía de Castilla y León”. Ni siquiera ellos estaban convencidos de sus “teóricas bondades”.

         No nos vale “la paz de los cementerios” en la que la consigna es “resignación” aunque la autonomía de Castilla y León sea un “valle de lágrimas”. Decía Aute que “sólo morir permanece” y algunos queremos que la Región Leonesa siga viva.

miércoles, 7 de agosto de 2024

SIN RAICES, NO HAY FUTURO.

 


         Un árbol que no tiene raíces termina cayendo y muriendo. Yo diría que ello también es aplicable a los ámbitos sociales. La apelación a las raíces no sólo es una reivindicación del pasado, lo es también del futuro.

            Yo diría que a los leoneses nos han arrebatado nuestras raíces. Cuando el señor Mañueco nos equipara con “una provincia más de las que componen esta autonomía” contribuye a favorecer la destrucción de nuestras raíces. Mire la bandera de Zaragoza sigue recogiendo al día de hoy una referencia al Reino de León. Lo mismo sucede con la bandera de Extremadura o la de la ciudad de Badajoz. Ya ven ciudades muy distantes que al día de hoy tienen un punto de conexión común con el Reino de León. Ahora dígame que provincia española puede decir algo semejante.

            Pero es que basta mirar el escudo de España para ver que en uno de sus cuadrantes figura el símbolo del Reino de León. Los otros tres cuadrantes corresponden a Navarra, Castilla y Aragón. Todos los demás territorios estarían representados en alguno de esos símbolos.

            Por último haremos referencia a la propia denominación del actual marco autonómico que dice de Castilla y León. Es decir hace referencia a DOS partes. Una será Castilla y la otra León. Pongamos un ejemplo, si hay un matrimonio que lo componen Sandra y Daniel pues lo que no cabe decir es denominar Sandra a Daniel ni tampoco cabe referirse a ambos como Sandra-Daniel. Pues lo mismo sucedería con Castilla y León. Sin embargo es muy frecuente que a los leoneses nos denominen castellanos o castellano-leoneses. No, Castilla y León no es “la Castilla del Norte”.

            Además hay que tener en cuenta que el arrebatarnos nuestras raíces se hizo con abierta oposición de la ciudadanía leonesa. Fue una imposición no democrática. La propia Diputación hace una encuesta en el inicio de ese proceso en el que se pone de manifiesto que el 69% era partidario de una autonomía leonesa y un 4% partidario de una autonomía de Castilla y León. Es decir había un diferencial muy claro e importante. No había ni antes ni ahora una “división de opiniones”. También a nivel institucional se recogen diferentes acuerdos tanto de la Diputación como de una mayoría de Ayuntamientos que son contrarios a ese marco autonómico. En definitiva esa autonomía nace desde la oposición de la ciudadanía leonesa. Martin Villa y Peces Barba imponen un modelo que busca contraponer la autonomía de Castilla y León a los nacionalismos en Euskadi y Cataluña. Es evidente que ese modelo de “contrapoder” ha fracasado por completo. 6 manzanas y 3 peras no suman.

            Esa pérdida de las raíces ha tenido consecuencias  en la demografía y en la economía leonesa. Los indicadores son claros y unánimes. Desde la creación de este marco autonómico se ha producido un declive de los niveles de vida de la sociedad leonesa. Es como el árbol que ha perdido sus raíces que al final termina sucumbiendo.

            Todas las grandes marcas gastan mucho dinero en publicitar su nombre. No creo que se pueda decir que todas se equivocan y que malgastan su dinero. Entonces el conseguir que tu marca sea  reconocida en el mercado es particularmente importante y que además se haga desde contenidos positivos. Ese León que es referencia en el escudo de España ahora desde muchos medios se nos asocia a una “provincia de Castilla”, evidentemente esa pérdida de notoriedad y de imagen tiene unos costes.

            Es claro que el Reino de León llegó mucho más lejos de lo que es hoy la provincia de León. Partimos de la base de que esa esencia de las “raíces leonesas” se debe de mantener y no cabe asimilarnos a una provincia como pudiera ser Ávila o Albacete (con todos los respetos hacia ellas). Luego esas raíces llegaran hasta donde quiera la ciudadanía. A nosotros nos gustaría que incluya tanto a zamoranos como a salmantinos por cuanto tanto Zamora como Salamanca han formado siempre parte del Reino de León. Pero en todo caso no cabe la imposición por decreto, será desde su propia voluntad.

            También pienso que recuperar esas raíces leonesas es recuperar los valores de la España democrática. Hay que tener en cuenta que valores como el parlamentarismo, los fueros o el empoderamiento de la mujer forman parte sustancial de la identidad leonesa. Ese modelo se contrapone a otro en el que las principales referencias vienen a ser El Cid Campeador o la Reina Isabel la Católica. El Reino de León crea las universidades de Santiago o de Salamanca con la  referencia a un conocimiento general y sin restricciones. El Cardenal Cisneros regente de Castilla crea la Universidad de Alcalá pero con el condicionante de que sólo incluya las ramas del saber que puedan interesar al clero. Este mismo Cisneros ordena quemar en Córdoba los libros de la universidad nazarí. Para mi que esos son  valores contrapuestos y también por eso es necesario recuperar las raíces leonesas.

miércoles, 17 de julio de 2024

MOTIVOS PARA UNA AUTONOMIA LEONESA.

 

MOTIVOS PARA UNA AUTONOMIA LEONESA.

            Para mi el principal motivo para que León pueda tener un marco autonómico propio es el de respetar la voluntad de los leoneses. Ya desde el inicio del proceso la Junta de Castilla y León, encarga un estudio a la empresa Sofemasa en cuyas conclusiones se dice: “los leoneses tienen un sentido de identidad muy notorio y que no rechazan una España de las autonomías sino que León no contase con un marco autonómico propio”. Por seguir podríamos hablar de la encuesta que encarga al inicio del proceso la Diputación de León entre los propios Ayuntamientos en la que el 69% prefería “León sólo” y el 4% Castilla y León. Como verán diferencias importantes en los porcentajes. En esos más de 40 años se han seguido dando encuestas en diferentes medios. Todas con un punto en común, la ciudadanía leonesa prefiere una autonomía leonesa . No ha habido una sola encuesta que diga lo contrario. También es falso eso de que una autonomía leonesa “divide” a los leoneses. No he visto a nadie que cuando se plantea este debate en las instituciones acuda con una bandera de Castilla y León. Luego eso de “unos” y “otros” es falso. Sólo hay “unos” que demandan todos lo mismo.

            Pero es que también las instituciones leonesas se han mostrado contrarias a este marco autonómico. El último posicionamiento de la Diputación provincial no ha hecho sino refrendar otros anteriores. En este de junio del 2024 es curioso observar que incluso entre los que han rechazado la proposición no se dan alegatos defendiendo la autonomía de Castilla y León. No, su discurso se ha referido a los procedimientos y podríamos decir que defendían la resignación. La paz de los cementerios.

            Los Ayuntamientos se han dividido entre los que defienden una autonomía leonesa y los que no se han pronunciado. Los que se han pronunciado en sentido contrario son insignificantes. Pero vamos tampoco en el plano municipal hay una defensa de la autonomía conjunta con Castilla y León.

            Claro ese “borrarnos del mapa de España” no es algo que nos haya salido gratis. No se vende lo que no existe. Las marcas se gastan muchos millones de euros en promocionar su nombre. Eso ha supuesto declive demográfico, declive político (antes se elegían 6 diputados ahora 4). Tómese el indicador económico que se prefiera nivel de renta, empleo, actividad económica… y todos van a decir lo mismo. No encuentro a nadie que nos diga lo contrario y hay distintos estudios que ponen claramente de manifiesto ese declive.

            También hay quién nos dice  que ese declive social y económico es coyuntural y culpa del adversario político. Pero eso no convence por cuanto también hubo otros momentos en que ellos gobernaron y el panorama no era diferente. En consecuencia considero que el mal es estructural y tiene su origen en que los productos o el turismo es mucho más complicado “venderlo” cuando se oculta lo leonés al resto de la ciudadanía española.

            Por historia. Mire el escudo de España y podrá ver a 4 grandes referencias Navarra, Castilla, Aragón y León. El resto de territorios se incluyen en alguna de ellas. Pues mire resulta que una de ellas ni siguiera se la reconoce como autonomía.

            También creo que apostar por una autonomía leonesa es también apostar por la recuperación de la España democrática. Es contraponer la España que es Cuna del Parlamentarismo con la  del Cid Campeador e Isabel la Católica. El Reino de León crea las universidades de Salamanca o Santiago donde se puede estudiar cualquier rama del saber. En la Universidad de Alcalá que crea el Cardenal Cisneros (regente de Castilla) sólo cabe estudiar aquellas materias que se consideran propias del clero. Esto es así hasta el punto de que en Córdoba ordena quemar los libros de la universidad nazarí. Son modelos sociales no ya distintos, son opuestos.

            Yo les diría que ni siquiera hace falta que defienda una autonomía leonesa, basta con que defienda el derecho de que se les tenga en cuenta. Que aquellos que ha elegido como representantes  efectivamente actúen como tales. Es un hecho demostrable que en  el proceso autonómico los partidos se presentaban a sus votantes  defendiendo un referéndum o directamente apoyando una autonomía leonesa y luego hicieron exactamente lo contrario. ¿Cómo explican sino ustedes que en pocos meses una opción que obtenía en la propia encuesta de la Diputación un 4% pasase a un 75%?

            En definitiva para mi la defensa  de los principios democráticos es también la defensa de una autonomía leonesa . La actual autonomía de Castilla y León es una imposición y como tal no es tolerable.

viernes, 5 de julio de 2024

EL PSOE Y EL PROCESO AUTONÓMICO LEONÉS.

 


Las elecciones del 15 de junio de 1977 tuvieron como eje principal el elegir la opción ideológica que los españoles estábamos dispuestos a adoptar.

En esas elecciones el PSOE presenta en León a un hombre que venía de Albacete y que pertenecía al sector más a la izquierda dentro de ese partido, Baldomero Lozano. Como segundo en esa lista estaba Jesús García González al que su partido le presenta como “muy leonés y muy convencido de la defensa del carácter regionalista que necesita León”.

En un primer momento los objetivos que perseguía Baldomero Lozano en la Asamblea de Parlamentarios de Castilla y León eran los de un marco autonómico con paridad entre Castilla y León distinguiendo claramente dos identidades. Así el 9 de noviembre de 1977 en la Hora Leonesa manifiesta sus ideas de: Composición paritaria entre León y Castilla en los órganos de autogobierno. Descentralización leonesa en paridad con Castilla. Capitalidad compartida, cuando menos. Asambleas propias de León con independencia de las comunes y decisión leonesa sobre el empleo de los propios recursos”.

Esa primera toma de postura cambiará con el tiempo. El recién llegado a León, parecía haberse dado cuenta de que los leoneses nos oponíamos a la integración en Castilla y que esa era una maniobra que se hacía desde las esferas de poder y de espaldas al pueblo.

En 18 de marzo de 1978 el PSOE no acude a la reunión de Ávila en la que se iba a aprobar el anteproyecto de la actual autonomía. Justifica su ausencia en base a : “los leoneses que me votaron el 15 de junio lo hicieron para poder hablar, para decidir su propio destino. No desde luego para que yo decida por ellos”. Y apostilla esa afirmación diciendo: “No es dejar decidir a los leoneses aceptar un Estatuto de preautonomía que casi nadie del pueblo conoce, que muchos de los que lo conocen no quieren y , en definitiva, no responde a ninguna aspiración del pueblo de León”. Su objetivo al no acudir a esa reunión era provocar “un referéndum para León, un referéndum para que el pueblo de León pueda decidir que es lo que el pueblo quiere sobre ese particular”. Esta posición es ratificada en una nota de la Federación Socialista Leonesa en la que textualmente se dice: “la Federación Socialista Leonesa (PSOE) se compromete en caso de obtener la mayoría necesaria en la Diputación que se forme después de las elecciones municipales a convocar un referéndum para que el pueblo leonés pueda decidir su futuro autonómico”.

Esa referencia a que los leoneses se pronunciasen en referéndum sobre ese tema era algo que también hemos encontrado en el resto de partidos ( AP, UCD, PCE).

Durante la campaña electoral se celebra una mesa redonda sobre el tema de las autonomías. En dicha mesa celebrada el 25 de noviembre de 1979 Baldomero Lozano afirma tengan ustedes la seguridad de que los diputados y concejales que el PSOE obtenga en las elecciones defenderán la opción autonómica León sólo”.  Claro hay que tener en cuenta que esas declaraciones se hacen en campaña electoral . Se podría decir que los electores votaron en base a ese mensaje y que sin embargo se utilizo su voto para hacer lo contrario.

El que fue candidato al senado por el PSOE Dionisio Llamazares  por un lado manifestaba: “Yo me inclinaría por una Región León y ello justamente por tener en cuenta la variada gama de comarcas de nuestra provincia y porque entiendo que nuestra estructura económica es tan completa que no me parece ninguna osadía pensar en León como un modelo de una región piloto de desarrollo”. Pero luego el mismo Dionisio Llamazares intervino en congresos de su partido defendiendo una autonomía de Castilla y León. Vamos que decía una cosa y la contraria sin mayor problema.

El 15 de septiembre de 1979 muere Baldomero Lozano. Ello supuso un duro golpe para los intereses leonesistas y favoreció un giro importante en el PSOE en materia de la adscripción autonómica.

El 15 de noviembre de 1979 el PSOE rechaza la autonomía uniprovincial pero a la vez mandata a la ejecutiva provincial para que establezca contactos con “las representaciones de Asturias, Zamora, Salamanca y Castilla la Vieja”. Finalmente en diciembre de 1979 “mandata a la ejecutiva provincial entablar negociaciones con el entre preautonómico de Castilla-León”.

Hay que hacer constar que en todo el proceso autonómico el Partido Socialista Popular (liderado por Tierno Galván) fue siempre partidario de una autonomía leonesa. Cuando se disuelve y se integra en el PSOE su sede en el barrio del Crucero de León pasará al Grupo Autonómico Leonés. Muchos de sus integrantes no aceptan irse al PSOE en base principalmente al desacuerdo respecto al marco autonómico leonés.

sábado, 29 de junio de 2024

CONOCER, SABER Y DEPENDER.

 


            Se dice que Sócrates cuando se logra que el conocimiento se plasme en documentos escritos, el evito esa posibilidad. Pero no fue el único, otros como Pitágoras o Jesús de Nazaret también siguieron optando por la tradición oral. El motivo por el que seguían esa conducta era por cuanto consideraban que con los libros el saber y el conocimiento era algo externo a las personas y no intrínseco a ellas. También que ese “depositar el conocimiento fuera de nosotros mismos” podía llevar a evitar el esfuerzo de la reflexión. Bastaría tener el texto al alcance de la mano y se evitaría el esfuerzo por comprender esa información. [1]

            Muchos siglos después (en el 2011) un psicólogo social (Wegner) le vendría a dar la razón. Hace un experimento con voluntarios para medir la capacidad de recordar. A unos les dice que esa información la pueden encontrar en un ordenador y a otros no les dice esto. Pues bien el experimento concluía que aquellos que pensaban que la información quedaba guardada relajaron el esfuerzo por aprenderla. El conocimiento cada vez más lo encontramos fuera de nuestra mente y tendemos a recordar más donde lo podemos encontrar más que el propio conocimiento.

            En nuestra época cada vez más el conocimiento es algo que es externo a nosotros mismos. Ponemos algunos ejemplos. Antes para dirigirte a un determinado sitio ya fuera en coche o andando seguías tu propio conocimiento a través de lo que pudieras haber aprendido. Hoy todos los coches incluyen GPS y delegamos en el aparato para que nos guie hacia el lugar que deseamos. Lo mismo hacemos muchas veces incluso en nuestras caminatas ya sea por el campo o por la ciudad.

            Cuando deseamos hacer una consulta acudimos al buscador para encontrar la información sobre aquello que buscamos. Además podemos decir que si el contenido se trasmite a través del comentario de una persona entonces somos relativamente más proclives a ponerlo en duda, que si lo es a través de un medio tecnológico.

            Ese “conocimiento externo” nos hace ser muy dependientes. Por un lado somos menos capaces de encontrar las cosas por nuestros medios. El saber se “deposita” en internet pero deja de estar en nuestra cabeza. Como no nos adiestramos en elaborar pensamientos, estamos en mucha mayor medida abocados a que “otros piensen” por nosotros.

            Esta situación tiene también consecuencias políticas y hace más fácil la manipulación a una población “poco entrenada” en pensar por sí misma. Así se facilita que cobre un mayor protagonismo “el grito” en detrimento de “la reflexión”.

            Ahora todo o casi todo se vincula a la Inteligencia Artificial. Cabría reflexionar si esa inteligencia artificial va a estimular la inteligencia “natural” (la que es propia de cada persona) o por el contrario la va a “adormecer”. En todo caso lo que no cabe duda es que nos va a hacer más dependientes del conocimiento de otros. Esa dependencia hace que sea también más fácil la manipulación. Cada vez es más complicado averiguar cuando una información es correcta o falsa. Las empresas y los canales informativos tienen departamentos especializados en detectar los bulos. Podríamos decir que las confrontaciones ya sea entre países, ideas o hasta clubs deportivos se trasladan al universo de la comunicación.

            Desde luego no abogamos por “volver al pasado”. Para avanzar es necesario la comunicación de conocimientos ya sea en formato impreso o electrónico. Sin embargo si hay que alertar de los riesgos que supone el buscar la salida a los problemas que se puedan plantear en el conocimiento que nos puedan dar instrumentos que llegan a nosotros. Creo que por un lado ello nos puede hacer “más vagos” en desarrollar nuestras propias habilidades. ¿Para qué voy a buscar una dirección si ya me lo puede facilitar el GPS? Por otro lado ese conocimiento va a estar en mayor medida vinculado al poder de compra (la inteligencia artificial no es gratis). Y además nos hace más dependientes en tanto la resolución de los problemas estará en mayor medida fuera de nuestras propias capacidades.

            El reto será que esas mayores capacidades que nos da la sociedad actual supongan también un mayor avance en el desarrollo personal. Que sean un impulso y no supongan un debilitamiento. Necesitamos personas capaces de afrontar los grandes desafíos a los que se enfrenta el mundo. El avance social pasa necesariamente por una mayor cohesión y asunción de valores. Una sociedad que mira más al móvil que a la persona que tiene enfrente es complicado que la tenga en cuenta. Cada vez más “oímos” (canciones, programas…) pero no escuchamos. Nos encerramos en los auriculares para aislarnos del entorno.

            El futuro nos trae esperanza, pero también modos de conducta que pueden llevarnos a un excesivo individualismo. Esperemos saber caminar recogiendo las ventajas que nos aporta la tecnología sin que ello suponga perder valores  e independencia frente a la resolución de problemas.



[1] Datos recogidos en el libro “El infinito en un junco” de Irene Vallejo.

viernes, 14 de junio de 2024

LA EUSKADI EN LA QUE CREO.

 


         Hubo un tiempo que en Euskadi estaba prohibida la ikurriña y se penalizaba el hablar en euskera. Tal vez como reacción luego surgió una Euskadi en que se asesinaba al que simplemente tenía otra forma de ver las cosas. En una se prohibía el “Gora Euskadi” y en otra no se podía decir “Viva España”. Ya ven, yo veo en todo ello muchas más similitudes que diferencias. Es la Euskadi monocolor y sólo cambia la variedad cromática que le pueda gustar a cada cual. Una y otra propugnaban imponer un pensamiento y una identidad única. 

            La Euskadi en la que creo es plural en sus formas de pensar y sentir. La que busca la convivencia entre los que piensan diferente. La que no quiere modelos monolíticos e impuestos. A esa Euskadi monocolor yo opongo una Euskadi “arco iris”. La libertad tiene colores y se construye desde el respeto a la diferencia. . Construir “un” arco iris que los armonice será fundamental para avanzar en conseguir el progreso social y económico. Es uno de los retos más importantes que tenemos que afrontar tanto en el presente como en el inmediato futuro.

            Conjugar “unidad y pluralidad” es clave. Una unidad que uniformiza todo es atosigadora y atenta a las libertades tanto de grupo como individuales. La división debilita la fuerza para lograr los objetivos que se persiguen.  En ese proceso de conjugar “unidad y pluralidad” será fundamental diferenciar aquellos temas que son prioritarios, de otros que son “menos importantes”. Sin hacer dejación de lo que pueden ser los planteamientos propios, habrá que transigir hasta lograr una cierta unidad de acción. Es avanzar desde el respeto y la diversidad.

Este marco plural es opuesto a aquellos que lo que quieren es confrontar dos unidades. En ese sentido los independentistas pueden ser tan uniformizadores como los seguidores de Vox. Especialmente esto es así cuando esa unidad se ha buscado alcanzarla mediante el recurso al terror y a la amenaza. Euskadi ha pasado demasiados años en los que el miedo evitaba la libertad de expresión. Primero con Franco y luego con ETA. Todavía algunos partidos siguen anclados en ese pasado.

            Una sociedad de hombres libres es también aquella que promueve que las personas con menos medios puedan acceder a unos servicios de calidad que eviten la discriminación en función de los recursos económicos de cada uno.

            La Euskadi en la que creo es la de una sociedad abierta al mundo. Pero también la que conjuga esa apertura con el orgullo de una identidad propia. La que hace posible conjugar el “ser diferentes” con la armonía con otros territorios. Es la Euskadi que busca más triunfar en esa competencia en un mundo cada vez más global.  Para lograrlo hay que facilitar los instrumentos que permitan avanzar. Nadie es siempre el mejor en todo. Hemos de abrirnos al mundo para ver en qué cosas debemos mejorar, conocer otros modelos.

            La Euskadi en la que creo es la Euskadi de las personas. Es aquella en la que todo proyecto político se tiene que sustentar en las voluntades individuales  y en el respeto hacia el diferente.  No creo que haya que deban prevalecer los proyectos políticos a las necesidades personales. En ese sentido habrá que priorizar tener los mejores médicos, los mejores profesionales de la educación o de la seguridad, por encima de que sus perfiles encajen mejor o peor en un determinado proyecto. Es en las dictaduras donde los científicos se eligen en función de la identidad ideológica. Pero cuando alguien está en un quirófano quiere que le opere el mejor profesional sin preguntar su ideología, su idioma, el color o el género de aquel que le está operando.

            Creo en una Euskadi en que se potencie el conocimiento, como motor que facilite mejorar nuestras cuotas de bienestar social. Las buenas ideas serán bienvenidas y no importa en el idioma en que se expresen. Hay que facilitar que el talento de cualquier persona pueda revertir en el conjunto de la sociedad. Hay que ser impulsor y evitar poner frenos a todo ello.

            No creo en una Euskadi que utiliza la expresión “español” como insulto. Tampoco creo en aquella que identifica a “vascos” con “nacionalistas” y menos aún con vincularlos a ETA.

            La Euskadi en la que creo es la que se fija por principal objetivo el mejorar la calidad de vida del conjunto de los vascos. En ese sentido habría que evitar todas las cuestiones que puedan dificultar ese objetivo. Buscar la excelencia antes que la procedencia.

            Creo en una Euskadi con igualdad de derechos y también de deberes. Una sociedad de mujeres y de hombres que puedan vivir libres de amenazas. También en la Euskadi en la que cada cual pueda expresar su sexualidad sin temor a represalias.

            La Euskadi en la que creo es en definitiva la Euskadi de mujeres y hombres libres que desde su libertad impulsen una sociedad mejor para todos.